A mediados de agosto de 2007, una niña murió en Barcelona cuando su terraza se vino abajo por el peso de una piscina hinchable. Entre 2.000 y 3.000 litros de agua hicieron que el suelo (y techo de un cobertizo) cediera y se desprendieran partes de un muro adyacente. Una de las piezas de la pared fue lo que golpeó a la menor y se cobró su vida. Además, otros tres menores resultaron heridos en este accidente.
Los ejemplos de sucesos similares abundan en las hemerotecas, si bien no es habitual que un accidente de estas características se cobre una vida. No son pocos los riesgos de colocar exceso de peso en una terraza, y las piscinas desmontables son una manera fácil de sobrepasar el aguante del suelo.
Si esto es noticia es porque este tipo de piscinas ha experimentado un enorme crecimiento en sus ventas en las últimas semanas. Con las piscinas públicas en un impasse a la espera de qué deciden las autoridades respecto a su apertura, muchas familias han decidido aprovisionarse y montar su propia piscina en casa. El gigante francés de bricolaje Leroy Merlin asegura que las ventas han aumentado un 350% respecto al año anterior, con el riesgo que ello conlleva. Esto es lo que nos espera en el verano del Covid.
No más de 200 kilos
Como cabría esperar no existe una legislación específica para la colocación de piscinas hinchables en una terraza. La ley indica que cada metro cuadrado forjado de una vivienda debe poder soportar un peso de 200 kilos, algo que debería bastar para muebles y personas. De hecho, es bastante común que los arquitectos apliquen márgenes de seguridad para dar una mayor firmeza a las construcciones y que puedan aguantar hasta 350 kilos por metro cuadrado.
Si echamos un vistazo a las piscinas más vendidas este año en Leroy Merlin encontramos la BESTWAY Ø por 249 euros. Este vaso desmontable tiene una capacidad de 9,15 metros cúbicos, lo que traducido en litros de agua (y, por tanto, en kilos) son 9.150. Este piscina abarca un área de 10 metros y medio. Suponiendo que alguien disponga de semejante hueco en una terraza, si la montamos ahí, cada metro cuadrado tendría que soportar 870 kilos, es decir, algo absolutamente inviable.
Otra piscina que se está vendiendo mucho es la INTEX desmontable tubular de PVC. Esta segunda tiene el peso más repartido ya que abarca más de 9 metros cuadrados con un volumen de 1.880 litros. Esto se traduce en que cada metro cuadrado soportaría 208 kilos de peso. Eso implicaría estar muy al límite. Pero ojo, con la piscina vacía. El peso de varias personas podría desencadenar una página en la sección de sucesos. Conclusión: no compre estas piscinas a menos que tenga jardín.
Vacaciones en casa
La web de Leroy Merlin es muy clara en los anuncios de estas piscinas: “Es importante que leas las recomendaciones y precauciones a tener en cuenta a la hora de colocar piscinas portátiles en terrazas y azoteas”. Aún con estas advertencias, las ventas se han disparado de cara al verano. Tanto es así, que Leroy Merlin ha limitado la venta a una piscina por persona. aseguran que es para que todas las familias tengan acceso a una.
“Ya hemos roto las previsiones de venta con respecto al año pasado, más de un 350% de progresión respecto al mismo periodo del año pasado. Este tipo de piscinas suelen tener demanda, pero nunca como este año, ha sido algo excepcional. Si sigue así no sabemos hasta dónde puede llegar, ya que la demanda no para de crecer en todos nuestros canales, tienda física, online y venta telefónica”, declara Álvaro Sánchez, director de mercado jardín en Leroy Merlin España.
“La clave es que estas piscinas son bastante asequibles. Las tenemos desde algo menos de 100 euros hasta algo menos de 1.000”, afirma Sánchez. “Está claro que todos estamos asumiendo que vamos a pasar gran parte de nuestras vacaciones en casa”.
Otra prueba de ello es que también está creciendo mucho la demanda de “barbacoas, tumbonas, parasoles, iluminación exterior.... elementos de decoración y disfrute del exterior principalmente, orientados a pasar tiempo en casa”. El eslogan del verano 2020 fácilmente podría ser algo del tipo España se lo monta en casa por el coronavirus.
Pero como hemos visto, estas piscinas no están exentas de riesgo. “Hay que tener mucho cuidado con la piscina que ponemos y dónde la ubicamos”, asegura David Arias, miembro de la Asesoría Tecnológica del Colegio de Aparejadores de Madrid en declaraciones a El Mundo. “No es lo mismo una piscina para dos niños pequeños que una de dimensiones mayores para una familia completa”.
Niños y precauciones
Respecto a los niños, también conviene tomar precauciones, por absurda que parezca la advertencia. Un estudio publicado en julio de 2011 en la revista Pediatrics reflejaba un terrible dato: cada cinco días un niño se ahogaba en una piscina portátil en Estados Unidos. Esto se debe a que, en gran medida, hay un exceso de confianza por no considerar peligrosas estas pisicinas y se presta menos atención a los pequeños.
Sin ir más lejos, en 2013, siete de cada 10 accidentes de este tipo se produjeron por un despiste de los padres o cuidadores, según la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria. La OMS también coincide en esta advertencia u arroja otro dato: los ahogamientos provocan más de 150 muertes al año.
No hace falta irse muy lejos -ni en tiempo ni en espacio- para encontrar un suceso de estas características. En julio del año pasado un niño de tres años murió ahogado en una piscina de plástico en la localidad de Villalba del Alcor (Huelva). La precaución es la clave para evitar el luto.