El discapacitado mallorquín vejado ofreció 3.000 euros por participar en juegos sadomasoquistas

El hombre discapacitado de Manacor (Mallorca) ha declarado ante la policía que "no sabía cómo parar". La víctima, a quien le tatuaron dos penes en la cara, había publicado un anuncio en el que ofrecía hasta 3.000 euros por participar en unos juegos sadomasoquistas y de travestismo. La situación se fue de las manos y acabó siendo secuestrado con los citados tatuajes, la boca sellada con pegamento y los dedos de los pies cosidos.

Los siete agresores detenidos, de entre 20 y 30 años, retuvieron al hombre durante dos días. Cuando la víctima quiso parar e irse del lugar, uno de los agresores le amenazó con pegarle. Se quedó por puro miedo. Los detenidos son tres mujeres y cuatro hombres.

En los mensajes de WhastApp que intercambiaron había mensajes como: "Podéis hacer conmigo lo que os dé la gana". Fue la propia víctima quien sugirió los tatuajes en la cara, según la conversación revelada por el diario mallorquín Última Hora.  

Algunas de las pruebas que establecieron fueron arrancar las cejas en menos de cinco minutos, aguantar sin ir al baño y quien pierda ser torturado con agua, máximo de flexiones posibles y el perdedor recibir 10 patadas en los testículos, dejar sin pelos al concursante, salir a la calle 30 minutos vestido de mujer o soportar 30 pinzas de hierro calientes o tatuarse Wölling Wurst. Otras eran aún más duras e implicaban un dolor extremo.

Los hechos ocurrieron desde el viernes al domingo en un piso de la localidad mallorquina. Fue el domingo cuando el hombre minusválido pidió parar e irse, porque no se encontraba bien. Uno de los ahora detenidos amenazó con pegarle si no les pagaba lo acordado. Los agresores le quitaron el móvil y la cartera y finalmente le dejaron marchar a buscar el dinero.

Ahora, la investigación trata de esclarecer si los abusos y vejaciones fueron consentidos. Incluso contando con el consentimiento de la víctima, estos hechos son motivo de delito. Como mucho, podrá rebajarse la pena. Pero esa reducción de condena no existe en casos de menores o personas con discapacidad intelectual. La víctima de Manacor cumple con el segundo requisito: tiene una discapacidad intelectual del 38%.

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