Treinta días después de que se produjera la detención de los tres yihadistas que habían llegado a Barcelona con intención de preparar atentados. Una empresa de seguridad ha desalojado el supuesto centro de operaciones que utilizaban dos de los terroristas, de nacionalidad senegalesa y nigeriana, en la Ciudad Condal.
Se trata de una vivienda de 60 metros cuadrados, situada en la calle Marqués de la Quadra, número 9, en el barrio de la Barceloneta. Los dos criminales fueron acogidos en esta propiedad, que había sido okupada hacía cuatro meses, a través de un facilitador. Vivían junto a otras cinco personas del mismo origen, según explican fuentes de la empresa de desalojos Fuera Okupas, que este lunes finalmente han abandonado la propiedad.
Esta compañía fue contratada para echar a los okupas poco después de que usurparan la vivienda, sobre el mes de septiembre. No obstante, tuvieron que pausar su actuación una vez que la Policía Nacional, tras la investigación pertinente, descubrió que estos dos yihadistas y otro más, también establecido en Barcelona, conformaban una célula yihadista considerada de espacial peligrosidad. Dos de ellos estaban incluidos en la lista de excombatientes que partieron a Siria para engrosar las listas del Estado Islámico.
Un mes después de que fuesen detenidos, este periódico ha podido ver el interior de dicha vivienda, a la que se puede entrar directamente desde la calle. Y en la que se puede comprobar el deplorable estado en el que se encontraba la misma. En la casa llegaron a convivir, según fuentes de la empresa, hasta diez personas.
"Nos contrató la dueña porque quería vender la vivienda y se la encontró okupada. Las primeras tomas de contacto con ellas fueron duras, sobre todo con los yihadistas. Nosotros no sabíamos que lo eran. Solo creíamos que trapicheaban con droga, como advertirmos en varias ocasiones. Este lunes, después de todo lo ocurrido, nosotros hemos podido finalmente desalojar la vivienda", señalan desde Fuera Okupas.
Operación
La investigación policial comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de la llegada a España, en vísperas de Navidad, de un ciudadano de nacionalidad argelina especialmente peligroso.
En ese momento, comenzó la intensa búsqueda de los expertos antiterroristas de la Comisaría General de Información, que derivó en la localización de los detenidos en el inmueble ubicado en el barrio de la Barceloneta.
Los investigadores trabajan con la hipótesis de que los tres detenidos formaran una célula que estuviera ultimando alguna actuación terrorista en España debido a que activaron unos móviles, que le servirían para llevar a cabo sus acciones y que han sido incautados en las entradas y registros policiales, el pasado 23 de diciembre, en vísperas de Nochebuena.