Son en apariencia unas simples Nike Air Max 97 pero con unos detalles que no han dejado indiferente a nadie: un aro metálico con una estrella de cinco puntas invertida que cuelga de la lengüeta, una cruz del revés, el texto “Lucas 10:18” en el lateral y, en la cámara de aire, tinta roja que contiene una gota de sangre humana real.
Las “Nike Satan” salieron el lunes al mercado de la mano del rapero Lil Nas X y la polémica no tardó en desatarse: desde un inicio se pensó que era una de las múltiples colaboraciones que la marca de Oregón ha realizado junto a artistas de renombre. Así, la llamada al boicot contra Nike corrió como la pólvora en redes sociales, azuzada por políticos conservadores del partido republicano como la gobernadora del estado de Dakota del Sur Kristi Noem y líderes religiosos, que dijeron sentirse ofendidos.
Sin embargo, todo esto era parte del plan. Un plan en el que Nike se convirtió un actor accidental y en el que no tiene nada que ver. Tanto es así, que la compañía deportiva ha emprendido acciones legales para desvincularse por completo de las zapatillas. Pero, la demanda, ¿contra quién? Detrás de toda la polémica no está otro que el propio rapero y un colectivo artístico de Brooklyn, Nueva York, llamado MSCHF. Lil Nas X los contrató para que promocionaran su último trabajo. Y vaya si lo han hecho.
El lanzamiento de las zapatillas satánicas coincidió el lunes con el estreno de la canción "Montero (Call Me By Your Name)", en cuyo videoclip se aprecia a un Lil Nas X tentado por la serpiente en un anómalo paraíso. Posteriormente, convertido en otro ser, desciende a los infiernos con las zapatillas puestas por una barra de striptease para terminar haciendo juegos sexuales con el propio demonio, al que termina destronando. A través de este tema, el artista pretende explicar su salida del armario como homosexual.
666 unidades
Las zapatillas formaban parte de una agresiva campaña de marketing con una serie limitada a 666 unidades, las cuales se agotaron a las pocas horas de salir a la luz. Ahora mismo solo queda una sola unidad, precisamente, la 666, para la cual MSCHF hará un sorteo entre el aluvión de compradores que se sintieron tentados por la satánica zapatilla. El precio de venta del par es de 1018 dólares y coincide con el versículo del Nuevo Testamento de Lucas impreso en los laterales. “Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo”, dice el fragmento bíblico, en clara alusión a una de las escenas del videoclip.
La demanda interpuesta por Nike contra MSCHF en la corte del Distrito Este de Nueva York se fundamenta en que el colectivo ha usado uno de sus modelos para una modificación sin su autorización. Su argumento jurídico es que las zapatillas han sido alteradas de tal forma que no pueden distinguirse el diseño original de las Air Max 97. La sangre humana, el pentagrama o la cruz invertida convertirían a la zapatilla en una copia no autorizada.
Otro de los puntos en los que hace hincapié la demanda es que el logotipo de Nike se sigue usando en las zapatillas, pudiendo ocasionar confusión en los consumidores que asocien a la marca con la creación de MSCHF y Lil Nas X, como de hecho ha sucedido.
Después de la demanda, el colectivo de Brooklyn, cuyo lema es “Nothing is Sacred” (“Nada es sagrado”), ha respondido con humor y burlas, amplificando la polémica como parte de la propia campaña. Entre sus otras iniciativas en la web, puede verse además, una campaña diametralmente opuesta, que consiste en las zapatillas de Jesús -“Jesus Shoes”-, diseñadas también sobre la base de una Air Max 97, con detalles como agua bendita en la cámara de aire o un crucifijo en la lengüeta.
Por su parte, el rapero mundialmente conocido por haber batido todos los récords en 2018 con “Old Town Road”, ha respondido a la controversia con un falso tuit de arrepentimiento y diversos memes mofándose de Nike y de quienes dicen sentirse ofendidos.