Para ella fue su primera vez y nunca podrá olvidarla porque las relaciones sexuales se produjeron contra su voluntad: fue supuestamente violada por un futbolista de Tercera División de Murcia. El relato de la víctima, una menor de edad, causa pavor porque pasó de disfrutar una divertida noche de fiesta -en un conocido local de copas de la capital- a que un desconocido presuntamente le arrebatase su ropa interior.
Tarde del viernes 30 de abril. Esta estudiante de instituto queda con tres amigas para coger un bus en su pueblo y desplazarse a la zona de ocio ZigZag de Murcia. La pandilla de adolescentes decide entrar a un local de copas a marcarse unos bailes, beber algo, y acaban conociendo a unos chavales.
"Estando en una discoteca, sentadas en una mesa tomando algo, conocimos a unos chicos", tal y como expone la víctima a la Policía Nacional. Inicialmente todo fueron risas y buen rollo. "Estuvimos un buen rato hablando y bebiendo con ellos".
A partir de las once de la noche, como por aquel entonces había toque de queda, la pandilla comenzó a disolverse: dos adolescentes regresaron a casa. En la disco solo quedaron la víctima, de 16 años, y una amiga, con el grupo de chicos, donde se encuentra el deportista: un guaperas, de 20 años, que juega en Tercera División en el filial de un equipo profesional de Murcia y que busca triunfar en el fútbol tras formarse en la cantera de uno de los clubes más importantes del balompié murciano.
La pareja de amigas no residía en la capital del Segura y los chicos se ofrecieron a llevarlas a su pueblo para que no incumpliesen el toque de queda. "Al ver que era tarde, sin pensarlo, accedimos y subimos al coche con ellos". Al volante del Volkswagen Golf estaba el futbolista, quien supuestamente alardeó de que el turismo se lo había puesto el club.
Encerradas en el piso
Esta conducta de auténticos 'gentleman' les duró bien poco, según recoge la denuncia de la víctima donde expone que en el trayecto en coche descubrieron que los jóvenes les habían mentido. "Nos dimos cuenta de que no iban de camino a nuestra localidad y les preguntamos dónde íbamos, el conductor del coche y su amigo dijeron que tenían que ir a su piso a recoger unas cosas, todos subimos al piso de forma voluntaria. Una vez dentro vimos que uno de los chicos cerró la puerta con llave".
Las adolescentes comenzaron a sentir miedo por la situación: estaban encerradas en un piso con unos desconocidos y se encontraban en Murcia a varios kilómetros de casa. Estas estudiantes de instituto les dijeron a los chicos que querían irse porque era tarde, pero no les dejaron salir del inmueble donde residía el futbolista.
"Al piso llegron otros tres amigos del propietario, yo y mi amiga estábamos en una habitación conversando con ellos y nos dijeron que ya era el toque de queda y que no nos iban a poder llevar a nuestro pueblo. En ese momento, mi amiga se puso muy nerviosa y rompió a llorar. Le dije que se relajará y yo también empecé a llorar".
Estas menores, al verse acorraladas en el piso, optaron por cambiar de estrategia con los adolescentes -siguiéndoles el rollo- para ver si podían huir aprovechando un descuido: "Llegamos a la conclusión de hacerles ver que estábamos bien para escapar". El grupo de chavales se fue a una habitación a la que entraron las menores de edad y donde se quedaron a solas con dos chicos: uno era el futbolista de Tercera División.
"Mi amiga comenzó a enrollarse con uno y en un momento determinado salieron de la habitación. Me quedé con el chico (el futbolista), de primeras, empecé a enrollarme voluntariamente con él, pero la situación se fue de las manos, el chico quería más, comenzó a bajarme las medias, yo le dije que no quería, el chico me bajó otra vez las medias, me las intenté subir, me levanté de la cama y traté de salir de la habitación".
La puerta con pestillo
La menor no pudo salir del cuarto porque la puerta tenía el pestillo puesto."El chico salió detrás mía, me agarró y me lanzó a la cama, estaba bocabajo y él se subió encima mía, le dije que era virgen y que no quería: el chico me contestó que no me preocupase que iba a ser un momento".
