El parricidio ocurrido en el distrito madrileño de Chamberí pudo estar precedido de un intento de suicidio de Vicente Hernández Rodríguez. Aquel sábado 20 de junio, el joven Míster España Pacific World 2017 padeció un brote psicótico en el que medió su padre de manera trágica porque perdió la vida a manos de su propio hijo. Esta es una de las hipótesis que maneja la Policía Nacional a tenor del historial clínico del modelo y además es lo que se intuye en la carta que su hermana melliza ha hecho llegar en exclusiva a EL ESPAÑOL. “Con este mensaje quiero aclarar que lo sucedido fue un accidente, un accidente por amor. Ambos se querían con locura y mi padre pretendía evitar lo que jamás habría podido soportar, perder a su hijo del alma”, tal y como refleja la misiva.
Ese funesto sábado el cabeza de familia, Vicente Hernández García, quería acompañar a su hijo a un casting en la capital de España. De forma que padre e hijo viajaron juntos desde Lorquí hasta Madrid donde el veinteañero había estudiado interpretación para ampliar sus opciones laborales como modelo y actor. En un piso del número 8 de la calle Gaztambide en el distrito de Chamberí les esperaba un familiar para darles alojamiento. Cuando cayó la tarde Vicente comenzó a sentirse mal, se dio una ducha y se metió en su habitación para descansar. Lo siguiente que sucedió fue una tragedia que ha sumido en el dolor a familiares y vecinos de la citada localidad murciana.
Las diligencias policiales, según ha podido saber este diario, recogen que ese día el modelo sufrió “un brote psicótico”. Por ello, los investigadores no descartan que el parricidio se produjera en el transcurso de una supuesta disputa en la que el padre trató de evitar que su hijo se autolesionase, incluso que intentase suicidarse durante un episodio en el que sus facultades mentales estaban alteradas. Tanto en la habitación como en la cocina había evidencias de un violento forcejeo entre ambos porque llegaron a romper una mesa.
La disputa acabó de forma sangrienta en la cocina. Allí los gritos de la pelea se escucharon por el patio de luces y alertaron a los vecinos que llamaron al 112. Cuando la Policía Nacional llegó al bloque y llamó a la puerta del piso se topó con una escena dantesca: un joven corpulento les recibió en ropa interior y con numerosas manchas de sangre por el torso. Vicente dejó pasar a los agentes, se salió a la escalera para sentarse y comenzó a decir frases incoherentes: “El demonio tiene poseído a mi padre”, “Me ha intentado atacar mi padre, no sé si lo he matado, pero me ha atacado porque lo tiene poseído el demonio”... Esa era la realidad que presuntamente dibujaba su mente, pero la que veían los policías era más dura: un hombre, de 58 años, se desangraba por los cortes sufridos con un cuchillo de sierra por el cuello, la mejilla, los brazos...
El goteo de agentes que llegaban para tomar el edificio era continuo y Vicente de repente salió corriendo escaleras abajo: tuvo que ser reducido en la calle por media docena de policías nacionales. Entretanto, los sanitarios certificaban la muerte de su progenitor por una parada cardiorespiratoria fruto del corte que presentaba en el cuello. El modelo tras ser detenido no pasó por dependencias policiales porque fue trasladado directamente al Hospital Clínico San Carlos donde fue sedado. Posteriormente fue evaluado psicológicamente por los facultativos y a día de hoy todavía no ha prestado declaración en los juzgados madrileños porque permanece ingresado, bajo custodia policial, en el área psiquiátrica del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid.
Vicente sigue sin ser consciente de que es el autor material de la muerte de su padre: ese hombre cariñoso, del que heredó parte de su belleza y al que todos los vecinos de Lorquí llamaban con cariño Vicente El Picolo por su trabajo como electricista.
Padeció un brote en un avión: “Soy dios”
EL ESPAÑOL ha podido saber que el prometedor modelo e intérprete que llegó a aparecer de extra en la afamada serie de Netflix La casa de papel tiene problemas mentales desde el 1 de abril de 2016. Vicente padeció su primera crisis a los 21 años cuando el Servicio Murciano de Salud emitió el siguiente diagnóstico: “Trastorno psicótico agudo bipolar”. Los facultativos detallaron que el joven padeció “un episodio maniaco con síntomas psicóticos, con predominio de ideas delirantes”.
A partir de ese momento comenzó a luchar contra su enfermedad, sin dejar de recibir el aliento de su padre, su madre y su hermana melliza con la que mantenía una estrecha relación. Vicente jamás se rindió: siguió acudiendo al gimnasio a machacarse con un preparador físico porque quería sacarse las oposiciones a la Policía Nacional. Por el camino, una amiga le sugirió que se presentase al certamen de Míster España Pacific World 2017 que se iba a celebrar en Córdoba y acabó ganando un billete para representar a su país en Sudamérica donde se celebraría el concurso para elegir al hombre más guapo de la Tierra. Sus padres fueron los primeros en felicitarle y abrazarle en la ciudad andaluza.
