Alberto Chicote tendrá que sentarse en el banquillo como acusado de un delito de coacciones el próximo mes de marzo. Lo denunció el dueño de un restaurante chino al que grabó hace más de un año, durante la producción de uno de los capítulos de '¿Te lo vas a comer?', programa emitido por laSexta. Entre los datos más curiosos del pletio, cabe resaltar que en el afamado presentador iba escoltado por tres policías locales de Zaragoza cuando se produjeron los supuestos hechos. Las imágenes de aquel 'restaurante' no se han emitido aún.
Esta no es la primera vez que Alberto Chicote y algunos de sus programas se ven salpicados por denuncias de hosteleros. Incluso se llegó a formar una plataforma de afectados por Pesadilla en la Cocina. Todo queda luego en agua de borrajas. Hasta el momento, ni demandas ni denuncias han prosperado lo suficiente como para castigar al chef ni a su productora en los tribunales.
Lo último sucedió en Zaragoza. Alberto Chicote se encontraba allí junto al equipo del programa para conocer de primera mano la situación de los restaurantes chinos de la zona. Para ello acompañan a tres policías locales mientras realizan inspecciones periódicas a los establecimientos.
Durante la emisión del programa se puede ver a Chicote en cocinas insalubres. Son tres los restaurantes que se muestran y en cada cual ocurre algo peor. Botellas de cocacola por la mitad colgadas de las campanas de la cocina para recoger el aceite que chorrea; motos al lado de barreños con salsa agridulce; y hasta empleados que matan cucarachas con sus propias manos cuando corren por la campana.
Nada de lo que ahí se veía, según ha podido saber EL ESPAÑOL, es comparable con lo que se ve en el restaurante que regenta el hombre que ha denunciado a Chicote. Las fuentes consultadas por este periódico aseguran que las condiciones de salubridad de este establecimiento eran aún inferiores a las de aquellos que se emitieron.
Este hostelero asegura que Chicote le coaccionó y le grabó en la cocina, con una cámara de mano, sin permiso, que colocó en los refrigeradores donde guardaba la cocina. Además, dice que se introdujo sin permiso alguno más que para grabar el salón, pero nunca en la zona donde se manipulaban alimentos. Esas han sido las razones por las que ha llevado al chef al juzgado.
El programa no ha emitido las imágenes de esta cocina. Los representantes legales de los denunciantes pidieron el 'secuestro' de las imágenes.
18.000 por emitir
Fuentes consultadas por EL ESPAÑOL aseguran que el dueño del restaurante pidió a la productora 18.000 euros por emitir imágenes de su negocio. Este punto lo niega Patricia Rodrigo, abogada defensora del restaurante chino. La letrada insiste: la intención de su cliente sólo ha sido que las imágenes no se emitan, lo que haría carecer de sentido la petición de contraprestación, porque perjudicarían a su negocio.
Sea como fuere, el denunciante acusa a Chicote de coacciones, de grabar él mismo con una cámara de mano productos del interior de los frigoríficos y de captar imágenes de su cocina sin su permiso. Desde el programa, niegan todos estos hechos: "Chicote nunca graba ni coge una cámara". Esto mismo expuso ante el Juzgado de Instrucción Número 3 de Zaragoza el propio cocinero en su defensa.
Durante la grabación del programa, tres agentes de la Policía Local acompañaban a Chicote y sus colaboradores. El presentador iba por los restaurantes con los agentes, por lo que la comisión de un delito en aquellos momentos parecía inverosímil.
El único acusado en este caso es Alberto Chicote, aunque el caso finalmente acabó por salpicar a la productora, Cuarzo SL.
Medidas cautelares ¿no aplicadas?
La letrada Patricia Rodrigo solicitó medidas cautelares para evitar la emisión de las imágenes que, según su cliente, se grabaron sin permiso. Entre ellas se incluyen las de la cocina del restaurante y la de los papeles que fueron entregados a Policía Local, aseguran los acusadores.
Obviamente, tal decisión fue impugnada por la productora, aunque el caso acabó por llegar hasta la Audiencia Provincial de Zaragoza. El tribunal desestimó el recurso y puso una caución para el 'secuestro' de las imágenes'.
Según publica El Heraldo, el tribunal estimó que "no es desacertada la decisión de adoptar una medida cautelar como la presente ante la hipótesis de una sentencia condenatoria que impida la emisión de las imágenes grabadas y cuya emisión ha sido expresamente prohibida, y ello por cuanto no puede obviarse la posible existencia de perjuicios afectantes a una persona física, con las repercusiones que conllevaría para la marcha de su negocio, ante la emisión de unas imágenes que emite una cadena televisiva de alcance nacional".
A pesar de todo, para establecer esta medida es necesario que se imponga una caución. Para los legos en la materia, una especie de fianza con la que el demandado asegura una parte de los perjuicios económicos que pueden suponer a la productora no emitir las imágenes.
Cuarzo estimó en principio unos 100.000 euros. La juez los dejó, tras la petición de la abogada Rodrigo, en 6.000 euros.
Las fuentes consultadas por este periódico afirman que dicha cantidad no ha sido ingresada. Esto dejaría sin efecto tal resolución a priori. A preguntas de EL ESPAÑOL, la letrada Rodrigo dice no tener constancia de ello.