El relato contenido en la denuncia policial es terrorífico. "Me quitó las bragas y comenzó a penetrarme, no se puso protección, yo comencé a gritar, llamando a mi amiga, pero no vino, supongo que no me escuchó porque la puerta estaba cerrada". Además, en el piso habían puesto música, de forma que sus llamadas de auxilio solo las escuchaba su presunto violador.
Esta estudiante de Secundaria, de 16 años, trató de zafarse del futbolista, de 20 años, sin embargo, la preparación física del deportista declinó la balanza a su favor. "No pude levantarme porque él tenía más fuerza, cuando terminó, se marchó de la habitación y yo me quedé llorando".
Comenzó a sangrar
La víctima salió del cuarto en busca de su amiga y le pidió que la acompañase al aseo. "Le conté lo que me pasó, mi amiga vio que me salía sangre de mis partes, comenzamos a llorar, nos fuimos a una habitación y mi amiga llamó a la Policía". A partir de ese momento, un familiar del futbolista decidió abrirles la puerta del piso para dejarlas marchar.
Era demasiado tarde: el cuerpo de la chica ya había sido supuestamente mancillado. Cuando la pareja de menores salió a la calle llegó un vehículo policial camuflado, sin distintivo, que se las llevó a la Comisaría del Barrio del Carmen donde se formuló la denuncia por la supuesta violación. La víctima relató a la Policía Nacional que ella y su amiga permenecieron "encerradas" en el piso durante tres horas.
La Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) abrió una investigación mientras la menor de edad fue al Hospital Virgen de la Arrixaca para ser sometida a una exploración. En tan duro trance la acompañó su madre que llegó a la Comisaría del Carmen y se encontró a su niña, de 16 años, llorando, con la cara hinchada y las medias rotas.
En las pesquisas para identificar al supuesto autor de la violación jugó un papel clave la hermana de la víctima, quien localizó las redes sociales del futbolista: nombre, apellidos, teléfono, club donde militaba y fotos de su Golf. Unos días después la UFAM arrestó al deportista.
Orden de alejamiento
La menor de edad ratificó su denuncia cuando acudió a declarar en sede judicial junto a su madre. Incluso aportó más datos: no sabía si el supuesto violador eyaculó dentro o fuera durante la agresión sexual, la presunta violación se prolongó "más de cinco minutos", sin preservativo y mediante el uso de la fuerza. "Me puso bocabajo en la cama, me bajó las medias y las bragas, me penetró aunque yo no quería, al tiempo que me sujetaba de las muñecas", según expuso al juez.
La madre dejó constar en los juzgados que no buscaba el dinero de una posible responsablidad dolosa: "No reclamo la inemnización que pudiera corresponderle por los daños y perjuicios, quiero que el autor pague por lo que ha hecho".
Una fuente del Tribunal Superior de Justicia ha confirmado que se ha impuesto al deportista una orden de alejamiento respecto de la víctima y la obligación de comparecer periódicamente en sede judicial. Las diligencias por un presunto abuso sexual -con penetración- a menor de edad se siguen en el Juzgado de Instrucción número 9 de Murcia.
"Credibilidad del relato"
Vicente Sanmartín, el letrado de la menor, subraya que "la credibilidad del relato de la víctima es claro por el contenido de lo que expone en su denuncia y todos los detalles que ofrece: son unos hechos muy graves donde está claro que hay un mayor de edad y una menor". Sanmartín avanza que "pediremos que la instrucción sea ágil para evitar que se produzca una revictimización".
En la instrucción judicial jugará un papel clave el informe forense para determinar si la menor sufrió desgarros compatibles con lesiones sexuales y no es descartable que se introduzcan otros ilícitos, como el de retención ilegal, ya que la víctima expuso a la Policía Nacional y en sede judicial que cerraron el piso del futbolista con llave y en la habitación donde se produjo la supuesta violación estaba echado el pestillo.
EL ESPAÑOL ha podido saber que se trata de un jugador de perfil ofensivo, que no tenía sueldo en el filial de un equipo profesional de Murcia, tan solo cobraba alguna dieta por los desplazamientos para entrenar y que esta temporada ha sido un jugador secundario en la plantilla de Tercera División: 6 goles. La mayoría de los encuentros empezó desde el banquillo, ahora si prosperan las pesquisas podría probar otro banquillo: el de los acusados.