Localizamos al grupo de exmilitares que escribe los mensajes patrióticos que recibes por WhatsApp

Seguro que alguna vez le ha ocurrido. Le vibra el móvil y al abrirlo ve un mensaje en WhatsApp que trata un tema de actualidad. Muchas veces va cargado de exclamaciones y mayúsculas, negritas y emojis. A veces, incluso, llevan la capciosa frase “esto no lo verás en los medios”. Todo lo que ayude a captar su atención. En la parte superior del mensaje podrá ver una flecha junto a la palabra “reenviado”. Estos mensajes virales son una constante en la aplicación de mensajería y no están exentos de polémica por su enorme carga de ideología y, en muchos casos, por ser bulos.

Uno de los factores que hacen a estos mensajes tan poco fiables es que no citan la fuente de la que procede la información. Whatsapp, consciente de esto, ha implementado una nueva medida para que el usuario pueda conocer el origen de ese mensaje.

A partir de ahora, cada vez que nos reenvíen un mensaje que contenga un vínculo a una noticia, justo a su derecha aparecerá un botón en forma de lupa. Al pulsarla, WhatsApp buscará la noticia en cuestión directamente en el navegador de nuestro móvil.

EL ESPAÑOL ha puesto a prueba este nueva herramienta ya disponible en la red social y ha descubierto el origen de muchos mensajes de carácter ultraderechista. Como se puede ver en las imágenes que hay sobre estas líneas, algunos de estos mensajes virales —son muy opinativos, pero no llegan a ser bulos— dirigen a la Asociación de Militares Españoles, una web de marcado carácter conservador y patriótico manejada por exmilitares.

Al acceder a esta página nos toparemos con un portal de noticias y contenidos relacionados con el ejército y cargado de críticas al Gobierno de Pedro Sánchez. En la parte superior hay una pestaña de “Quiénes somos”. Clic.

Mucha historia y poco nombre

Lo primero, los principios, por redundante que suene. Son cuatro los pilares ideológicos en los que se sustenta esta asociación: amor a España, lealtad a la Fuerzas Armadas, respeto a nuestra profesión y a la dedicación a la vida militar y cumplimiento de la legalidad vigente.

Después, la historia. “AME fue creada el 29 de octubre de 1987 e inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior el 20 de julio de 1988, con el Número Nacional 80.680 y el nombre de Hermandad de Personal de las Fuerzas Armadas en Situación de Reserva Transitoria”, explica la web.

Posteriormente, según explican, una ley hizo que desapareciera la reserva transitoria del ejército, por lo que la asociación cambió su nombre a Hermandad de Personal Militar en Situación Ajena al Servicio Activo (HEPERMISA). El nombre actual fue adoptado en 1998, junto con la medida de incluir en sus filas a todos militares que así lo deseen, incluidos guardias civiles y cuerpos comunes.

La AME está inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior, tal como afirma la web y ha comprobado este periódico. Al final, una declaración de intenciones: “Como asociación de militares, libre e independiente, su objetivo es la persecución de la satisfacción de los derechos e intereses sociales, económicos y profesionales de sus socios y el prestigio de la Institución Militar”. Todo claro, pero ni un solo nombre de quiénes mandan ahí.

Un excoronel del Ejército del Aire

Este periódico ha podido dar con la identidad del vicepresidente de esta asociación: se llama Ángel León Díaz Balmori y es coronel retirado del Ejército del Aire. En su perfil de Linkedin asegura que está “jubilado por edad pero desearía seguir trabajando”.

Él mismo cuenta sobre su trabajo: “He desempeñado una gran cantidad de cargos directivos, desde ejecución hasta dirección en muy diferentes actividades, que abarcan desde la enseñanza, la gestión operativa, la diplomacia, la gestión de crisis, la gestión de la ayuda en emergencia, la colaboración en publicaciones.... y unos 49 años y 11 meses dedicados a la Patria sin un dia de descanso”.

Su Facebook, en cambio, es un rosario de tópicos asociados tradicionalmente a la derecha conservadora: el rey, el ejército, la tauromaquia, el catolicismo, la bandera… todo ello se da cita en el muro del exmilitar.

EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con él. Al otro lado del teléfono, suena la simpática voz de este enigmático personaje del que conocemos casi todo, menos su aspecto.

—Ah, de El Español. Sí, hemos compartido algunas cosas suyas. Dígame.

—Mire, coronel. Hemos visto que gran parte del contenido que ustedes crean en la web de AME luego acaba en mensajes difundidos de WhatsApp. Dígame, ¿ustedes envían cadenas de WhatsApp?

—No, no. Nosotros no las enviamos. Es más, estamos quejosos porque siempre que se habla del famoso manifiesto sobre Franco se dice que fue difundido por AME y nosotros nos limitamos a ponerlo en nuestra web después de que se publicara en muchos medios nacionales.

El manifiesto al que se refiere el excoronel es un escrito firmado por cerca de 200 militares en el que se ensalzaba la figura de Francisco Franco en su faceta militar, “dejando de lado la política”, matiza Díaz Baldori. Este documento, firmado en agosto del año pasado, generó mucho revuelo e incluso llegó a tratarse en el Congreso de los Diputados.

Bien es sabida la intención del Gobierno de Pedro Sánchez de ampliar la Ley de la Memoria Histórica con el fin de prohibir aquellas asociaciones que ensalzan la figura del dictador, como la Fundación Nacional Francisco Franco o incluso la AME. De momento, esa reforma solo ha quedado en palabras.

Volviendo al tema que nos ocupa, el excoronel asegura que los mensajes que provienen de la web de esta asociación no son difundidos por la misma. Son terceros quienes lo comparten. “Los difunden además, sin mencionar que provienen de la web de AME”, se queja. “Nos parece incorrecto porque nosotros siempre que ponemos algo lo acompañamos de la fuente porque queremos dejar claro que no nos hemos inventado nada”.

Aunque los mensajes difundidos tienen una fuerte carga ideológica, bien es cierto que en ellos no se incluyen informaciones taxativamente falsas, es decir, no son bulos. “No mantenemos correspondencia con nadie ni difundimos nada”, zanja el excoronel.