Tres años y cuatro meses después, José Manuel Villarejo salió de la cárcel este miércoles. Fue la imagen del día. El excomisario, investigado por una treintena de causas, abandonó la prisión de Estremera, donde ha pasado casi todo el tiempo que se puede estar en prisión preventiva. Para su primera aparición tras abandonar su celda, Villarejo escogió un atuendo peculiar: su tradicional boina, un parche en el ojo —malogrado tras el ictus que sufrió hace unos meses— y un llamativo forro polar de la marca Valecuatro, estampado con la bandera de España.
La marca en cuestión ha sido la primera sorprendida de ver al gran exponente de las cloacas del estado vistiendo su ropa. “La primera sorpresa fue para nosotros. No le hemos regalado ropa ni hacemos ese tipo de publicidad. No tenemos nada que ver con que saliera con esa prenda”, afirma María Catoira, responsable de márketing de la firma en conversación telefónica con este periódico.
“Aquí damos total libertad a que todo el mundo pueda comprar la ropa que nosotros vendemos sin hacer ningún tipo de distinción. No podemos controlar quién compra nuestra ropa y quién no”, afirma. La marca en ningún momento ha repudiado que este oscuro personaje vista su ropa y alude a la libertad que tiene cada uno de elegir el atuendo que desee. Tampoco parece preocuparles que su imagen se resienta. Al final, ¿quién se acordará en poco tiempo de lo que vestía Villarejo a su salida de prisión?
19 años de historia
Valecuatro nació en el año 2002 en España de la mano de dos empresarios argentinos afincados en nuestro país que quieren permanecer anónimos. Empezaron vendiendo cinturones de cuero trabajados según la tradición del país sudamericano, famoso por su industria de marroquinería.
La marca fue creciendo y ampliando su catálogo de productos. Eligió empezar a hacer polos y sudaderas basadas en los diseños de los equipos de polo, el exclusivo deporte que se juega a caballo y que solo unos pocos privilegiados se pueden permitir.
El nombre de la marca, tal y como explica la misma en su página web, se debe a “la máxima apuesta de un popular juego argentino, es por ello que el propio nombre de la firma lo dice todo”.
La firma patrocina eventos de deportes como el citado polo, el pádel o la hípica. El año pasado fue patrocinador oficial del World Padel Tour, el circuito profesional de pádel mundial que reúne a los mejores jugadores y jugadoras del mundo.
Asimismo, también es una marca habitual presente en el Salón Internacional del Caballo (SICAB), la muestra de caballos de pura raza española más importante del mundo. Este evento se celebra en Sevilla desde el año 1991 de forma ininterrumpida, y la marca tiene ahí un importante nicho de mercado por su asociación directa con el mundo de la hípica.
La firma también tiene vinculación directa con el Santa María Polo Club de Sotogrande (Cádiz). Este lugar de veraneo habitual para personajes pudientes tiene mucha tradición en este exclusivo deporte.
La marca tuvo como imagen al jinete y jugador de polo Álvaro Muñoz Escassi, personaje habitual de la prensa rosa (no precisamente por su castidad y la fidelidad reinante en sus matrimonios). Hace ya años que la marca prescindió de este patrocinio y, desde entonces, se centró más en dar su imagen a eventos en vez de en personas concretas.
Sin embargo, de forma involuntaria, a Valecuatro le ha salido un nuevo embajador espontáneo: José Manuel Villarejo, el hombre de las mil corruptelas. Quién sabe si ese forro polar de Valecuatro albergó en algún momento la grabadora que siempre llevaba encima y que ha sacado los colores a muchos políticos de España.
Por cierto que la prenda en cuestión está descatalogada y no aparece en la tienda online de la marca. La responsable de márketing calcula que tiene, por lo menos, dos años. Los forros que Valecuatro oferta ahora en su web no son tan llamativos como el del excomisario.