Cada vez que el empresario de la automoción Juan Andrés participaba en una conversación telefónica donde se pronunciaba la palabra “coches”, a los investigadores de la Policía Nacional se les ponían las orejas tiesas porque era un término en clave para referirse a supuestos negocios con coca de por medio.
Así consta en las diligencias judiciales a las que ha tenido acceso EL ESPAÑOL y que a lo largo de varios tomos desgranan el funcionamiento de una mastodóntica organización de narcotráfico que operaba en Alicante, Valencia, Barcelona y Galicia. Tan largos eran sus tentáculos que contaban con la supuesta ayuda de policías y empleados de puertos marítimos para introducir cocaína a gogó.
El trabajo de investigación de la Policía Nacional en la denominada Operación Beautiful arrancó en enero de 2018 y culminó en septiembre de 2019 con la desarticulación de la mayor red de narcos que en los últimos años ha operado en la zona del Mediterráneo.
La Unidad Central de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) y el Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (GRECO Levante) identificaron a 135 personas como supuestas integrantes de la organización. De todos ellos, la UDYCO y el GRECO señalan como “principal investigado” al magnate de la automoción Juan Andrés C.P.
Este empresario era muy conocido en la provincia de Alicante porque fue uno de los socios de la Unión Temporal de Empresas (UTE) adjudicataria del Complejo Deportivo Arena, unas instalaciones situadas en la playa de San Juan y valoradas en 18 millones de euros que cuentan con SPA, piscinas cubiertas, pistas de pádel...
También había realizado operaciones urbanísticas en la ciudad. A través de Riverton Gates adquirió por 865.684 euros dos parcelas en la avenida Alcalde Lorenzo Carbonnel que eran propiedad del Ayuntamiento alicantino. Pero el sector en el que más fama tenía Juan Andrés era el de la automoción, de la mano del Grupo Auto Salón y el concesionario Design Cars -especializado en coches de lujo-.
Detrás de ese hombre de éxito en los negocios, con look elegante, se escondía un depredador del dinero fácil. En 2002 fue detenido en Madrid por un delito contra la Hacienda Pública y en 2008 le arrestaron en Alicante -junto a otras personas- por un supuesto fraude fiscal de ocho millones de euros en la compra de vehículos de alta gama en Alemania, sin pagar IVA, para luego simular su venta en España y pedir la devolución del impuesto.
Juan Andrés está pendiente de ser juzgado por tales hechos. Sin embargo, ese juicio no debía de quitarle el sueño porque la Operación Beautiful revela que inició otros negocios turbios con el polvo blanco como nueva materia prima.
La venta de automóviles no era suficiente para costear la lujosa vida de la que disfrutaba: conducía un Porsche Cayenne, salía a navegar en yate, hacía escapadas románticas con su pareja -una bellísima consultora de moda y wedding planner- y disfrutaba de un ático de ensueño con vistas al mar en una urbanización del Cabo de las Huertas, una de las zonas más exclusivas de la Costa Blanca donde el metro cuadrado cotiza a 5.000 euros.
La residencia de Juan Andrés estaba valorada en dos millones de euros. Era un capricho más para un hombre que lo mismo se ponía a prueba en circuitos de carreras que asistía a eventos sociales de alto postín, como el celebrado en un elegante club de Cataluña sólo apto para coleccionistas de automóviles, que contó con la asistencia de un expiloto de Fórmula 1 y un desfile de superdeportivos y coches de época aderezado con burbujeante cava y exquisitos canapés.
Lavaderos de dinero
Los informes de la investigación policial sitúan al dueño del concesionario de coches de lujo Design Cars en lo más alto de esta presunta organización de narcotraficantes: “Es Juan Andrés C. P. quien forma parte de la cúpula de la organización criminal integrada por él y por sus consortes Sergio F. J., alias Rubio, Jonas S., Falk, y Jose C. P. B., alias Costiña. Esta rama es la encargada de negociar, organizar, planificar y financiar las partidas de cocaína a gran escala procedentes de Sudamérica para introducirlas en territorio español y europeo por vía marítima por medio de embarcaciones”.
