La convocatoria del MIR 2020 ya comenzó a principios de año envuelta en polémica. En el ecuador de su preparación, los aspirantes tuvieron que hacer frente a cambios insólitos en la prueba: 50 preguntas menos, una hora menos para realizarlo, mayor peso del expediente académico en la nota final y menos tiempo para estudiar por el adelanto de la fecha del examen.
La cuestión no se quedo ahí. Luego vino el desorden en las preguntas del test y la desaparición en la prueba de aquellas relacionadas con las asignaturas más importantes de la carrera. Le siguió el error del Ministerio de Sanidad al calificar el expediente de muchos médicos con un 5 cuando no era así. Y ahora, a causa de la pandemia por el COVID-19, la puntilla ha sido diseñar un sistema telemático de elección de plazas para los aspirantes sin garantías y que además, según está planteado, puede dejarles incluso sin plaza de formación sanitaria especializada.
Este sistema de elección, publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado viernes 15 de mayo, ha desatado la indignación entre los más de 7.500 médicos que lograron plaza el pasado enero. Después de una dura prueba de acceso, seis años de carrera y un año de estudio sin descanso para estudiar el MIR, los opositores tienen que hacer frente a un procedimiento online arbitrario, cuando siempre ha sido presencial y en el que el médico podía ver al instante que plazas o no tenía disponibles, en función de lo que iban eligiendo sus compañeros con posiciones anteriores a la suya en la lista.
Este año, según indica el Ministerio de Sanidad, no será así. Los médicos elegirán su plaza —y su futuro— mediante un enlace, al que deberán acceder en el día y hora en la que se les cite. Antes, deberán haber presentado una solicitud por persona que recogerá, por orden de preferencia, todas las plazas a las que desee optar el aspirante [Sanidad no ha puesto, por el momento, límite en el número de plazas demandables]. Una vez así, dicha solicitud solo podrá modificarse por medios electrónicos hasta 12 horas antes del inicio de sesión en la que la persona haya sido citada para el acto de adjudicación electrónica de plazas.
Sin plaza
Una circunstancia que deja a cualquier médico en desventaja, pues si se divide la elección de plaza por día y en horarios de mañana y tarde, como se ha hecho en años anteriores presencialmente, muchos verán como su plaza o las plazas que deseaban, las ha elegido alguien en el turno anterior y no tendrán posibilidad de cambiar su solicitud. De este modo, no elegirán la plaza que más desean y puede darse el caso de que todas las especialidades que hayan presentado en su solicitud, hayan sido ya elegidas con anterioridad o que renuncien a la que les ha sido asignada por descarte. ¿Qué ocurrirá en estos casos? Todo ello, además, sin tener en cuenta que un error en el servidor o en la conexión de internet de cualquier médico pueda poner en juego el futuro de los opositores.
Entre tanto, Sanidad también ha establecido que las plazas que resulten vacantes con posterioridad a aprobarse las relaciones definitivas de adjudicaciones, bien "por renuncia expresa o tácita a los que se les hubiese adjudicado, no se volverán a ofertar en la presente convocatoria", sino en la siguiente. Tampoco lo harán con aquellas sobre las que no se presente solicitud de adjudicación en los actos.
Así, estas plazas de residencia planeadas en distintos servicios sanitarios españoles quedarán desiertas, aún con la situación de crisis sanitaria que vive el país. Y muchos opositores, sobre todo los que se encuentren en los últimos puestos, que hayan solicitado plazas que hayan sido elegidas o rechazadas anteriormente, no tendrán opción de elegir plaza de residencia. Pues según reza el Ministerio, dichas plazas se guardarán para ofertarlas en el siguiente examen MIR.
"Se trata de un sistema a ciegas en el que los errores no van a ser subsanables. Después de que todo se ha retrasado, de la incertidumbre que han vivido, que los traten así... no hay derecho. Todo sumado a que ni siquiera han podido informarse apenas de cómo son los miles de servicios españoles a los que pueden aplicar porque la situación actual no lo ha permitido", denuncia un experto en Formación Sanitaria Especializada a EL ESPAÑOL.
Falta de transparencia
Frente a lo que ha dictado Sanidad, miles de aspirantes han enviado un escrito al Ministerio respetando la opción telemática dada la situación actual, pero exigiendo su mejoría con tal de garantizar que el proceso sea similar al de años anteriores. Esto sería, por ejemplo, permitiendo que los médicos tuviesen la última palabra en la elección de su plaza. "La mayoría de los profesionales implicados apuestan por un sistema con garantías que incluya la elección telemática por lista de preferencias pero que pueda ser ratificado personalmente hasta el último momento; ya sea online, via telefónica o presencialmente en pequeños grupos respetando las medidas de seguridad", demandan.
En la misiva, a la que ha tenido acceso este periódico, los médicos argumentan cuáles son algunas de las desventajas del sistema de elección que proponen desde el Ministerio de Sanidad. En primer lugar, con especialidades como Medicina Familiar y Comunitaria. Estas dos ramas tienen la peculiaridad de que para aplicar a ellas no se escoge el centro directamente, sino la Unidad Docente, esto es la red de centros sanitarios. Así, los aspirantes tienen que prever cuantos compañeros han escogido su unidad docente para ver si aún quedan plazas vacantes. "Esto es dificultoso pero factible si se tienen los datos de adjudicación de plazas justo hasta el momento antes de la elección, pero imposible con el sistema que han establecido", explican los médicos.
Otra de las características en la adjudicación de plazas MIR era que los aspirantes tenían la opción de dejar correr lista, esperando tal vez que la situación de otros médicos que tuviesen un número de orden mayor se esclareciera. Es decir, aquellas parejas o grupos de amigos que esperaban a aceptar una plaza hasta que sus compañeros, estando por detrás, tenían la seguridad de que también podían aceptarla. No obstante, eso no se contempla en el sistema previsto.
Por otro lado, denuncian que este procedimiento online podría ocasionar "una falta de transparencia". El hecho de no tener información previa sobre qué aspirantes elegirán plaza antes que ellos, según demandan, para tomar su decisión hace que el procedimiento pierda "su carácter público", esgrimen los estudiantes.
Servicios afectados
Además, la opción de que los médicos puedan poner en su lista de preferencias la mayor cantidad de plazas posible, implica que les pueda ser adjudicada cualquier plaza y que con bastante probabilidad, el aspirante renuncie a ella. Es decir que se produciría un aumento de renuncias y con ello de numerosas plazas vacantes, puesto que el Ministerio pretende amortizarlas para la siguiente convocatoria en 2021. "Estas plazas son imposibles de cubrir a posteriori y serán arrastradas por los servicios afectados durante el total de años de la residencia (cuatro o cinco), con las consecuencias en la atención y funcionamiento que ello conlleva", critican los médicos.
Por último, los opositores insisten en el peligro que supone que el procedimiento dependa únicamente de medios electrónicos. "Aumenta considerablemente las posibilidades de fallo personal o del sistema y anula las de subsanar o atajar los errores de manera inmediata, dotando al procedimiento de una incertidumbre que no tenía en convocatorias anteriores", apuntan. Los médicos, por el momento, tampoco saben la fecha oficial en la que podrán elegir su plaza ni cuándo podrán comenzar a trabajar.
En cuanto a las demandas efectuadas por los estudiantes, en respuesta a EL ESPAÑOL, desde el Ministerio de Sanidad solo han apuntado que "en todas las convocatorias un número pequeño de plazas se quedan vacantes por renuncia expresa o tácita de aquellos a los que se les hubiese adjudicado o sobre aquellas plazas sobre las que ningún aspirantes presente solicitud de adjudicación".