La boda rota de Neil y Yecenia en La Macarena: arrollados en Pamplona por un conductor drogado

El 27 de febrero de 2017, Neil, un ingeniero recién licenciado, llegó a Pamplona. Tenía 29 años, y había pasado los cuatro anteriores estudiando arduamente en Madrid y Salamanca. Su periplo le llevó antes de esa experiencia a Sevilla, el primer lugar en que vivió en la península junto a su familia, recién aterrizados desde su Perú natal. Fue en los últimos años de su experiencia universitaria cuando conoció a Yecenia.  Le pidió matrimonio en un viaje juntos a Malta. Su sueño era casarse en la Iglesia de La Macarena.

Los tres primeros años de relación de la pareja los pasaron a distancia. Neil estaba trabajando en Pamplona como ingeniero. Yecenia decidió mudarse a la ciudad navarra con él. Su deseo de emprender un futuro juntos era cada vez más grande. 

Él vivía en un piso compartido. Sin embargo, ya tenía las maletas hechas para irse a vivir con Yecenia. Algo que iba a ser inminente. Pero el pasado lunes 10 de febrero, Neil y Yecenia se encontraban paseando por una de las calles principales de la localidad navarra cuando un coche les arrolló. El conductor invadió a gran velocidad la acera; tenía el carné retirado desde 2013 y dio positivo en anfetaminas.

La pareja se encuentra ingresada en la UCI y su estado ha empeorado en los últimos días. Neil está en coma irreversible. Su familia espera, desde una de las salas del hospital, que termine ya su pesadilla. El conductor se encuentra en libertad. 

Se iban a mudar 

El primer familiar de Neil que llegó a España fue su tía Lilva, con la que el joven mantenía una estrecha relación. Más tarde, aterrizaría desde Perú su madre, Nilsand, que comenzó a trabajar para una familia. Su deseo era que su hijo Neil estuviera junto a ella en España. Así, después de años de gran trabajo, el joven se mudó a Sevilla. Luego, se marchó a Madrid para estudiar una Ingeniería, pero duró poco. La vida en la capital tenía un alto coste para él y no podía permitírselo. Por ello, se marchó a Salamanca, donde, cómodamente, pudo finalizar sus estudios. Y empezar unos nuevos; un máster. 

Yecenia había vivido el último año en Londres.

Tras esto, fue contratado en la empresa RDT Ingenieros, que tiene varias sedes en el país. A Neil le tocó marcharse a Pamplona. Justo hace tres años. En ese momento, ya había empezado su relación con Yecenia, una boliviana que había conocido en Sevilla. Ella había estudiado Dietética. También había cursado estudios en Economía, en la capital andaluza. También en Asturias. El año pasado había estado viviendo en Inglaterra, donde se había mudado para mejorar su inglés y ganar algo de experiencia. Mientras tanto, Neil seguía viviendo y trabajando en Pamplona.

Tanto tiempo después de empezar, la distancia se les estaba haciendo dura. Por ello, decidieron juntar sus caminos y encontrarse en Pamplona. Y empezar de verdad una vida juntos. Allí Neil tenía un puesto estable y ella iba a comenzar a opositar, por lo que tenía más facilidades. El pasado viernes, Yecenia había decidido dejarlo todo y viajar hasta la capital navarra. Tenían planes de futuro; casarse en La Macarena y tener hijos. Ya habían alquilado un piso y este miércoles habían quedado con la arrendataria para firmar el contrato, entregar la fianza y recibir las llaves. 

Neil trabajaba como ingeniero en una empresa en Pamplona.

Pero, el pasado lunes 10 de febrero, todos sus planes de futuro se truncaron. A primera hora de la tarde, Neil y Yecenia decidieron salir a dar un paseo por el barrio de Cuatrovientos, donde residían. En un momento dado, un hombre que conducía un Seat de color plateado invadió la acera. La pareja sufrió varios golpes en la zona de la cabeza, así como en las extremidades. Salieron por los aires. Neil se encuentra en coma irreversible, mientras que Yecenia entró en coma a las dos de la madrugada del lunes. 

El conductor, en libertad 

Tras el accidente, la Policía realizó los pertinentes controles al conductor. El hombre dio positivo en anfetaminas/metanfetaminas. Esto indicó que había consumido, al menos, alguna de las dos sustancias, aunque no necesariamente ambas. Los tests de saliva sí que precisan si se ha consumido cocaína, cannabis y opiáceos, pero no diferencian entre qué se ha consumido. Además, al comprobar su documentación, los agentes verificaron que tenía retirada la vigencia del permiso de conducir desde el año 2013 por la pérdida total de puntos. 

El conductor, de 36 años, quedó el lunes en libertad tras declarar ante la Policía Municipal de Pamplona. El hombre no llegó a ser detenido ni fue puesto a disposición judicial. Ahora, la jueza de Instrucción nº 1 de Pamplona tendrá que citarle para declarar y decidirá su entrada prisión.