Llega la primavera y los escándalos financieros del rey emérito Juan Carlos no dejan de brotar en la prensa europea. Si hace 15 días fue el periódico británico The Telegraph quien revelaba que el primo y testaferro del entonces rey Juan Carlos, Álvaro de Orleans, cobró 39 millones de libras –cerca de 50 millones de euros- por ejercer como mediador en la venta del Banco Zaragozano a Barclays en 2003, este miércoles es el periódico suizo Tribune de Genève quien informa de la existencia de una nueva cuenta bancaria, hasta ahora desconocida, en la banca privada Mirabaud de Ginebra, por la cual el padre de Felipe VI habría recibido, el 8 de agosto de 2008, unos 100 millones de dólares del entonces rey de Arabia Saudí, Abdallah bin Abdulaziz, a través del Ministerio de Finanzas de ese país árabe.
Según informan Sylvain Besson y Caroline Zumbach en el periódico helvético “el velo se levanta sobre la fortuna escondida en Ginebra por el ex rey de España Juan Carlos I. El 8 de agosto de 2008, cuando su país se hundía en la crisis financiera, el soberano español recibió una donación suntuosa y secreta: 100 millones de dólares”. Según lo investigado, dicha cantidad habría sido depositada discretamente en una cuenta abierta en el banco privado Mirabaud a nombre de la fundación Lucum, una entidad panameña de la cual, Juan Carlos de Borbón sería el único beneficiario.
Durante los años siguientes a este ingreso, el entonces rey de España habría ido disponiendo de cantidades de dinero desde dicha cuenta, hasta llegar al año 2012 momento en el cual retiró la cantidad mayor de todas: unos 65 millones de euros que habría entregado a su “ex amante”, la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Esta transferencia se realizó a la sucursal de otro Banco de Ginebra en las Bahamas. También se habría entregado otro millón de euros a otra antigua amante del monarca español, cuyo nombre todavía se desconoce, cuya residencia se establece en Ginebra. Fue precisamente en 2012 cuando se desencadenó el escándalo de Botsuana, donde el rey se partió la cadera tras una noche de cena y vino tinto, días después de haber estado cazando elefantes -las imágenes salieron a la luz para permanecer para la historia-.
Desde agosto de 2018 el fiscal suizo Yves Bertossa mantiene abierto un procedimiento penal donde se investiga a los supuestos testaferros del rey emérito Juan Carlos señalados en las grabaciones que Corinna Larsen (su apellido auténtico de soltera) realizó ante el ex comisario Villarejo y que fueron publicadas en exclusiva por EL ESPAÑOL y de las que se hace eco el periódico “Tribune de Genève”. Entre ellos estarían los financieros Dante Canónica, Arturo Fasana y Álvaro de Orleans. Todos ellos tienen su residencia fiscal en Mónaco y numerosas cuentas abiertas en el país helvético. Además manejan cientos de sociedades en paraísos fiscales. Hay que recordar que Arturo Fasana fue investigado por la Audiencia Nacional como el “broker” que manejaba la cuenta “Soleado” en un banco suizo, en alusión al sol español y a los importantes clientes españoles que representaba ante la banca de aquel país.
"Un regalo" para Corinna
Respecto a esta cuenta ahora descubierta en la banca privada Mirabaud, el fiscal suizo está investigando un supuesto delito de “blanqueo de capitales” por el que tomó declaración el pasado 19 de diciembre a todos los relacionados con la misma: Corinna Larsen, Dante Conónica y a los representantes del banco Mirabaud que también están siendo investigados.
Según fuentes de la fiscalía suiza, Corinna Larsen ha intentado justificar el origen del dinero con documentación donde acreditaría que dicha fortuna (65 millones de euros) provienen de una “donación de la fundación panameña” que le transfirió el dinero en 2012. Según los abogados de la antigua amiga íntima del rey Juan Carlos “Corinna recibió un regalo no solicitado del rey emérito” descrita como “donación para ella y para su hijo” con los cuales se había encariñado, ya que durante varios años habrían cuidado del monarca debido a su mala salud.
Sin embargo, el fiscal suizo no está conforme con esta explicación y, pese al archivo solicitado por los abogados de la empresaria de origen alemán, mantiene abierta la investigación ya que sospecha que tanto el pago como el reparto de unas cantidades de dinero tan importes, podrían responder a algún tipo de delito de corrupción, tipificado por el Código Penal suizo como “sospechas de lavado de dinero agravado” (blanqueo de capitales).
En España, el juez Manuel García Castellón, magistrado del Juzgado de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional, mantiene abierta una pieza separada relativa al supuesto pago de comisiones en la construcción del AVE a La Meca. El macroproyecto ferroviario fue liderado en el año 2011 por un consorcio de empresas españolas y llegó a alcanzar un presupuesto cercano a los 7.000 millones de euros.
La pieza denominada inicialmente Carol fue creada tras la aparición de las cintas grabadas subrepticiamente a la antigua amiga íntima del rey Juan Carlos, donde conversaba en Londres en mayo de 2015 con el empresario Juan Villalonga y el entonces comisario de Policía, José Villarejo. En el transcurso de la grabación se daban detalles de unas supuestas cantidades que se habrían cobrado (unos 100 millones de euros) por la adjudicación de la construcción del mencionado tren de alta velocidad. En esa mediación, según lo escuchado en las cintas, aparecería involucrado el ahora rey emérito, además de algún empresario español.
El 12 de septiembre de 2019 el fiscal Luis Pastor de la Fiscalía Anticorrupción, interrogó en la capital británica a Corinna Larsen sobre el conocimiento que ella pudiera haber tenido respecto al pago y destino de esas presuntas comisiones. En declaraciones posteriores al interrogatorio Robin Rathmell, abogado de la empresaria alemana, explicó que “las acusaciones serias en los medios sobre los negocios financieros del rey emérito han existido por décadas. Si existiera alguna intención real de investigar adecuadamente el acuerdo del AVE y otras acusaciones recientes sería un asunto del poder judicial español y de España”. Además, Robin Rathmell aclaró que le ex compañera sentimental de Juan Carlos considera que “una investigación completa sobre este asunto debe ir mucho más allá de los pocos hechos por ella conocidos” ya que su clienta “no tuvo ningún tipo de participación en el acuerdo del AVE”.
Algo distinto debe haber pensado el juez García Castellón porque, según ya publicó EL ESPAÑOL, se decidió la reapertura de esta pieza antes archivada, al encontrarse nuevas grabaciones, realizadas por el ex comisario Villarejo, donde volvía aparecer la empresaria alemana y que podrían motivar su posterior investigación dado el conocimiento que ella parece tener de presuntos delitos cometidos durante su relación sentimental, que duró seis años, con el anterior monarca.