Las personas que están en las residencias de ancianos y los sanitarios que trabajan en ellas son el primer grupo que se está vacunando contra la Covid-19. La vacunación ya ha ha comenzado en estos lugares desde el domingo en toda España y ya ha dado el primer caso de un familiar que se niega a vacunar a un residente.
Ha ocurrido en un geriátrico en Sevilla en el que el familiar en cuestión ha rechazo firmar el consentimiento para que el residente sea vacunado contra la Covid. Ante esta situación, la Sección de Personas Mayores y de Protección de Personas con Discapacidad de la Fiscalía de Sevilla ha abierto diligencias par que el juez decida si este anciano debe ser o no vacunado.
Según informa el Diario de Sevilla, este es un asunto que se debe "resolver jurídicamente, como cuando los testigos de Jehová se han negado a que se hagan transfusiones de sangre a sus hijos menores de edad", explica el fiscal delegado de Personas Mayores, Norberto Sotomayor.
Sotomayor explica al diario sevillano que "la regla general es que hay que ponerle la vacuna a todo el mundo", salvo que haya una "causa justificada", como un informe médico que razone que esta persona tiene una alergia o una enfermedad que haga que no sea aconsejable su vacunación.
El fiscal afirma, además, que ni el familiar ni el tutor es quien debe decidir sobre si el residente no debe vacunarse ya que, insiste, que" la regla general es que todos los mayores que están en las residencias que no pueden decidir por sí mismos han de ponérselas".
Otra cuestión, matiza, es cuando el anciano está en plenas condiciones mentales para decidir. En este caso Soyomayor afirma que "lo que no puede uno es tomar una decisión por otro y sobre todo si la misma es contraria a la salud de la persona".