La cuidadora se dirigió a la jaula del gorila Malabo a darle de comer como cada día. En condiciones normales, el animal y el humano no tienen contacto directo y les separa una triple puerta de seguridad. Pero este domingo a las 10:15 las condiciones no eran normales en el Zoo de Madrid y la puerta que debía separarlos estaba abierta. Malabo, el gorila, se abalanzó entonces sobre la cuidadora con sus 200 kilos de instinto animal.
Pese a la violencia del ataque, “ella consiguió adoptar el comportamiento requerido”, relata María José Luis, portavoz del zoológico, a EL ESPAÑOL. Esto es, básicamente, de calma y sumisión. Es decir, que en medio de los golpes y zarandeos del animal, esta profesional mantuvo la calma. “Es realmente admirable”, destaca la portavoz.
Los otros cuidadores consiguieron separar a Malabo de la cuidadora gracias al humo de extintores. Tras rescatar a su compañera, sedaron al animal con un dardo anestesiante y lo trasladaron al interior de las instalaciones. Un equipo del Samur-Protección Civil, desplazado a la zona junto a la Policía Municipal, atendió a la mujer. El resultado del ataque: traumatismos craneoencefálico y torácico, fracturas abiertas en ambos brazos y múltiples contusiones, según detalló José Ramón Santamarina, el portavoz de Samur-Protección Civil a Efe.
La cuidadora, de 46 años, fue intubada y trasladada en estado grave al hospital Clínico San Carlos, mientras la Policía Municipal se ha hecho cargo de las investigaciones, al tratarse de un accidente laboral. “Su pronóstico es reservado, pero está estable”, ha explicado la portavoz del zoológico.
La investigación se centra en saber cómo es posible que el animal y la cuidadora tuvieran contacto directo. Todo hace indicar que se trata de un fallo humano.
29 años y tres hembras
Malabo nació hace 29 años en el mismo sitio donde reside hoy, en el zoo de las Casa de Campo de Madrid. El animal, que ya se empieza a acercar a la senectud, pesa 200 kilos y se levanta a más de metro y medio del suelo. Fue criado en las instalaciones madrileñas "con biberón" y es un animal “muy querido” por sus cuidadores.
“El gorila es un animal muy territorial”. No hay raciocinio, es puro instinto. Normalmente, Malabo suele ser pacífico, según relataron sus cuidadores. Pero las reacciones de un animal salvaje son imprevisibles, aunque se haya criado en cautividad.
Pese a la gravedad del ataque, la portavoz sostiene que “su intención no era matarla, simplemente que se alejara de su territorio”. Por la fuerza que tiene el animal, si hubiera querido acabar con la vida de la cuidadora, lo habría hecho sin problemas.
Malabo es el único gorila macho adulto que hay en el Zoo de Madrid. Tiene tres hembras, es decir, lo que en términos humanos sería poligamia. Es algo habitual en los gorilas. “Ojo, no hay que humanizar al animal”, advierte María. “Los gorilas son muy protectores”.
Respecto a la trabajadora agredida, lo único que ha trascendido es que tiene 46 años, de los que lleva 19 trabajando en el zoológico. Esa experiencia ha sido crucial en que el ataque no haya tenido un desenlace fatídico.