La doctora Natalia Prego se emociona en mitad de su intervención. Está impartiendo una conferencia sobre la Covid-19 junto a otros médicos negacionistas en un hotel de Sabadell. La médica casi se rompe cuando exige “el desconfinamiento inmediato del pueblo argentino” y cuando recuerda a la gente “de Venezuela, que está confinada hasta enero de 2021 [“uhhhh”, murmullo de desaprobación entre el público], de Perú, que están confinados de forma casi indefinida. (…) Desde aquí le tendemos la mano a nuestros hermanos sudamericanos. ¡Fuerza, fuerza, fuerza!” concluye con un grito quebrado y a punto de llorar, mientras el público entregado rompe en aplausos.
Ya está aquí: el populismo médico. Se hacen llamar “Médicos por la verdad” y es un grupo de doctores negacionistas de la covid que arrancó en Madrid hace menos de un mes, pero que ya se ha extendido como un reguero de pólvora por toda América Latina: Ecuador, Venezuela, Argentina, Uruguay, México, Paraguay y Guatemala de momento. Su origen está en un grupo de médicos alemanes y su discurso es incendiario: negación de la pandemia, teorias conspiratorias, mensajes emotivos, anuncios inquietantes, mucha emoción, muchos aplausos, mucha fibra tocada, nada de mascarillas entre los asistentes… y un número de seguidores que crece día tras día de forma exponencial.
“Médicos por la verdad” y su discurso contra el confinamiento y las mascarillas arrancó oficialmente en nuestro país el 25 de julio, con una polémica rueda de prensa en Madrid. Sus fundadores llevan un mes recorriendo España de punta a punta difundiendo su mensaje. La primera conferencia fue en Sabadell, después llegó Lugo, más tarde Totana (Murcia), y esto es solamente el principio. Su cabeza visible, la doctora gallega Natalia Prego Cancelo, ha conseguido rebasar en un mes los 50.000 suscriptores en su canal de Youtube. Muchos más de los que logró con la publicación de su libro pseudomédico “Aceptando el reto de sanar”.
Pero Natalia Prego no está sola. Entre los fundadores del grupo hay un médico militar alemán, un doctor de Formentera conocido como el “médico antimascarillas” (ya expedientado por el Colegio de Médicos), un galeno jubilado de Zaragoza que dice sentir vergüenza del sector medico o una cirujana murciana que tiene un postgrado en homeopatía, que que asegura que no hay pandemia y que lo que se han practicado en las residencias de ancianos han sido eutanasias. Así, hasta casi doscientos médicos de todo el país, que ya se han adherido a este grupo que persigue convertirse en el respaldo médico a esa teoría conspiratoria que cada vez cala más entre la población.
Se expanden como virus
El primer acto público de “Médicos por la verdad”, el fundacional, se celebró el 25 de julio en el Palacio de la Prensa de Madrid. La siguiente charla tuvo lugar en el Hotel Catalonia de Sabadell (Barcelona) el 7 de agosto. El anuncio previo, subido a la cuenta de Youtube de la doctora Prego, es inquietante cuanto menos. Una música triste de piano y vientos acompaña a unas imágenes de campos con flores que podrían estar extraídas de una cinta de VHS, por su pésima definición. Figuras pixeladas, planos de gaviotas y pantanos. Parece un anuncio de un telepredicador en los 80. Y de repente aparece la doctora Natalia Prego. Sobre un fondo blanco y con su voz más profunda, explica en qué va a consistir su conferencia.
La convocatoria fue un éxito. La sala de conferencias, abarrotada (dentro de lo que ahora puede considerare abarrotado, con las actuales limitaciones de aforo). Ni una mascarilla entre el público o los ponentes. Y la conferencia, con muchos problemas tecnicos. “A ver si hay un informático por aquí” pide la doctora Prego en mitad de la charla. Está intentando que entre por vídeoconferencia el médico argentino Mario Borini. Ya tenía previsto hablar el día de la presentación en Madrid, pero no pudo hacerlo por cuestiones de tiempo y se quedó con la palabra en la boca. En la conferencia de Sabadell, Borini lo vuelve a intentar. Pero hay un problema con la llamada. Él habla, pero nadie le oye. Cortan la conexión. “El día que intervenga va a ser impresionante”, anima Natalia Prego. Y todos aplauden, imaginándose el día en el que el doctor Borini finalmente pueda explicar algo.
Las prisas tienen estas complicaciones, pero también sus ventajas. Porque es una de las características de este grupo que acaba de nacer: la velocidad a la que crece. En un mes se han convertido en referente entre los negacionistas de todos los países de habla hispana. En el respaldo científico de su teoría. En un solo día improvisan una conferencia donde son capaces de congregar a centenares de personas. En cualquier punto de España. Lleno en Galicia, Madrid, Cataluña y Murcia. Y algunos se hacen muchos kilómetros para estar. A la de Sabadell se desplazó gente hasta de Lérida.
