Ya llega septiembre, el mes de la vuelta al cole en España. Pero esta no va a ser como las de antes, ya que la Covid-19 lo ha cambiado todo. También, la Educación. Esta semana, de hecho, ya se han presentado los distintos planes para el regreso a las aulas de los casi siete millones y medio de estudiantes que hay, desde Infantil hasta Bachillerato, matriculados en este país. Sin embargo, para unos padres, las medidas de Educación llegan tarde y de manera improvisada. Y, para los padres negacionistas de la pandemia, los miedos de este inusual regreso son otros: "Si veo que mi hija, durante la primera semana está todo el día con la mascarilla puesta, quizá piense en la posibilidad de que tenga un maestro particular en casa".
“A mi hija, de 12 años, le he dado instrucciones concretas de que en el momento en el que tenga conocimiento de que le van a hacer un hisopado o una prueba de PCR me llame y la recojo inmediatamente del cole”, explica a EL ESPAÑOL Ricardo Delgado (1975), un profesor de fitness sevillano y uno de los convocantes de la polémica manifestación negacionista y anti mascarillas, celebrada el pasado 16 de agosto en la madrileña plaza de Colón.
Y es que este líder negacionista, incrédulo de la existencia del “supuesto virus apocalíptico”, lo tiene claro: no quiere que su hija empiece 2º de la ESO en el colegio concertado San José SS.CC. (Sevilla) si el regreso a las aulas no es como en la era pre Covid-19. “Si yo supiera que todo el mundo en la vuelta al cole va a ir con normalidad, como fue el año pasado, sin ningún tipo de problema llevaría a mi hija. Pero sabiendo que el problema viene de las Instituciones, que están metidas en la trama de la plandemia, me lo pensaría mucho”, cuenta este padre.
¿Y, entonces, qué hará este padre conspiranoico con su hija? “Quiero ver cómo evoluciona todo y si veo que mi hija, durante la primera semana está todo el día con la mascarilla puesta, quizá piense en la posibilidad de que tenga un maestro particular en casa o plantearía, con padres que piensan como yo, alguna iniciativa para que los niños sean educados como antes", asegura Delgado. Otros motivos que empujarían a este padre a tomar esta decisión son que no dejen a su hija "relacionarse con normalidad"o que no "la dejen tener un recreo libre", expone este padre negacionista de la pandemia, quien estas semanas se encuentra preparando una nueva concentración del movimiento anti mascarillas para el próximo 5 de septiembre.
Delgado no está solo
Y, como él, son muchos los padres negacionistas que piensan así. El otro promotor de este movimiento es Fernando Vizcaíno, que apoya fielmente la tesis de Delgado. En este sentido opina María Espinosa (1976), pareja de Delgado y madre —por su cuenta— de un joven de 16 años a quien permite ir por las calles sevillanas sin mascarilla, pese a ser una obligación para frenar los contagios y los rebrotes. “Prefiero pagar los 100 euros de multa por no llevar mascarilla a que mi hijo no pueda respirar libremente y que le ocasione una hipoxia [un trastorno provocado por inhalar menos oxígeno]”, argumenta la esteticista.
Es más, tanto la hija de Delgado, como el hijo de Espinosa, al tener 12 y 16 años estarán obligados a llevar la mascarilla en su regreso a las aulas el 15 de septiembre, día de la vuelta al cole en Andalucía. Un retorno a las clases que será presencial en esta autonomía y que obliga a los alumnos mayores de seis años a llevar, en todo momento, la mascarilla. En el caso de que Delgado decidiese dejar de llevar a su hija al colegio por la “falta de libertad” que a su juicio tendría, se le podría abrir un protocolo de absentismo.
“No llevar a los niños al colegio no es una opción”, sentenciaba la viceconsejera de Educación de la Junta de Andalucía, María del Carmen Castillo, el pasado jueves. Pese a ello, la hija de Delgado no tendría que verse metida en un protocolo de absentismo si su madre, ex pareja del líder negacionista, lo impide. “Conforme se vaya acercando la fecha de entrada al colegio, tendré que hablar con la madre de mi hija y decidiremos lo que sea mejor para ella”, confiesa Delgado, que, desde su perspectiva, defiende la “libertad” de su hija en el colegio. La madre de la menor, según este padre, “cree más en las mentiras de los medios de comunicación, por ello, sí estaría por la labor de que vuelva con normalidad”, en sus palabras.
El miedo de padres negacionistas
“El problema que tenemos los padres [negacionistas] no es el miedo a la existencia de un supuesto coronavirus apocalíptico que está en el aire. El problema es que nuestros hijos sean susceptibles de ser inoculados a través de un hisopo para hacerles una PCR sin nuestro consentimiento, incluso que puedan vacunar a nuestros hijos sin que nos digan nada como acontecía hace 50 ó 60 años”, explica Delgado, que recela de que Educación vaya a solicitar a los padres, con transparencia, la posible prueba de detección de la Covid-19 o, incluso, de que los vacunen.
