La Dirección General de Salud Pública madrileña ha abierto una investigación sobre la boda celebrada el pasado sábado en el Casino de Madrid, cuyos asistentes no llevaban mascarilla, y ha solicitado a la Policía Municipal que realice las actuaciones necesarias para comprobar el incumplimiento de las medidas frente al coronavirus.
El enlace tuvo lugar el sábado en esas instalaciones del Casino, en el centro de la capital, donde se celebraba la boda de Jaime Navarro, un exjugador de la cantera del Real Madrid, y Beatriz Ungría.
Tras la investigación abierta por Salud Pública, la Policía Municipal de Madrid investigará lo ocurrido en la celebración después de que se colgaran en la redes diversos vídeos en los que se puede ver a los asistentes sin mascarilla y sin guardar la debida distancia de seguridad.
En varios vídeos se ve a los novios entrando en uno de los salones donde los invitados no tienen mascarilla, y algunos de los asistentes llegan incluso a abrazar a la pareja.
Aforo del 50%
La normativa de la Comunidad de Madrid permite celebrar bodas con un aforo del 50 %, con distancia de seguridad entre los asistentes y el uso obligatorio de la mascarilla.
Fuentes policiales han explicado este lunes a Efe que la Policía Municipal de Madrid no tuvo conocimiento de este evento y no entró en el sistema ninguna llamada al respecto.
Por su parte, fuentes del Casino de Madrid han señalado a Efe que de los más de 12.000 metros cuadrados del edificio la agrupación de socios se encarga de la cuarta planta, donde está ubicada la biblioteca, y el resto de los espacios son gestionados por un concesionario participado mayoritariamente por la empresa NH Hoteles.
Esta empresa asegura en un comunicado que los encargados de la organización del evento "cumplieron todos los protocolos y medidas sanitarias establecidas de acuerdo con la normativa en vigor en la Comunidad de Madrid".
"Además de los protocolos higiénicos y sanitarios, se llevaron a cabo medidas de ventilación adicionales y se ofreció a los invitados toda la información requerida para un correcto cumplimiento de la normativa. De esta manera, los asistentes eran conocedores de las medidas obligatorias para cumplir con su responsabilidad individual", añade.
Por otro lado, NH destaca que "sólo se cubrió un 15 % del aforo" en un espacio habilitado de 1.500 metros cuadrados, y los comensales fueron distribuidos en mesas de cuatro personas, "garantizando una distancia mínima entre cada mesa de un metro y medio".