En las conferencias, que se celebran en hoteles, participan médicos de todo el mundo que dan su particular versión de lo que está sucediendo. Defieden que sus teorías también son científicas y atacan todas las normas contra los contagios que se están adoptando. Se refieren a las mascarillas como bozales. Alertan de que la pandemia es falsa y que no es más que la herramienta que tienen los gobiernos para controlar y limitar la libertad de las personas. Enardecen a las masas a base de comspiraciones y consignas. Pero, ¿quienes son estos médicos que han conseguido convertirse en el referente de los negacionistas? ¿Quién lo paga? ¿Quién hay detrás?
Natalia Prego Cancelo
Médico de familia
Villagarcía de Arousa (España)
“No se puede dejar de vivir por el miedo a morir”
Natalia Prego es una médica de familia gallega nacida en 1972. Se licenció en Santiago de Compostela en 1998 y realizó la especialidad médica de Medicina de Familia y Comunitaria en Oporto (Portugal) desde el año 2000 hasta febrero del 2003. Dice en su biografía que unos años más tarde cayó enferma, víctima del síndrome del ‘burn-out’ (estar quemada), y que eso la llevó “a adentrarse en un mundo desconocido para ella pero imprescindible para su curación. A través primero de la práctica del Yoga y después del estudio de la Kinesiología, Antroposofía, la terapia Zen y el Reiki, llega a la certeza de que el ser humano es una unión de cuerpo y espíritu”.
Con ese espíritu pseudocientífico publicó en 2018 el libro “Aceptando el reto de sanar”, que pasó sin pena ni gloria por las librerias hasta que nos adentramos en la pandemia; ahora, sus ventas han repuntado como rebrote en Lleida. La doctora Prego se hizo viral por un audio con numerosas afirmaciones falsas sobre el coronavirus. A partir de ahí pasó a convertirse en una de las imágenes más conocidas del negacionismo. Ella es la cabeza visible de un movimiento que se acaba de crear en España pero que en realidad nació en Alemania. Uno de esos creadores, Heiko Schoening, también estuvo en el acto fundador del movimiento español.
Heiko Schoening
Médico militar
Hamburgo, Alemania
“Ahora se puede ver con claridad que estamos dominados por criminales”
A principios de la pandemia, un grupo de unos 200 médicos alemanes y austriacos fundaron una plataforma diez semanas atrás, “para que la gente entienda la situación que estamos viviendo”, explicaba en el acto fundacional de Madrid el doctor Heiko Schoening. Un médico militar de Hamburgo que se ha convertido en su país en una de las voces públicas más críticas con las medidas adoptadas por su gobierno. Contrario a las mascarillas, al confinamiento y a cualquier tipo de medida de seguridad.
Aquella plataforma fue el embrión de “Médicos por la verdad” y cuenta en el país germano con una red de “quinientos médicos y doscientos mil colaboradores que apoyan este proyecto, denunciando todas las exageradas medidas que se están tomando con respecto al covid, ya que no existen pruebas médicas que las justifiquen de alguna manera”,explicaba en Madrid Schoening, que se ha implicado a fondo en la apertura de esta sucursal español: “ bueno que se haya fundado la plataforma para que podamos unirnos todos para que la verdad sobre este asunto salga a la luz. Ahora se puede ver con claridad que estamos dominados por criminales”.
Ángel Ruiz Valdepeñas
Avilés (España)
Médico de Familia
“Hay mortalidad por confinamiento y mascarilla, lo he vivido con mi propio padre”
Conocido como el “médico antimascarillas”, este médico de familia que reside y trabaja en Formentera fue el encargado de leer el manifiesto “No al bozal”, en uno de los actos negacionistas que le han convertido en una de las imágenes más populares del movimiento. Defiende abiertamente que el virus fue creado por el hombre, y que “hay un entramado de entidades supranacionales que mueven el mundo con unos pocos hilos y controlan la prensa. Los países hemos perdido la independencia. Han anunciado otro ataque biológico, con fechas”.
Se hizo popular por su cruzada encarnizada contra las mascarillas que, según él, causan más enfermedades que el coronavirus: “Hay mortalidad por mascarilla y confinamiento, lo viví con mi propio padre. Un niño murió en China haciendo ejercicio con la mascarilla. Y cuando un conductor pasa ocho horas con mascarilla, sus reflejos no son los mismos. Sube el CO2 y baja el oxígeno, puedes tener mareos y desmayos.”, le explicaba al Diario de Mallorca. El Colegio de Médicos le abrió un expediente a causa de sus declaraciones y sus posturas contrarias a las medidas de prevención del contagio. Tras ello, subió una serie de vídeos pidiendo dinero para poder fundar la plataforma “Médicos por la verdad”, tal y como contaba Periódico de Ibiza. Los donaciones son, aseguran, la única forma de financiación de este grupo.
