Hace apenas unas horas, miles de opositores a guardia civil y aspirantes a cabo se sometían a las pruebas escritas para tratar de ingresar o ascender en el Instituto Armado. Las plazas eran exiguas -2.154- y la competencia, alta. Sobre todo, en un año con un temario radicalmente diferente al que estaban acostumbrados y que ha igualado a aquel opositor que tomara la decisión de presentarse hace apenas unos meses con el que llevara años estudiando.
Las oposiciones de la Guardia Civil nunca están exentas de polémica. Este año no iba a ser menos: en pleno debate por cómo realmente debe estar escrita la cifra treinta y un, los aspirantes se han enfrentado a dos modelos de examen, con dos opciones cada uno, sobre conocimientos generales, ortografía, lengua inglesa y aptitudes intelectuales.
Cada apartado puntúa de manera diferente, pero, en total, son 135 preguntas que determinarán la valía del examinado. Si puede continuar con el proceso -las siguientes pruebas son las físicas- o si no tienen nivel suficiente para la Benemérita.
EL ESPAÑOL recopila los cuatro modelos y las soluciones de la oposición 2020. Es un examen único, sin comparativa con los anteriores, no sólo por las normas Covid-19, sino por la diversidad de la materia. Su facilidad, claro, es relativa. Compruebe, lector, si usted conseguiría aprobar.
La polémica ortografía
El primer apartado al que se enfrentan los candidatos es a la prueba de ortografía. Suele ser la que más polémica arrastra, precisamente por esa “subjetividad”. “El que lo llevaba preparado ha pasado”, explica en conversación con este diario el preparador Pancho, de la academia Geopol.
En el examen, los aspirantes tenían que dejar en blanco las palabras bien escritas y tachar las incorrectas. Son, en total, diez preguntas, con una de reserva. Cada una de ellas cuenta y hay que mirar bien la frase propuesta. De lo contrario, muchos de los aspirantes, en el límite, pueden pasarse de fallos máximos y pasar de ser considerados “aptos” a “no aptos”. No se pueden tener más de un número determinado de errores.
Son cuatro términos cuestionados por cada frase. En total, pues, 40 palabras sobre las que decidir si están bien escritas -y, por tanto, dejarlas tal cual en la hoja de respuestas- o, en cambio, su grafía es incorrecta -por lo que deberían rayarlas-.
Conocimientos generales
En el siguiente epígrafe es la prueba de conocimientos generales. Son hasta 105 preguntas en las que se aborda un abanico amplísimo de temas. Es la prueba base de la oposición.
Al final, de tantas convocatorias, las cuestiones tendían a repetirse. Solían versar sobre la Constitución y algo de Derecho, claro, al tratarse de fuerzas de seguridad del Estado. Pero en 2020 se han sumado materias nuevas, como, por ejemplo, Extranjería o Seguridad Privada.
No sólo se queda ahí el examen. Geografía, Literatura, Matemáticas, Historia… también se han añadido. Un combinado sobre saberes elementales y, también, orientados hacia la Guardia Civil.
“Este año, al ser temario nuevo para todos, partían todos de 0”, sonríe Pancho. “Ha cambiado bastante”.
Lengua inglesa
Una vez superados los dos primeros envites, llega el turno de la lengua inglesa. Es un apartado breve y conciso. 20 preguntas, con una de reserva, en la que al opositor se le da la oportunidad de elegir entre cuatro opciones.
El nivel exigido de inglés en la Guardia Civil se suele situar en el equivalente a los títulos A1 o A2, según los baremos establecidos en el marco común europeo de referencia. Esto es: nociones básicas del idioma, lo suficiente para comprender lo justo.
Para aprobar la oposición, comentan fuentes internas, suele requerir un año de preparación. Como mínimo. Claro que, a más seguridad acerca del temario, más probabilidades de conseguir una puntuación superior.
Con ello ya habríamos superado las 135 preguntas. El proceso de la oposición continuaría siempre que se obtuvieran los puntos suficientes para pasar. Para esta convocatoria 2020, se ofertaron 2.154 plazas para ingresar al cuerpo como cabos y guardias. 862 de ellas irán destinadas a personal militar que lleven al menos cinco años de servicios profesionales efectivos. 175 serán para los alumnos del Colegio de Guardias Jóvenes.
Las oposiciones para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han sido las que han sufrido un mayor incremento en el número de interesados a lo largo de los últimos meses. Tal y como indican desde la academia de preparación GEOPOL (Grupos Específicos de Opositores Policiales), "ahora más que nunca se necesitan estos sectores prioritarios" y eso ha quedado reflejado en el número de interesados”.
“A pesar de ello, también han sido muchos los opositores que han desistido de continuar por miedo a la incertidumbre. Y esto se ha visto perjudicado por las academias, que no han sabido adaptarse a la situación que se presentaba. “En Geopol hemos mantenido la preparación vía digital como si todo siguiera adelante”, indica Pancho.
Las soluciones
Este año, el número de aspirantes se ha multiplicado por la pandemia. El sector público siempre es un recurso seguro en tiempos inciertos.
De hecho, suele haber cuotas reservadas para diferentes grupos. Uno de ellos son los militares. Pero no hay uno específico para mujeres, a pesar de que 6.998 han realizado las pruebas de la última oposición convocada para ser guardias civiles el pasado fin de semana, lo que significa un 26% del total de opositores. Sin embargo, la experiencia de los números advierte de que, con mucha suerte, sólo unas 300 llegaran a conseguirlo, siguiendo la estela de las últimas promociones.
Los propios responsables de la Guardia Civil reconocen que necesitan la entrada de mujeres en el cuerpo de las fuerzas de seguridad del Estado con menos presencia femenina de todos: menos de un 8% del total de estos uniformados es mujer, unas 6.000 agentes femeninos frente a los 71.000 hombres.
Está por ver cuántas opositoras y opositores consiguen su ansiada plaza este año. Lo cierto es que, si han conseguido aprobar estas pruebas, que se celebraron el 24 y 25 de octubre, ya tienen otro reto por delante: el examen físico, que aún no cuenta con fecha fija, pero se prevé para la tercera semana del mes de noviembre.