Un auto del Juzgado de Instrucción número 2 de Alicante detalla que Juan Andrés supuestamente lidera el mercado del perico en Alicante; Rubio presuntamente se encarga de Valencia, Falk de Barcelona y Costiña de Galicia. Los beneficios millonarios que presuntamente obtenían los blanqueaban a través de lo que el juzgado denomina “lavaderos de dinero”.
La organización tejió un “entramado automovilístico” de empresas de alquiler y compra-venta de vehículos de lujo -Porsche, Ferrari, Lamborguini, Bentley o Maserati- que estaban distribuidas por Alicante, Jávea, Denia...
El engranaje de testaferros, negocios pantalla y de sociedades mercantiles sin actividad a las que se realizaban continuas ampliaciones de capital con dinero negro llegaba hasta la capital de España. Uno de los dos hombres de confianza del rey Midas de la automoción alicantina era un letrado madrileño.
“Cobra especial importancia la figura del abogado Juan Ramón G. C., quien desde su despacho en Madrid planifica y ejecuta la mayor parte de operaciones de blanqueo de capitales de la organización y administra y dirige un entramado empresarial”.
El otro “consorte” en el que depositaba su confianza este empresario automovilístico era el alavés Francisco R. M., que supuestamente desempeñaba labores de contable. Un trabajo que se había ganado avalado por su currículo: atesoraba delitos de estafa bancaria y blanqueo de capitales.
Policías corruptos
La UDYCO y el GRECO Levante fijaron un fuerte dispositivo de seguimiento sobre los miembros de la banda que incluía escuchas telefónicas y la instalación de micros ocultos y sistemas de geolocalización en sus vehículos. Esta logística permitió a los investigadores descifrar que los miembros de la organización cuando se referían al empresario de la automoción Juan Andrés usaban un término en clave para que no trascendiera su identidad: JAS.
Sus movimientos eran imprevisibles. Había días que salía de su casa a tomar café y de repente cogía el coche y se plantaba en Galicia. Los investigadores no dudaban en seguirle para grabar su actividad en suelo gallego.
Las laboriosas pesquisas policiales también destaparon que la red de narcos contaba en sus negocios con la presunta ayuda de tres policías corruptos: “Ha quedado probado el vínculo que une a la organización con destacados miembros de las Fuerzas de Seguridad quienes se hacen partícipes de las acciones delictivas a cambio de beneficios económicos y de cualquier otra índole”.
El citado auto judicial recoge tan grave situación: “La organización criminal a través de distintos de sus componentes mantiene en el tiempo relación con funcionarios policiales, aprovechándose de este aspecto para recabar información y cobertura, realizando sus actividades delictivas con impunidad, investigándose en pieza separada la participación en la organización del Inspector Jefe de la Policía Nacional F.J.M.O., que durante años fue responsable de la UDYCO en Alicante y el cual mantiene conexión con miembros destacados de la organización criminal investigada, en concreto con Juan Andrés C.P., Sandro G.D., Iván G. o Diego M.”.
Tráfico de influencias en entes públicos
El empresario de la automoción llegó a reunirse en los alrededores de la Comisaría de Alicante con el mencionado inspector jefe y con un empleado de la Subdelegación del Gobierno. Un informe policial incluido en las diligencias sostiene que la red de narcos investigada goza de un “tráfico de influencias” que incluye a funcionarios de Hacienda que les ayudan a introducir el dinero en el circuito financiero legal.
También se codean con las altas esferas: “Además de las referidas conexiones policiales, la organización cuenta con el apoyo de altos cargos en entidades públicas de la provincia alicantina que facilitaban determinadas acciones encaminadas a la ejecución delincuencial”.
