"La estampida fue ayer por la tarde". Así ha explicado un vigilante de seguridad de la estación de Atocha, en el corazón de la ciudad de Madrid, la situación vivida este viernes antes de que entrasen en vigor las restricciones en la capital y otros nueve municipios de la Comunidad de Madrid de más de 100.000 habitantes. Andenes llenos, incumplimiento reiterado de la distancia de seguridad entre los usuarios del Renfe que allí se aglomeraron... de todo se ha visto. El panorama de este sábado, sin embargo, ha cambiado y esta estación, al igual que el resto, ha estado más tranquila. De hecho, varias personas coinciden, sorprendidas, en que "no están pidiendo los salvoconductos" que autorizan a los ciudadanos a poder entrar o salir de las localidades que están bajo confinamiento perimetral.
"Vivo en un pueblo que no tiene restricciones y he venido a mi puesto de trabajo, que está en Chamartín y, pese a tener el salvoconducto que me ha dado mi empresa, nadie me lo ha pedido y he entrado en Madrid con normalidad", explica Pedro Jiménez a EL ESPAÑOL. Y el caso de este trabajador no es el único. Un usuario de Twitter, José Airam, denuncia a través de la red social que "esta mañana en Atocha puedes pasar el control con tu billete como si no pasara nada". El tuitero explica que viaja "por trabajo" y que ninguna autoridad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado le ha pedido nada. O, lo que es lo mismo, la capital ha sido un coladero de entradas y salidas durante la primera mañana de restricciones.
Pese a ello, fuentes policiales indican a Efe que sí han instalado controles en las salidas y en la periferia de Madrid para vigilar el cumplimiento de las medidas. Pero son escasos y no han dado con todos los casos, como relataba Pedro a EL ESPAÑOL. Es más, no se ha apreciado un aumento de agentes en la capital que vigile la ejecución de la Orden del Ministerio de Sanidad que restringe los movimientos de unos cinco millones ciudadanos en la Comunidad de Madrid por cumplir los tres criterios establecidos: tener una tasa de incidencia superior a los 500 casos por 100.000 habitantes, una tasa de positividad del 10% y una ocupación de las UCI superior al 35%.
Tampoco se ha apreciado en las calles de Madrid el refuerzo de los 700 agentes de Policía Nacional y Guardia Civil, previsto por la Delegación del Gobierno en Madrid. Las restricciones de movilidad, en consecuencia, no se han vigilado como prometían. Pero, volviendo a las estaciones, los ciudadanos estaban sorprendidos de la permisividad de los movimientos. "He viajado por motivos laborales en tren y he tenido que hacer transbordo en Atocha porque no había un tren directo. Ninguna autoridad me ha pedido ningún documento que acredite el motivo de mi viaje", decía, sorprendido, un ciudadano.
Un viernes caótico
Pero como apuntaba este medio, si este sábado se ha caracterizado por una baja movilidad, la tarde de este viernes fue otra cosa. "Después de una jornada de trabajo qué mejor que un baño de multitudes. Eso sí, cuando llegues a tu municipio no salgas de él que estamos confinados. Huelen a éxito las restricciones y confinamientos anti-covid", se quejaba Israel, un usuario de Twitter que vivió las aglomeraciones dentro de un tren de Cercanías Renfe.
Clara Algara, otra tuitera, ha ido un paso más allá y ha criticado la gestión del Ejecutivo madrileño y el Gobierno central a la hora de frenar los contagios en Madrid: "Esto es hoy en Atocha. Limitemos las reuniones a seis personas, reduzcamos el horario de apertura de los locales, que el problema seguro que se encuentra ahí, por supuesto". El duro mensaje está acompañado de un vídeo en el que se aprecia el colapso de la estación de tren madrileña.
Además, a pesar de que las restricciones han entrado en vigor desde las 22:00 de este viernes tampoco ha sido una noche tranquila en la Comunidad de Madrid, ya que la Policía Nacional ha propuesto para sanción a 200 personas por "incumplir las nuevas restricciones" y ha detenido a cuatro individuos que estaban de fiesta en un chalé en el barrio madrileño de Aravaca. Los detenidos, que tienen entre 26 y 36 años, se resistieron a la autoridad y han sido denunciado por "desobendiencia".
Los hechos se produjeron durante la madrugada cuando los vecinos alertaron al 091 de una fiesta en un chalé. Cuando los policías llegaron, informa Efe, algunos infractores, en grupos de 50, trataron de abandonar la finca acometiendo a los agentes.
Pese a ello, no ha sido la única incidencia de este tipo notificada durante esta madrugada. En Parla, un municipio al sur de la capital -también bajo confinamiento perimetral-, la Policía Local tuvo que desalojar una fiesta ilegal con más de 30 asistentes. Estaban congregados en un local, situado en el número 4 de la calle Río Ebro. Los agentes, además, intervinieron unas 30 dosis de hachís.
Durante la operación, un agente resultó herido leve y resultaron dañados varios vehículos patrulla como consecuencia de "la resistencia activa" de los participantes en la fiesta, ha informado esta mañana el Ayuntamiento de Parla.
Lo que está claro es que la situación de este viernes en toda la Comunidad de Madrid ha sido de caos por el gran número de denuncias y por las aglomeraciones en varias de las estaciones de la capital. Este sábado la cosa ha cambiado pero, de momento, Madrid se ha convertido en un coladero en el cual los ciudadanos están entrando y saliendo sin que nadie les pida el salvoconducto, pues los controles de las autoridades son escasos.