El 27 de mayo de 2017 no pudo ganar el certamen Pacific World y todo ese estrés salió en el viaje de vuelta: en pleno vuelo entre Perú y Madrid padeció un brote psicótico en el que trató de quitarse la vida. Este diario ha podido saber que empezó a gritar en el avión: “¡Soy Dios!”. Nada más aterrizar en el aeropuerto de Barajas -el 30 de mayo- fue trasladado al Hospital Ramón y Cajal donde permaneció ingresado antes de regresar con su familia a Lorquí. Solo unos días después, el 3 de junio, la pesadilla se repitió: “Trastorno bipolar en fase maniaca, con tendencia a la autolisis (suicidio)”. Este brote fue uno de los más duros porque Vicente permaneció ingresado quince días en la Unida de Psiquiatría del Hospital Morales Meseguer de Murcia.
Debía tomar litio
Desde entonces ha estado obligado a seguir un tratamiento a base de fuertes fármacos, como el litio, y periódicamente asisía a consulta al Área de Salud Mental de Molina de Segura. A pesar de elIo, Vicente nunca abandonó su sueño de abrirse camino en el difícil mundo de la moda y la interpretación. Tampoco dejó de recibir el apoyo de su familia. De ahí el fatídico viaje a Madrid que el cabeza de familia realizó el sábado 20 de junio para acompañar a su hijo a un casting.
Otra prueba del apoyo de sus seres queridos es el hecho de que la madre del modelo ha recurrido al experto penalista Mariano Bo para defender a Vicente: aquel adolescente al que los vecinos de Lorquí veían como la gran esperenza local para pasear el nombre de este pueblo de poco más de 7.100 habitantes por el mundo del ‘Prêt-à-porter’ y el celuloide tras ser nombrado el más guapo de España. El mencionado letrado no ha querido ofrecer declaraciones a EL ESPAÑOL: solo se ha limitado a facilitar la carta que su hermana ha escrito para aclarar que lo sucedido no es un parricido al uso.
“No me he pronunciado hasta la fecha porque es tan grande el dolor que me produce la pérdida de mi padre, el amor de mi vida, que me faltan fuerzas. También, por respeto a mi madre, mujer muy prudente y tradicional, superada por la situación de perder a su marido, su gran apoyo, y la lucha por su hijo. Por desgracia, en este momento de sensacionalismo y morbo, el dolor de las personas siempre queda en un segundo plano”.
Alegato en defensa de su hermano
La misiva de la joven prosigue con un emocionado alegato en defensa de Vicente para desmentir algunas afirmaciones publicadas por medios de comunicacion sobre la relación que mantenía con su padre: “Mi hermano es la mejor persona que he conocido en mi vida, mi mellizo, mi media naranja, a quien quiero más que a mi propia vida. Por eso, escribo esto entre lágrimas, porque me parece una injusticia que la gente etiquete, invente, juzgue y diga la cantidad de barbaridades que se han dicho sobre mi hermano, cuando nadie, excepto mi familia, conoce la verdad”.
“Es muy triste haber perdido a un ser tan querido como mi padre. Todo aquel que tuvo el placer de conocerle lo amó por su sonria, sus ganas de vivir, por la necesidad que siempre tenía de agradar a todo el mundo, y sobre todo, por el amor incondicional hacia su mujer y sus hijos. Es aún más triste no poder velarlo como él se merece. Mis pensamientos ahora están con mi hermano, la mejor persona del mundo, como anteriormente decía y, probablemente, el que más esté sufriendo con toda esta situación. Solo mi madre, mi padre y yo sabemos lo mal que lo ha pasado en los últimos años”.
“Con este mensaje quiero aclarar que lo sucedido fue un accidente, un accidente por amor. Ambos se querían con locura y mi padre pretendía evitar lo que jamás habría podido soportar, perder a su hijo del alma. Todos los padres quieren a sus hijos, pero soy incapaz de transmitir con palabras la devoción que sentía por nosotros, sus pequeños, aunque ya no lo fuéramos tanto”.
“Yo, que he heredado el carácter de mi padre, sé que me lo está pidiendo a gritos desde el cielo. Él nunca habría permitido que esto sucediera, por este motivo escribo estas palabras en su memoria: él lo hubiera querido así. No pretendo cambiar la visión o el concepto de nadie. Por ello, pido respeto por mi familia, por mi hermano y por mi padre, que está llorando en el cielo”.