La organización era tan extensa que tenía en sus filas a individuos con nexos de unión con grupos criminales que operaban en Rumanía, Serbia, Bulgaria y Albania. No es de extrañar que Europol calificara la Operación Beautiful de alta prioridad sumándose a las pesquisas agentes de Colombia, Portugal, Suecia, Rumanía, Francia, incluso de la Agencia Nacional del Crimen (NCA), la versión británica del FBI estadounidense.
Cárteles sudamericanos
El despliegue policial durante la investigación fue notable porque los sospechosos tomaban muchas medidas de seguridad: teléfonos encriptados, pisos franco donde almacenaban la droga, montaban laboratorios clandestinos en garajes para adulterar la sustancia estupefaciente y transportaban la mercancía en camiones y vehículos caleteados -equipados con habitáculos ocultos-.
Además, los supuestos cabecillas que estaban en la cúspide de la organización -JAS, Costiña, Rubio y Falk- casi nunca se llamaban para burlar los pinchazos telefónicos. Los líderes de cada territorio preferían realizar viajes exprés para reunirse cara a cara y cerrar supuestos negocios ilícitos en restaurantes, hoteles y concesionarios de distintas ciudades. Es el caso del encuentro que los cuatro sospechosos mantuvieron en el Hotel Villamagna de Madrid el 1 de enero de 2019.
Otro ejemplo de esas reuniones ocurrió en Denia. Allí se dieron cita Juan Andrés, que supuestamente comandaba el narcotráfico en Alicante, Costiña, el presunto líder de Galicia, y Lozada, el enlace con el cártel: “La organización estaba planificando una operación de narcotráfico en alta mar, por lo que a juicio de la instrucción lo que Lozada (persona que intermedia con la rama sudamericana proveedora de la sustancia estupefaciente) le está indicando a Costiña son los puntos geográficos y coordenadas de trasbordo previstas para que el barco nodriza transfiera la mercancía al barco receptador”.
Los investigadores se habían convertido en notarios en la sombra de la agenda de trabajo de JAS, el magnate de la automoción. “El 8 de mayo de 2018 Juan Andrés se desplaza a Valencia, donde mantiene una reunión en el Centro Comercial El Saler con Edilberto y con Enrique Raúl G. S., donde se observa a Juan Andrés entregar a Edilberto unas bolsas que previamente extrae de un maletín, infiriéndose que se trata de dinero en efectivo para costear una futura operación de narcotráfico de la organización, con la asunción de un acuerdo orientado a facilitar la entrada de la droga por medio probablemente de contenedores comerciales haciendo uso de empresas legales”.
Empleados sobornados
La nieve entraba en España por vía marítima mediante el método de los ganchos ciegos: camuflaban partidas de cocaína dentro de contenedores de mercancía legal que era transportada por buques que salían desde Sudamérica con destino a algún puerto español. A veces también empleaban pesqueros.
El puerto de Valencia era una de las vías de entrada de la cocaína porque esta red tenía sobornados a empleados de las instalaciones. “A mediados de noviembre de 2018, un policía nacional recibió una información confidencial: una organización criminal de Alicante de la que forma parte un traficante muy conocido, llamado Sandro, y su jefe, Juan Andrés, el de Design Cars de Denia, tendría la intención de introducir una gran cantidad de cocaína desde Sudamérica a través de bultos metidos en un contenedor utilizando una empresa de frutas como tapadera. El buque que transportaría el contenedor con la droga se llamaría ‘Domingo’ y la organización dispone de gente y policía en el puerto que retira la droga antes de que pasen inspecciones y que les avisan si van policías de fuera”.
Ni que decir tiene que la UDYCO y el GRECO le montaron una recepción por todo lo alto al buque ‘Domingo’: solo les faltó tirar confeti cuando atracó en el puerto de Valencia el 10 de diciembre de 2018.
