Lucas (nombre ficticio) ha salido de Madrid casi al tiempo que los ministros Salvador Illa y Fernando Grande-Marlaska anunciaban de manera oficial el cierre de la capital, algo que se veía venir horas antes. “A las tres estaba saliendo por Moncloa”, cuenta este madrileño de 18 años. Su destino: el pueblo abulense de Las Navas del Marqués. Al entrar en la carretera de La Coruña “ni controles ni nada”. Algo de tráfico, cuenta, pero no atasco. Parece un día normal, aunque no lo es.
El Gobierno ha decretado este viernes el estado de alarma en la Comunidad de Madrid. Las ciudades de Madrid, Alcobendas, Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Torrejón de Ardoz, Móstoles y Parla vuelven a estar confinadas, tal y como estaban esta semana antes de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid tumbara las medidas del Ministerio de Sanidad este jueves. Alcalá de Henares se ha salvado en esta ocasión al tener una tasa de incidencia menor a los 500 casos por 100.000 habitantes que son necesarios para confinar un municipio.
Este cierre en las citadas ciudades coincide con un momento en que muchos madrileños aprovechan para viajar: el lunes es el día de la hispanidad y es festivo. La decisión ha sido anunciada en las horas próximas al éxodo esperado. Por eso muchos madrileños —o personas que residen en Madrid— se han adelantado a las posibles restricciones y han adelantado sus horas de salida para el puente.
“He salido antes de clase para venir”, confiesa Lucas. “He salido dos horas y media antes para adelantarme. Para escapar del confinamiento y para no pillar atasco”. Aunque Lucas tiene la ventaja de que en su DNI figura que vive en el pueblo. No le ha hecho falta pensar excusa.
—Si alguien te llamara irresponsable, ¿qué le dirías?
—Que en verdad es una irresponsabilidad por mi parte
—O sea, ¿le darías la razón?
—Sí, le daría la razón.
Un coladero llamado Atocha
Gema, Bea, Adela, Pablo, Gonzalo, Juan, Javier y Rocío. Son algunas de las personas que también han conseguido salir de Madrid en la jornada de este viernes. Unos se han ido en coche, otros desde Barajas y el resto desde Atocha. Como ellos, cientos de personas se han ido de la ciudad a la espera de la publicación del Boletín Oficial del Estado.
Son las 16.00 horas. La estación de Atocha está repleta. Hay bastante presencia policial. A la entrada, un grupo de seis agentes habla entre ellos. "Pueden viajar a sus casas, siempre que se su domicilio habitual", explica al resto de compañeros. Aún queda tiempo. A pesar de que todo apuntaba a que las nuevas normas entrarían en vigor a las 15.00 horas, aquí no se tiene constancia de ello. Lo ponemos a prueba:
—Disculpe, agente. Tengo un billete para Sevilla a las 19 horas. Hago noche allí y luego voy a Jerez, mi ciudad de residencia. ¿Puedo hacerlo sin justificante alguno?
—En principio, sí. Aún no se ha publicado el BOE y no se puede solicitar ningún tipo de justificación. De todas formas, si vas a tu domicilio habitual, podrías hacerlo.
No han llegado las 16.30 horas aún. Estamos en la primera planta de Atocha. Mucha gente sale. La mayoría va a su residencia habitual. "Voy a Barcelona a ver a mi familia. Tenía planeado ir el puente desde hace tiempo y como se puede viajar sin motivación...", narra Patricia.
Los minutos pasan y la policía pone sus ojos en un chico de chaleco rojo. Se acercan y le preguntan:
—Policía: ¿Dónde viaja?
—Chico (no quiere decir su nombre): A Sevilla.
—Policía: ¿A qué hora?
—Chico: A las 19 horas.
—Policía: ¿Tiene justificación?
—Chico: Sí (la enseña).
La policía le pide la documentación. "Me han dicho que es meramente informativo. Les ha extrañado que esté aquí tan pronto saliendo a las 19 horas, pero es que me esperaba la que se iba a formar", cuenta.
