Los españoles, este verano, no probarán platos exóticos ni hablarán idiomas –si es que lo hicieron alguna vez–. Tampoco comprarán billetes de avión, cambiarán moneda o montarán en tuk-tuk. Este año, toca quedarse en casa, visitar a la familia en el pueblo o, en el mejor de los casos, coger el coche para ir a la playa. Pero, ¿cuál es el mejor destino? En principio, el menos masificado. “Prácticamente todos los turistas españoles se van a quedar aquí. Sólo el 4% de nuestros encuestados quiere viajar al extranjero. Nosotros lo achacamos al miedo al coronavirus y a que quieren evitar usar transportes colectivos”, reconoce Eva Aranda, directora de estudios de opinión y escucha en redes sociales de Ipsos.
La consigna, por tanto, es quedarse en territorio nacional y, dentro de España, huir de los lugares con una mayor afluencia de turistas. Es decir, entre julio y agosto habría que evitar las provincias de Málaga, Cádiz, Asturias, Valencia, Cantabria, Barcelona, Alicante, Granada, Gerona y Coruña. ¿Por qué? Porque son las más demandadas por los españoles, según certifica un estudio publicado recientemente por Ipsos-THR; y también han sido, tradicionalmente, algunos de los enclaves preferidos por los extranjeros.
Precisamente, Málaga, la primera de estas provincias, está siendo una de las más afectadas por el coronavirus desde que se levantó el estado de alarma el pasado 21 de junio. Un rebrote en un centro de acogida de la Cruz Roja ha vuelto a disparar todas las alarmas. Allí se certificaron 15 casos que, este jueves, ascendían a 89, según datos del Gobierno, que ha catalogado la situación –en palabras de Fernando Simón– como “muy preocupante”.
“Se da la paradoja de que los destinos tradicionales, tipo Benidorm, más masificados, son los que están ofreciendo más y mejores soluciones higiénico-sanitarias (aforos de playas, normativas en los hoteles…) que pueden garantizar la seguridad de los turistas. Aunque, en realidad, te puedes contagiar del virus en cualquier parte, como estamos viendo”, explica Diego Santos, profesor de turismo en Ostelea.
¿Dónde ir, por tanto, entre julio y septiembre? “Una buena opción es elegir un destino secundario entre los primarios. Si vas, por ejemplo, a Sanxenxo, puedes ir a una playa menos ocupada o a Costa da Morte”, prosigue Diego Santos. Por ejemplo, en Andalucía, entre las menos demandadas –y, por tanto, más seguras teóricamente–, están Huelva o Córdoba por encima de Cádiz y de Málaga; en la cornisa cantábrica, País Vasco; y en la Comunidad Valenciana, la provincia de Castellón.
Cambio de fechas
Este año, sin embargo, el 71% de españoles de entre 18 y 65 años que van a hacer algún viaje de más de tres noches han cambiado sus fechas. Los turistas, en masa, no se irán de vacaciones en julio (sólo un 19%), sino en agosto (37%) y septiembre (22%); y otros tantos, ante la situación sanitaria y laboral, reservarán octubre, noviembre y diciembre para escaparse (un 23%). ¿Dónde? Las provincias más demandadas por los turistas en otoño e invierno son, por orden: Málaga, Granada, Barcelona, Asturias, Cádiz, Baleares, Las Palmas, Valencia, Cantabria y Alicante. Es decir, hay que huir de todas estas para evitar multitudes.
“Puede ser el año de apostar por el turismo de proximidad y tratar de hacer otras cosas. Por ejemplo, igual es un buen verano-otoño para ir a Ávila a la Sierra de Gredos; o para visitar los pueblos de la cornisa cantábrica, o para hacer senderismo o rutas…”, recomienda Diego Santos. Y, en efecto, eso es lo que piensan muchos españoles: “En 2019, la ocupación en turismo rural estuvo en torno a un 30% y este verano se espera que se incremente hasta un 50-60%”, certifica Rafael Gallego, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV).