Ese día, los investigadores interceptaron llamadas cruzadas entre un móvil geolocalizado en Colombia y otro en España para informar del envío fallido usando lenguaje en clave: “El coche ha tenido un accidente”. En el registro del buque localizaron 210 kilos de farlopa en sacas de arpillería.
La incautación de Valencia fue minúscula en comparación con la realizada por los investigadores en agosto de 2018 en Galicia donde interceptaron dos toneladas de coca en una embarcación. Ese porte frustado se habría cerrado en mayo después de que un presunto miembro de la red -Kristian S.L.- se desplazase a casa del empresario Juan Andrés para informarle del negocio y posteriormente viajase a León para cerrar el acuerdo con un narco gallego.
“En esta operación también fueron detenidos por su implicación miembros del afamado clan de Los Charlines, lo que evidencia el alto nivel criminal de la organización”, tal y como resaltaron la UDYCO y el GRECO Levante.
Coches de lujo caleteados
Cuando los sospechosos lograban colar la mercancía en algún puerto, a veces optaban por transportarla en los lujosos vehículos que ponían a la venta en sus concesionarios por fuertes sumas de dinero. Prueba de ello es lo sucedido el 8 de agosto de 2019 cuando la Policía Nacional frustó un porte ‘go fast’ desde Galicia a territorio levantino, a bordo de un flamante Audi RS3, propiedad de Design Cars, el espectacular concesionario de coches de lujo que dirigía Juan Andrés.
Los agentes que cazaron en la localidad de Arévalo al conductor del Audi RS3 detallaron minuciosamente el funcionamiento de la caleta: “La droga iba en un habitáculo oculto, creado al efecto, que se encontraba camuflado en la parte inferior del maletero, cuya apertura se realizaba mediante un mando a distancia que se escondía en un doble fondo del cenicero del vehículo”.
Tan pingües eran los supuestos beneficios que obtenían algunos de los integrantes de la organización que comenzaron a diversificar sus inversiones más allá de la automoción: piedras preciosas, joyas, relojes de lujo, viviendas en Rumanía, incluso compraron bloques enteros de pisos en la capital alicantina para aprovecharse del tirón que tiene la Costa Blanca en el sector inmobiliario y turístico.
Así lo refleja uno de los tomos de la investigación: “El investigado Sandro trata de ocultar sus acciones delincuenciales con la compra de edificios antiguos del centro histórico de Alicante que posteriormente reforma y alquila con carácter vacacional (...)”.
Tenían un equipo de matones
El estrecho dispositivo de seguimiento al que fueron sometidos los sospechosos permitió determinar a la Policía Nacional que la organización estaba dividida en cuatro ramas. La rama principal centrada en el narcotráfico y blanqueo de capitales a gran escala era supuestamente la comandada por Juan Andrés (Alicante); Costiña (Galicia); Rubio (Valencia), y Falk (Barcelona).
Justo por debajo situaron una ramificación intermedia liderada presuntamente por Kristian S.L., Víctor Manuel F.Q., Sandro G.D. y Cayetano B.O. Su misión era recepcionar la cocaína introducida en España y proveer de la logística necesaria para distribuir la droga. Para desempeñar tales funciones se valían de grupos criminales que ellos mismos gestionaban en sus respectivas ciudades.
La presunta tarea de la tercera rama -David B.R.; Carlos Alberto O.C., José Ignacio F.A., David T.O., Ismael A.B., Salvador P.M. y Dimitar S.L.- era la de suministrar la farlopa a los camellos dedicados al menudeo para que el producto llegase al consumidor final.
Esta ramificación era la más violenta porque según un informe del GRECO Levante contaba con una especie de equipo de matones: “Está compuesta en parte por individuos caracterizados por sus múltiples antecedentes violentos, los cuales se encargan de llevar a cabo el ‘trabajo sucio’ de la organización criminal investigada, que se traduce en ajustes de cuentas, cobros, venganzas, amenazas, extorsiones, vuelcos (robos de droga a otros traficantes) y un largo etcétera que puede degenerar incluso en secuestros o asesinatos”.
