La estampa ya empieza a convertirse en algo habitual. En marzo del año pasado ya le gritaron a Pablo Iglesias, entonces aún vicepresidente del Gobierno, aquello de “fuera vendeobreros de la universidad” en la misma Complutense de Madrid en la que él fomentaba los escraches hace unos años. Este lunes le ha tocado a Irene Montero, ministra de Igualdad, y a Mónica Oltra, lideresa de Compromís, vicepresidenta de la Generalitat valenciana y consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas.
“¡Fuera vendeobreros de nuestros barrios!” y “Aquí está la vividora del Ministerio de ‘des’Igualdad” son algunos de los gritos que han recibido Oltra y Montero este mediodía en un acto que han llevado a cabo en el Centre Dona de Valencia. Detrás del escrache están los mismos que intentaron expulsar a Iglesias de la Complutense: el grupo de extrema izquierda Frente Obrero, capitaneados en esta ocasión por Carmen López, una joven de 23 años que se encuentra cursando el último año de Química y que lleva dos años militando en la organización.
“Me he organizado desde siempre para intentar mejorar las condiciones y me he dado cuenta de que tenemos un circo político gobernando este país”, asegura Carmen en conversación telefónica con EL ESPAÑOL. “Están dejando tirados a los trabajadores cuando somos nosotros los que pagamos los rescates a empresas, a bancos, y luego somos los que estamos meses sin cobrar y sufriendo desahucios”, añade. Unas horas antes de la conversación con este diario, eso mismo le estaba gritando a Montero: “Sólo habláis de chorradas mientras la gente sufre en la calle”.
“Sabíamos que iba Oltra. Lo de Montero nos pilló un poco de sorpresa”, reconoce Carmen. “Pero esto también va contra ella porque están usando todas esas luchas simbólicas que no representan la realidad para ganar votos y conseguir un sillón y que su Ministerio de Igualdad es de financiar chiringuitos”, apuntala.
Esta es presumiblemente la primera vez que Irene Montero es víctima de un escrache por parte de Frente Obrero. Pero no es la primera que está en su diana. El pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, un grupo de chicas jóvenes se acercó hasta el Instituto de las Mujeres en Madrid y empezó a lanzar billetes falsos de 450 millones -el presupuesto del Ministerio- con la cara de la ministra Montero. La leyenda, la queja, era “450 millones en propaganda y sueldos”. En esta ocasión, la lucha era otra.
El escrache
Carmen cuenta que el conflicto con Mónica Oltra empieza, en realidad, hace un par de meses, el pasado 26 de febrero. Varios miembros de Frente Obrero, que tiene mucha presencia en Valencia, okuparon un edificio propiedad de la Generalitat en el número 80 de la calle Colón de la capital del Turia. “Hace meses impulsamos un proyecto, que era Esperanza Obrera, con asociaciones de Valencia y es para convertir ese edificio en un albergue y en banco de alimentos”, explica.
Desde entonces, según asegura, han estado intentando contactar con Oltra y con su equipo para hacer el proyecto viable. “Llegó un momento en el que nos pidieron, a través de los Servicios Sociales, los datos de las familias que estamos acogiendo para que les buscaran una alternativa habitacional. Resulta que esos datos no lo usaron para la alternativa sino para denunciarlos por lo penal”, comenta.
—Pero es que okuparon un edificio, ¿no?
—Sí. Y puedo entender que denuncien a Frente Obrero o que denuncien la acción política. Pero no que denuncien a las familias necesitadas. Ahora tenemos a cinco familias denunciadas por lo penal.
Una de esas personas afectadas por las denuncias es Fani, la mujer que ha estado al lado de Carmen en el escrache a Irene Montero y a Mónica Oltra. Según cuenta la militante del Frente Obrero, Fani tiene una discapacidad y trabajaba para Netalia, una empresa de limpieza con licitación de la Generalitat. Denuncia que la empresa le debe dinero a varios trabajadores. “Además, tiene una jubilación que no llega a 500 euros y, tras ser desahuciada, recurrió a nosotros. Estaba en un albergue y quería salir de ahí por el estado del sitio”, cuenta Carmen.
“Es muy hiriente para gente como Fani, ignorados por los Servicios Sociales durante meses, denunciadas y demás, que vayan Mónica Oltra e Irene Montero a la Casa de la Dona a hacerse la foto”, se queja Carmen.
—¿Y por qué en el Centre Dona?
—Porque hemos hablado con gente que necesita ayuda de ese sitio y nos cuentan que hay muchísimas trabas burocráticas y que no se dan las ayudas a las mujeres. Hay mujeres maltratadas que ni siquiera reciben el piso tutelado. Se llenan la boca con el feminismo y dejan a las mujeres trabajadoras tiradas. Es puro marketing electoral.
Contra el feminismo
Para contar la historia de Frente Obrero siempre hay que hacerlo con matices. Se trata de una organización de extrema izquierda, sí; sin embargo, las ideas que defienden muchas veces pueden ir asociadas a una extrema derecha de corte socialista. Durante los últimos tiempos se han caracterizado en arremeter contra el Ministerio de Igualdad, la Ley Trans y demás preceptos que suelen ir asociados a la izquierda.
La última acción más sonada fue la del propio 8-M en el Instituto de las Mujeres de Madrid, perteneciente al Ministerio de Igualdad. Varias miembros de Frente Obrero se subieron a la fachada del edificio a lanzar billetes falsos de 450 millones de euros con la cara de Montero y acusándola de crear chiringuitos a través de su cartera. En la fachada del mismo, también, colocaron un cartel contra la denominada Ley Trans. El objetivo, lo explicaba Fermín Turia, uno de los portavoces de la organización:
“La verdad es que en los ministerios que figuran los miembros de Podemos, siempre hay mucho contraste entre sus políticas y la realidad. Nosotros somos muy críticos con Vox y su patriotismo, pero, igual que unos se envuelven en la bandera rojigualda, los otros se envuelven en el morado. El feminismo que han creado es una moda del sistema. Es un botellón. No participan las mujeres trabajadoras y es un despilfarro de dinero por parte de Podemos que no ayuda a cambiar las cosas”.
La de este lunes ha sido una acción en esa línea que ha servido para dar visibilidad a la organización con la presencia de Montero que, desde aquel 8-M, se está convirtiendo en uno de los objetivos predilectos de Frente Obrero. Resuenan de nuevo las palabras de Carmen: “Esto va contra ella (Montero) porque están usando todas esas luchas simbólicas que no representan la realidad para ganar votos y conseguir un sillón y que su Ministerio de Igualdad es de financiar chiringuitos”, apuntala.