¿El problema? “Los viajes, en general, este año, están subiendo. Algunos alojamientos están cerrados y otros no pueden estar completos. Por eso suben”, explican desde la agencia de viajes Arganzuela. De ahí que, algunos de esos destinos secundarios, en una búsqueda rápida, estén por encima de su precio habitual. Así es, por ejemplo, en Rumbo, donde han seleccionado seis pueblos a visitar: Potes (160€) Cadaqués (198€), Puebla de Sanabria (120€), Ronda (137€), Ciudad Rodrigo (95€) y Trujillo (111€). Sin duda, lugares muy recomendables, pero con un coste superior este verano.
Comunidades con más afluencia
Pero las preferencias –siempre en caso de que el objetivo sea evitar multitudes– se pueden acotar todavía más. Según el estudio Ipsos-THR, las Comunidades Autónomas más demandadas son: Andalucía (26%), Cataluña (11%), Comunidad Valenciana (10%), Castilla y León (8%), Galicia (8%), Asturias (6%), Cantabria (5%), Aragón (4%), País Vasco (4%) y Madrid (4%).
En Andalucía, de hecho, Málaga y Almería se llevan la palma en cuanto a reservas, según los datos ofrecidos desde Weekendesk a EL ESPAÑOL. Al igual que pasa en Cataluña, donde Gerona “se ha convertido en el principal atractivo una vez terminado el confinamiento”; y en la Comunidad Valenciana, donde Alicante brilla por encima de Benidorm o Gandía.
En base a esos datos es fácil deducir cuáles son las Comunidades más seguras para ir de viaje –aunque, obviamente, su turismo no sea de playa. En principio, algunas de las menos demandadas y, por lo tanto, con menos afluencia de público son: Castilla-La Mancha (apunten Cuenca y Toledo), Navarra (Pamplona), La Rioja (Logroño), Extremadura (Cáceres, Badajoz y Mérida), Ceuta, Melilla y, sobre todo, determinados enclaves de las Islas Canarias y las Islas Baleares, pues, aunque sean las preferidas de los extranjeros, no están (salvo Las Palmas, entre octubre y diciembre) entre las opciones de los turistas españoles.
“Parece que los destinos peninsulares van a mantenerse e incluso subir, pero no los insulares, que van a caer por el miedo que hay a coger un avión”, aventura Diego Santos. De ahí que, salvado el vuelo, Baleares y Canarias sean, probablemente, algunos de los destinos más seguros. “La Palma, la Gomera o el Hierro son buenos lugares para pasar las vacaciones. O Fuerteventura, donde puedes mantener de sobra la distancia de seguridad en la playa”, recomienda Rafael Gallego.
Menos turismo extranjero
“España es un país seguro”, insiste Rafael Gallego, una y otra vez, en conversación con EL ESPAÑOL. Así es y así ha sido durante mucho tiempo. Sin embargo, este año, el efecto coronavirus ha ahuyentado a una gran parte del turismo extranjero. En total, se estima que 52 millones de personas dejarán de visitar España este 2020. “La idea es que los destinos de sol y playa consigan mantener a flote a todo el sector de cara a los próximos años”, prosigue Rafael.
Para intentar que así sea, el sector del turismo ha puesto en marcha rutas seguras (como la de Alemania a las Islas Baleares) y ha promovido sellos que ofrezcan garantías a los turistas. Desde el ICTE (Instituto de Calidad del Turismo de España) están llevando a cabo auditorias externas con el fin de evaluar los alojamientos (hoteles, albergues…) y poder otorgarles el sello de Safe Tourism a razón de entre 200 y 400 euros.
Sin embargo, todas estas llamadas a la calma no van a evitar que el sector turístico se desplome este verano. Se estima que en este 2020 sólo van a visitar España 32 millones de turistas (frente a los 83,7 millones de 2019). Lo que supone para el país perder 92.000 millones de euros y, posiblemente, 725.000 trabajadores. Un balance que, desde luego, se tratará de compensar con los turistas nacionales, ya sean en esos ‘lugares a huir’ o entre los muchos pueblos recónditos que se esconden tanto en la península como en las islas.