“Yo he advertido a mi hijo que no se haga la PCR si se lo piden”, explica Espinosa, cuyo hijo entra a 1º de Bachillerato en el IES Axati, situado en el municipio sevillano de Loras del Río. ¿Y por qué tanto Delgado como Espinosa temen a la PCR o, incluso, a la futura vacuna que desarrollan los científicos de todo el mundo para luchar contra la pandemia?
“Me preocupa que le puedan aplicar a mi hija la vacuna transgénica que preparan desde el año 2018. Y sé, por lo que he investigado, que es transgénica, porque no es de cargas víricas reducidas, sino hecha con ingeniería genética y puede tener consecuencias desastrosas”, cuenta el conspiranoico Delgado.
—¿Qué consecuencias?
—La primera sería la esterilidad de la población, pero no tenemos ni idea de qué otro genoma pueden tocar al jugar con ingeniería genética. Ni siquiera ellos lo saben. Entonces, nos pueden tocar el gen de la inteligencia y pueden crear una subraza de gente productiva pero más estúpida, que es muy probablemente lo que quieren hacer. Esto, además, está promovido por agentes que quieren la eugenesia, como Bill Gates, quien financia a la corrupta Organización Mundial de la Salud. Podemos enfrentarnos a la extinción de la raza humana—opina el pseudocientífico.
Las tesis de Delgado
El negacionista Delgado asegura ser “licenciado en estadística por la Universidad de Sevilla con un máster en bioestadística e inmunología”. Y, aparte de padre preocupado por la vuelta al cole de su hija, fue el creador de un canal de YouTube llamado La Quinta Columna, que la propia plataforma ya clausuró por sus ideas negacionistas sobre la pandemia del coronavirus Sars-CoV-2.
Delgado defiende ante este periódico que las mascarillas son inútiles. “Desde el punto de vista biológico, de existir este agente, el tamaño nanométrico del poro de una mascarilla no te protegería. Entonces, a mi juicio, a todo efecto eso es un tapabocas. Y, además, no hay evidencia de transmisión aérea del virus”, sostiene. “Veo fatal que nos obliguen a usarla tanto a nosotros como a nuestros hijos porque eso nos produce hipoxia, es decir, que el nivel de oxígeno que entra en la sangre sea menor”, prosigue.
Por eso es férreo defensor de que su hija de 12 años no use la mascarilla en el colegio porque, a su juicio, “no existe el virus apocalíptico”, que en España, a día de hoy, ya ha dejado 28.996 muertos, según las cifras oficiales, y más de 51.000 fallecidos según algunos estudios, como el de Inverence, una empresa internacional de Big Data.
La lucha al negacionismo
El movimiento de negacionistas en España, a día de hoy, crece en número de seguidores. Se mueve por canales de Telegram y cuentan, de media, con 5.000 suscriptores. A través de ellos se organizan. Y así lo hicieron para la indignante concentración de la madrileña plaza de Colón a la que acudieron entre 2.500 y 3.000 personas negacionistas, según la Policía y la Delegación del Gobierno en Madrid. Estuvieron sin mascarillas y sin respetar la distancia de seguridad. Ha sido la mayor manifestación desde la declaración del estado de alarma.
De ahí que esta semana multitud de sociedades médico-científicas advirtieran de que las pseudociencias y los movimientos negacionistas frente a la Covid-19 representan una “evidente amenaza social” y hacen un llamamiento a la responsabilidad de los ciudadanos para no dar credibilidad ni difusión a esas teorías. Lo hacen en un manifiesto suscrito por la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN). Todas ellas señalan que los movimientos negacionistas alientan de manera “irresponsable” a la desobediencia civil.
Pese a ello, los negacionistas continúan con su “irresponsable” propósito. Ya se están movilizando para volver a salir a las calles el próximo 5 de septiembre. “Lo haremos llevando mascarillas y agrupándonos en grupos de 10 para que no nos sancionen”, asegura Delgado, líder del movimiento y padre de familia. María Espinosa, asegura que “si su hijo [de 16 años] le pide ir a la manifestación, le dejará ir”. Delgado no, su hija es más pequeña. En relación a la educación, el convocante del movimiento anti mascarillas, sólo dice, como se ha apuntado, que si la vuelta cole de la menor no es como en 2019, se planteará educarla en casa. Y no es el único. Su séquito de padres seguidores, por regla general, lo suscribirán.
—Y, Ricardo, ¿ha hablado alguna vez con su hija de la pandemia y le ha explicado lo que es la Covid-19?
—Le he dicho que busque información en fuentes oficiales, incluso de la OMS, que es corrupta. También le he dicho que no haga caso de los medios de comunicación.
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