No se ha hecho esperar. Minutos después de que Ayuso anunciara este lunes el cierre de los colegios y universidades durante 15 días a partir del miércoles para tratar de frenar el avance del coronavirus en Madrid, los madrileños se han lanzado a los supermercados empujados por el miedo a quedarse aislados en casa.
El Gobierno de la Comunidad de Madrid ha recomendado a las empresas optar por el teletrabajo. "Es aconsejable siempre que sea posible, así como la flexibilización del horario laboral y los turnos escalonados", ha recomendado también el ministro de Sanidad Salvador Illa.
Son las llamadas medidas "de distanciamiento", que "implican una alteración de la actividad ordinaria". Muchos trabajadores podrían quedar confinados en sus hogares. Esa posibilidad, el miedo al aislamiento, ha movido a cientos de personas a abastecerse en los súper.
"Estaba hasta arriba, todas las cajas con cola, nada de pollo, poca carne de otro tipo, casi ningún pescado...", describe la situación un cliente del Mercadona de la calle Cardenal Belluga a este diario. Otros establecimientos, como el de Las Rozas, también sufrían las consecuencias de la histeria ciudadana. No quedaban productos básicos en sus estantes.
"He ido a por agua mineral, pañales y leche para el niño. Ya he aprovechado para comprar cosas de casa. Pañales había de sobra", señala tras volver a casa. La situación se repite en distintos establecimientos de la capital, donde ya son 578 los afectados y 17 muertos.
La irrupción en las grandes superficies comerciales contradice con algunos de los consejos que han ofrecido la Comunidad de Madrid o el ministerio de Sanidad, como el de "evitar lugares concurridos donde no es posible mantener la distancia de seguridad interpersonal de al menos un metro".
El ministro ha querido hacer un llamamiento a la responsabilidad de la ciudadanía y también a que se haga un uso racional de los productos sanitarios. En este sentido, y preguntado por las críticas en algunos centros madrileños, ha garantizado que esos productos están disponibles allá donde sean necesarios. Queda ver si supermercados serán capaces de responder a la demanda de la gente.