No hablaban en vano los investigadores puesto que uno de esos vuelcos que perpetraron algunos miembros de esta tercera rama contra una banda rival se saldó con represalias mortales. Como venganza por una mercancía robada (marihuana), unos pistoleros se presentaron en la localidad alicantina de El Campello y llenaron de plomo a El Francés: este hombre, de 41 años, era uno de los sospechosos a los que la UDYCO y el GRECO le seguían los pasos en la Operación Beautiful.
Coca con logos de Audi y Louis Vuitton
En la cuarta rama de la organización se situaban los intermediarios entre la organización española y los cárteles de Colombia, Venezuela, Panamá y Brasil que les proveían de cocaína en cantidades industriales.
En esta ramificación adquieren especial relevancia, entre otros, los investigados Juan L.G., Jorge Alberto F.L., Edilberto H.H., David Alejandro M.C., Luis Felipe A.U. y Jorge Antonio U.A.. Todos ellos, según las diligencias, realizaban numerosos viajes a los citados países de América del Sur porque “gozan de plena confianza para los grandes y peligrosos cárteles sudamericanos”.
Al final de la cadena se encontraban los correos de droga, con motes tan llamativos como El Gordo, que se encargaban de hacer las entregas de los paquetes de coca que en ocasiones lucían logos de Audi, Mercedes o Louis Vuitton.
Las entregas se realizaban en lugares diversos, como en las taquillas de un supermercado de Santa Pola o en uno de los locales de copas de moda de la playa de San Juan de Alicante. Todo valía hasta que el chiringuito se acabó en septiembre de 2019: un total de 200 policías nacionales se desplegaron por Alicante, Valencia, Madrid, Galicia y Barcelona para practicar trece registros.
En la Operación Beautiful fueron detenidas 81 personas de las 135 investigadas, entre ellas los supuestos líderes de la cúpula, con JAS al frente. Los agentes congelaron 800 cuentas corrientes y localizaron 2,19 millones de euros en metálico: la mayor parte del botín (1,6 millones) estaba oculto en el ático alicantino de JAS.
El Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) peinó palmo a palmo la residencia que el empresario de la automoción tenía en el Cabo de las Huertas. En la suite principal se percataron de que uno de los armarios se movía hacia atrás. En realidad daba acceso a una habitación del pánico donde almacenaba más de un millón de euros en metálico. El GOIT se sabe todos los trucos y poco a poco fue destapando los engranajes del inmueble: armarios con dobles fondos donde había depositados 50.000 euros, un pasador que al pulsarlo abría un cajón oculto con 80.000 euros...
El registro puso de manifiesto que Juan Andrés vivía instalado en la opulencia, tal y como ejemplifican fuentes de la investigación, detallando que localizaron una colección de relojes valorada en dos millones de euros.
Entre los ejemplares había ediciones cero y uno de algunos modelos con un diseño tan exclusivo que su precio en el mercado ascendía a 280.000 euros. Ahora JAS no necesita mirar la hora porque el tiempo pasa muy despacio en prisión.
El resto de miembros de la banda tampoco vivía en la indigencia porque los agentes hicieron un largo inventario de propiedades: 73 coches, dos veleros, un yate valorado en dos millones de euros, una mansión de veinte millones...
El volumen de coca aprehendido tras la investigación fue bestial: 3.700 kilos. Una de esas aprehensiones se realizó en una playa de la ciudad rumana de Tulcea (1.644 kilos). La Operación Beautiful afecta al territorio de más de una Audiencia, motivo por el que los investigados han recurrido a letrados de todo el país, desde el afamado penalista Jorge Novella, en Murcia, a Mario Ruiz, en Madrid, o Alfonso Soler, en Alicante. Todo apunta a que la instrucción judicial será tan voluminosa como la supuesta organización de narcos.