Al otro lado del confesionario de la parroquia de la Virgen Madre, en la zona de Nueva Andalucía de Marbella, pronto habrá una cara diferente para ofrecer consuelo y escucha. Desde hace tan sólo unos días ha habido un cambio al frente de la Iglesia. Ya no es el cura del pueblo don Pedro. Ahora es don Ramón.
Ni uno ni otro son desconocidos, más allá de su labor clerical. Pero ni el antiguo ni el nuevo responsable de la iglesia de Puerto Banús, una de las zonas más exclusivas de la Costa del Sol, donde se arremolina el famoseo patrio junto a los petrodólares, son ajenos a la presencia de las cámaras y los flashes. No por su rebaño, sino por ellos mismos.
Porque don Pedro es Pedro Villarejo Pérez, hermano mayor del mítico excomisario de la Policía Nacional, principal urdidor de las cloacas. Y don Ramón es Ramón Tejero Díez, el hijo del teniente coronel de la Guardia Civil que protagonizó el intento de golpe de Estado de 1981.
Vidas paralelas
El nombramiento se oficializó hace unos días. Lo hizo el propio obispo de Málaga, Jesús Catalá, de conocida tendencia conservadora. Pero los turistas y curiosos que se asomen este verano a la Virgen Madre, una de las tres parroquias que hay en Marbella, aún no verán al hijo del golpista: el movimiento se hará efectivo con el nuevo curso, en septiembre, según ha podido saber EL ESPAÑOL.
Lo cierto es que ambos dos son más que conocidos por su labor en la Diócesis de Málaga. Su trayectoria enraíza profundamente con la provincia andaluza, aunque no han compartido destino, ni se habían cruzado antes: uno principalmente se mantuvo en la zona este, más próxima a Granada, y el otro era un habitual del área oeste de la Costa del Sol.
Tejero era el líder espiritual en La Cala del Moral, primero, y de Totalán, después, donde estuvo al frente de la iglesia durante el rescate frustrado del niño Julen. También fue destinado a Mijas. Villarejo fondeó Estepona, donde fue muy querido por los feligreses, y finalmente recaló en Marbella, ciudad que ahora abandona.
Pero uno ha sido considerablemente más mediático que el otro. Aunque Villarejo sea un habitual de las tertulias de Cope Marbella y un autor prolífico sobre fe, mística y moralidad, es Tejero el que ha protagonizado, por méritos propios o de rebote, alguno de los episodios más relevantes para España en los últimos años.
Moncho, el Tejero más mediático
Más allá de su labor teológica, Ramón Tejero, Moncho para sus allegados, no duda en comentar habitualmente la actualidad política, mostrando una opinión cercana a la ultraderecha. Pero quizás su imagen más reciente en el imaginario popular sea cuando se acercó al panteón de Mingorrubio, en El Pardo, para oficiar las exequias privadas ante la familia del dictador Francisco Franco cuando fue exhumado, hace ahora algo menos de nueve meses.
Allí se desplazó acompañado de su padre, el golpista Antonio Tejero. No fue la única: una de ellas fue cuando invitó a su padre, protagonista del fallido golpe de estado del 23-F y condenado a 30 años de cárcel- a los actos del doce de octubre que el Instituto Armado celebró hace un par de años en Rincón de la Victoria (Málaga), donde él vive y también oficia misas.
Por las redes sociales circuló un vídeo en el que se podía ver el ex teniente coronel de la Benemérita en una comida, brindando con vino. Y en el que se le presenta como "garante de la unidad de España" y se hace alarde del "honor de Antonio Tejero", su "valentía, coraje y arrogancia" y se elogia entre gritos de "viva el teniente coronel Tejero", "viva España", "arriba España" y "viva la Guardia Civil".
El párroco Ramón Tejero hizo caso omiso a las críticas y publicó un mensaje en sus redes en el que aseguraba que él había sido quien le había invitado a la comida y a los actos de la Guardia Civil, y "lo iba a seguir haciendo siempre".
Otra ocasión en la que también estuvo bajo el foco de los medios de comunicación fue cuando mostró su apoyo a un transexual, al que el obispado de Cádiz negó poder ser el padrino de bautismo de su sobrina. "Todos somos Cristo vivo en este mundo y no importa ni la raza ni el sexo", fueron las palabras que Tejero le dedicó, citando a Teresa de Calcuta.
Ramón Tejero estudió Filosofía y Teología en el Seminario Mayor de Toledo y posteriormente se desplazó a la localidad peruana de Cuzco, donde permaneció casi dos años. Se ordenó sacerdote el día de Reyes de 1989 -ya ha cumplido sus bodas de plata- y también fue candidato a diputado por Valencia en las listas de Solidaridad Española, el partido fundado y liderado por su padre desde la cárcel, cuando cumplía condena por el 23-F, y cuyo eslógan era “¡Entra con Tejero en el Parlamento!”.
El Villarejo místico, muy discreto
Pedro Villarejo, en cambio, tiene un perfil más discreto. Escritor -cuenta con 23 libros firmados-, estudió Teología en la Universidad de Granada y se ordenó sacerdote en 1974. Recaló en diversos puntos de la geografía andaluza antes de marcharse a Argentina, donde residió justo antes de volver a Málaga.
Su obra, esencial -según los expertos- para todo aquel que estudie mística religiosa, especialmente lo centrado en Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, ha sido ampliamente reconocida. Entre otros premios, en 2007 ganó la 54 edición del Premio Ateneo de Valladolid con la novela histórica La luz mentida. Memoria y cárcel del Arzobispo Carranza. La novela histórica La hora deseada. Últimos días de Santa Teresa, se alzó con el premio centenario de la Editorial Espiritualidad. También compaginaba sus sermones con las clases en un instituto público.
Pedro Villarejo rehúsa hacer cualquier tipo de comentario sobre su hermano José Manuel. Pero lo cierto es que la Policía Nacional encontró en el edificio del que fuera su domicilio en Estepona una caja fuerte con 300.000 euros, un disco duro de gran capacidad, pasaportes en blanco y diversos lingotes de oro. Pedro ya no vivía allí -residía en Marbella-, pero Estepona era el centro de operaciones de su hermano.
Independientemente de todo, en Puerto Banús los fieles siguen atentos a su palabra. Causa sensación. Pero en breve Dios tendrá otro vicario en esta zona marbellí. Este verano, tanto Villarejo como Tejero serán quienes les dejen libres de pecado.