Nuevas dudas sobre el origen de la fortuna de Juan Carlos I (82 años). El primo del rey emérito y su hombre de confianza para los negocios, Álvaro de Orleans (72 añios), cobró 39 millones de libras -cerca de 50 millones de euros- por ejercer como intermediador en la venta del Banco Zaragozano a Barclays en 2003. Así lo avanza el diario británico The Telegraph, que tiene documentos que prueban que el dinero de aquella operación acabó en una cuenta suiza a la que tenía acceso el rey emérito.
En concreto, y según desvela el citado periódico, la comisión que cobró Álvaro de Orleans por aquella operación alcanzó los 50 millones de euros, a pesar de que en ese momento el Banco Zaragozano no gozaba de buena salud financiera.
En aquella venta millonaria, además de las labores de intermediación del primo de Juan Carlos I, también intervinieron otros dos empresarios amigos íntimos del padre de Felipe VI, conocidos como Los Albertos: Alberto Alcocer (77 años) y Alberto Cortina (74 años). Ambos forman parte del conocido círculo de "amistades de cacería" de Juan Carlos y los dos eran presidentes y miembros del Consejo de Administración de la mencionada entidad financiera.
Las revelaciones del diario británico ponen de nuevo en la picota a Juan Carlos I y aumentan las dudas sobre la procedencia de su fortuna. El rey ha sido acusado de acumular una fortuna secreta en distintas cuentas suizas bajo el nombre de su primo.
Quién es Álvaro de Orleans
Hasta que Corinna zu Sayn-Wittgenstein (56 años) lo señaló como "el hombre de paja" del rey Juan Carlos en las conversaciones que mantuvo con el excomisario José Manuel Villarejo, pocas personas habían oído hablar de Álvaro de Orleans en España.
Aquellas grabaciones, publicadas en exclusiva por EL ESPAÑOL en julio de 2018, pusieron al primo del rey en el punto de mira y se hablaba de Álvaro de Orleanscomo testaferro del rey emérito. En ellas, la expareja sentimental de Juan Carlos I aseguraba a Villarejo que Juan Carlos I guardaba dinero en cuentas de Suiza y que no estaban a su nombre, sino que fueron colocados en depósitos controlados por uno de sus primos.
En concreto, la consultora germano-danesa y el excomisario se referían a Álvaro de Orleans-Borbón, primo segundo de Juan Carlos I y que también, como Corinna, es residente fiscal en Mónaco. Según la versión de quien se definió en 2013 como "amiga entrañable" de Juan Carlos I, sería Álvaro de Orleans-Borbón quien se encargaría de abonar desde esas cuentas suizas gastos del rey emérito.
En las confesiones de la ex princesa alemana grabadas por Villarejo en la residencia londinense de ella, ésta ya reconocía el papel protagonista de Álvaro de Orleans en los negocios de su primo el Rey Emérito. Corinna llegó a afirmar: “Han puesto algunas cosas a nombre de su primo, que es Álvaro Orléans Borbón...".
"Las cuentas de bancos en Suiza se han puesto a su nombre… Ahora están tratando de que yo pase esas cosas a Álvaro a través de Dante (Canonica). Me están haciendo la guerra porque yo no quiero cometer un delito”. Y concluía: “Es él (Álvaro de Orléans Borbón) quien paga hasta los vuelos (del Rey Juan Carlos) a Los Ángeles. Esos vuelos privados salen de Torrejón, de la zona militar, para no estar controlados…. Es él, Álvaro (De Orleans Borbón), quien los está pagando”.
Paraísos fiscales
En el año 2015 el apellido de la familia Orleans-Borbón se vio asociado a paraísos fiscales y sociedades offshore. Un entramado en las Islas Vírgenes y en las Islas del Canal que utilizaban, principalmente, para realizar operaciones inmobiliarias en la costa gaditana, según desveló El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación en los Papeles de Panamá.
Tras estas informaciones, Álvaro de Orleans se situó en el punto de mira al ser llamado a declarar ante la Fiscalía de Ginebra para hablar sobre el bautizado como 'caso testaferros'. En su comparecencia, el amigo del emérito repitió una y mil veces que todo el patrimonio, fundaciones, sociedades o cuentas bancarias que figuraban en dichos papeles eran exclusivamente de su propiedad.