Los funcionarios de la cárcel de Ávila han encontrado esta mañana a Rosario Porto colgada de un cinturón de tela atado a la ventana. La mujer estaba condenada a 18 años de cárcel por el asesinato de su hija, Asunta Basterra, en septiembre de 2013. En este crimen participó también su marido y padre de la pequeña, Alfonso Basterra. Este es el último, pero no es —ni mucho menos— el único caso similar.
Los suicidios en prisión son algo relativamente común. Solo el año pasado se quitaron la vida 26 personas en las cárceles españolas. En 2018, la cifra fue muy similar: 27 en total. Estos datos fueron recogidos por la asociación Tu Abandono Me Puede Matar y el Consejo General de la Abogacía Española. Sin embargo, no existe una cifra oficial sobre los suicidios en prisión, y este conteo solo tiene en cuenta los casos que han trascendido más allá de los muros. El número podría ser mayor.
A menudo, cuando una persona se quita la vida en prisión, se cuestiona si esa muerte ha sido autoinfligida y no encierra algo aún más oscuro. En cualquier caso, los 10 casos que se presentan a continuación constan oficialmente como suicidios. En esta lista hay etarras y asesinos, pero también personas que nunca mataron a nadie ni pertenecieron a ninguna organización terrorista.