María José Martínez Albarracín
Murcia (España)
Cirujana y posgrado en Homeopatía
“Ni siquiera sabemos si existe el virus; somos víctimas de un atentado”
La doctora María José Martínez Albarracín es tal vez la que tiene el currículum médico más dilatado: licenciada en Medicina y especializada en Cirugía por la Universidad de Murcia, es catedrática de procesos diagnósticos clínicos. Pero su formación adicional está prácticamente copada por las terapias alternativas y pseudocientíficas. Cuenta, por ejemplo, con un posgrado en Homeopatía.
La doctora Martínez Albarracín es una de las fijas en todas las conferencias de “Médicos por la verdad”. De discurso fluido, aparece siempre por videoconferencia. Su visión de la Covid-19 es que “ni siquiera sabemos si existe el virus”. Por ende, cree que los test PCR no dan más que falsos positivos, y es la más crítica por el hecho de que no se hayan practicado autopsias a los muertos con covid. Cree que hay estudios estadísticos que correlacionan con bastante probabilidad la vacuna de la gripe con el COVID-19, e incluso con la implantación del 5G. Y respecto a la alta mortalidad registrada en las residencias durante la pandemia, asegura que lo que se han practicado han sido “eutanasias”.
Rafael Gazo Lahoz
Médico de familia
Zaragoza (España)
"Las mascarillas son bozales putrefactos que no sirven para nada"
Este médico de familia de Zaragoza ha estado 25 años coordinando un centro de salud en la capital aragonesa. Ahora está jubilado, pero sigue manteniéndose activo en el ámbito médico. Especialmente tras la pandemia. Su cruzada se dirige al uso de las mascarillas: "Las mascarillas obligatorias por la calle, son una barbaridad. Los médicos lo saben, y los médicos callan. Y si alguno cree lo contrario, lo siento, no tiene ni idea de medicina. Estoy harto de tanta iniquidad", asegura.
Defiende que las bacterias adheridas a la mascarilla sí que van a generar enfermedades. Su discurso es el más beligerante, especialmente contra los médicos de su comunidad: "¿Qué hace el Colegio de Médicos de Zaragoza, callado como un muerto ante esta increíble barbaridad? Los políticos en general son unos inútiles y van a lo suyo, pero los médicos y su colegio deberían reaccionar para defender a los ciudadanos, de mentiras y barbaridades como esta. Es una auténtica vergüenza. Cada vez siento más asco por pertenecer a este colectivo tan cobarde", repite en entrevistas y conferencias.
A la conquista de América
Ellos fueron los fundadores, pero no son los únicos. Hay rostros que no se vieron en el acto inaugural, pero han ido adoptando protagonismo con el tiempo. Es el caso del cirujano norteamericano de origen argentino Gastón Cornu-Labat, que presentó el acto de Sabadell junto a la doctora Natalia Prego. Ambos se dieron un baño de multitudes en el Hotel Catalonia tras el acto de casi 3 horas y que acabó con abrazos y con el público dándose el teléfono en directo para conformar un grupo de Telegram. Como Cornu-Labat, médicos de Guatemala, Ecuador o Uruguay entran en directo en cada una de las conferencias y explican al público por qué sus posturas negacionistas entre largas ovaciones.
Tras Sabadell llegó Lugo y después Totana (Murcia). En el anuncio de promoción de este último acto (igual de inquietante que el resto de trailers, con la misma tonada triste de piano y las imágenes ochenteras de VHS) la doctora Natalia Prego ya advirtió: las personas que quieran asistir deberán reservar la entrada previamente por mail, porque cada vez viene más público y la gente se queda fuera. Las conferencias, que se pagan con las donaciones, van a ir en aumento por toda la geografía española. Y allí se hablará del 5G, de que las mascarillas matan y de que no hay pandemia sino “plandemia” para controlar a la humanidad. Médicos colegiados y hasta catedráticos que se suben al carro conspiranoico, entre aplausos de un público cada vez más numeroso. Y constantemente mencionan a Latinoamérica, porque es allí donde el movimiento está teniendo más eco y está haciendo más adeptos. En Argentina, donde el confinamiento está siendo más severo, es donde “Médicos por la verdad” está ganando más fieles. Solamente llevan un mes, pero el populismo médico se expande a la misma velocidad que el virus.