Laura (nombre ficticio) ha padecido el caos de Atocha, pero ha conseguido finalmente montarse en el Ave hacia su ciudad natal, Málaga. Desde el mismo tren ha explicado a este periódico que tenía “miedo real” de quedarse en tierra o, peor aún, ser multada. Ese miedo venía, en parte, por berenjenal que tenía montado en el móvil: “Todo el mundo escribiéndome que qué pasa, si me bajaba [a Málaga], que si a las tres cerraban, que si había controles, que si ni siquiera iba a poder salir de Móstoles en el Cercanías…”, explica. Tanto ruido y, al final, “nada, hasta Atocha como un día normal”.
Respecto al cierre, no sabe del todo qué opinar: “Como persona de fuera de Madrid no me parece bien claro. Pues a nivel de precaución y de control no sé… Porque la mayoría de gente de Móstoles por ejemplo no vive en Móstoles y tengo entendido que así pasa en la mayoría de pueblos del sur”.
Lo que le parece mal es que solo se pueda salir para trabajar. “Sí, ve a trabajar pero luego enciérrate en Móstoles…”, critica. “Para trabajar sí podemos propagar el virus, pero para lo demás no. Pues alguna incongruencia veo. Que a nivel económico se puede entender… Pero estoy un poco liada”.
Al tiempo que Laura está en el Ave, Paula está en el coche rumbo a Cádiz. “Íbamos a salir cuando saliera un amigo del trabajo pero hemos hecho por salir cuanto antes. Pensábamos salir a las cuatro y hemos salido a las dos”, explica esta madrileña. “Hasta que no he salido de la comunidad no tenías todas conmigo (risas). Temía más que no me dejaran salir que la multa porque imaginaba que al principio sería más informativo que sancionador, pero bueno siempre queda la duda”.
Su plan es muy normal, un fin de semana largo, con siete amigos en el sur. Pero claro, hace tiempo que los planes normales no son lo mismo. “No pienso que esté haciendo algo irresponsable ya que voy a seguir teniendo el mismo cuidado, en Madrid y en todos sitios. Además hasta hace unos días no había ningún problema en moverse”.
El BOE que lo cambió todo
En la planta baja también hay colas para salir en AVE de Madrid. La policía no tiene órdenes tampoco. "No ha salido el BOE aún", recalca uno de los agentes. Son las 16.45 horas.
Llega la hora señalada. El Boletín Oficial del Estado del 9 de octubre es publicado a las 16.50 horas. La Policía comienza a informar. "Por el momento no tenemos órdenes de no dejar pasar", afirma uno de los agentes que forman el control.
Pasan uno tras otro los ciudadanos de la fila. Los agentes con amabilidad repiten: "Esto es meramente informativo. Se va a declarar el Estado de Alarma en el Boletín Oficial del Estado a lo largo del día, por lo tanto, quizás para volver a acceder a Madrid tengan que aportar algún tipo de justificante. ¿Lo tienen?".
Algunos se paran y preguntan. "¿Vale el carnet de la universidad?". El policía le dice que sí, aunque es su parecer en principio.
Pasan 15 minutos desde la publicación del Boletín Oficial del Estado que recoge las restricciones para Madrid y otras nueve localidades de la región. La gente sigue entrando y saliendo. Muchos, al ver a la policía, buscan en sus bolsos los justificantes que les avalan para salir de viaje.
Son las 17 horas y 26 minutos del 9 de octubre de 2020. La Policía ya tiene la orden dada: sin un motivo justificado no se accederá siquiera al control de seguridad.
La primera damnificada en Atocha es Celia. Se queda sin ir a Valencia. Trata de explicar a los agentes que vive y trabaja en Algete -en teoría podría viajar porque su localidad no está confinada-. No tiene justificante alguno y tampoco le sería necesario para volver a acceder a la capital. Iba a ver a la familia. Imposible, no pasa el control policial.
Los agentes le señalan el camino donde debe ir para que le devuelvan el dinero. En la taquilla de devolución, el empleado de Renfe le cuestiona. "No has podido viajar, ¿no?". Le devuelven el dinero del billete sin mayores problemas.
Una vez fuera, Celia llama a casa para contar lo ocurrido. Celia es la primera de las muchas personas que se quedarán sin salir de Madrid por la orden dictada por el BOE. Otras miles de personas sí lo hicieron y lo harán a lo largo de estos días en los que se celebrará el Puente del Pilar.