"Estoy atrapado en el quinto piso. Recen por mí". Eran las palabras de auxilio que pronunciaba este miércoles Matías, un sacerdote de la Virgen de la Paloma, minutos, tal vez segundos después de que toda su casa hubiese explotado en la calle de Toledo, en Madrid.
Tras la explosión, a causa de un escape de gas según las primeras pesquisas, el padre Matías se quedó atrapado en la quinta planta del edificio. Y así lo hizo saber con un vídeo en el que grabó todos los escombros y el humo que había a su alrededor; y en el que advertía de que no podía salir porque había un incendio.
"El edificio acaba de estallar por la tubería de gas y estoy atrapado. Hay un incendio. No puedo bajar. Rezad por mí, es que no sé si me van a poder rescatar de aquí. Ha explotado nuestra casa", repite el sacerdote.
Finalmente, y casi de manera milagrosa, los servicios de rescate pudieron bajar al padre Matías del edificio, en el que ayer la explosión solo dejó en pie la estructura de hormigón.
Los vecinos del bloque de enfrente siguieron con angustia todo el rescate. "Veíamos a Matías desde la ventana, primero dando vueltas y después sentado, con las sotanas al descubierto en el piso de abajo. Qué mal rato hemos pasado hasta que lo han bajado. Le mando un abrazo y que se recupere pronto", publicaba una vecina en Twitter.
Por ahora, ascienden a cuatro las víctimas mortales por la explosión de este miércoles en Madrid. Rubén Pérez de Ayala, el sacerdote herido en el accidente de la calle Toledo de Madrid, ingresado en el Hospital de La Paz, ha fallecido esta madrugada, según han indicado a Efe fuentes sanitarias.
El sacerdote fue ingresado ayer tras la explosión en este centro sanitario con quemaduras de carácter grave. En el momento de la explosión, se encontraba junto a David Santos Muñoz, el electricista de 35 años también fallecido, revisando el estado de la caldera de gas del edificio, que llevaba un tiempo funcionando mal.