Las oposiciones para obtener una de las 7 plazas de turno libre de la Policía Local de Mislata han terminado en escándalo. Al menos una de las personas aprobadas conocía el examen del supuesto práctico que realizaron los 15 aspirantes de esa fase. En concreto, la misma prueba había sido abordada el pasado mes de enero en la academia Esforpol, de la que era alumna la agente interina que superó el ejercicio.
Según ha podido contrastar EL ESPAÑOL, lo ocurrido ha sido remitido a la Agencia Valenciana Antifraude para que investigue los hechos. Ha dado traslado de los mismos un denunciante anónimo, que aporta el examen, el ejercicio de la academia y pruebas de que la interina estudiaba en dicha escuela de opositores. Solicita además que el Ayuntamiento de Mislata, gobernado por el socialista Carlos Fernández Bielsa, repita las oposiciones con un tribunal distinto.
Este periódico ha tenido acceso tanto al documento del examen como a la prueba realizada previamente en la academia. En efecto, se trata de supuestos prácticos idénticos. "Informan de una pareja dentro de un vehículo que discuten fuertemente, y donde se aprecia que la chica pide auxilio", plantea el ejercicio.
Apenas cambia la dirección de los hechos y el nombre de los protagonistas del supuesto, algo a lo que se aferra el Ayuntamiento para afirmar que la prueba "era nueva y adaptada al municipio de Mislata". Pero las bases del propio consistorio establecen que el tribunal -que cobra dietas por elaborar el examen- "confeccionará cuatro ejercicios prácticos".
"Es una prueba práctica, la norma dice con claridad que los supuestos han de ser nuevos, confeccionados por el tribunal. Recurrir a uno preexistente es una clara irregularidad, y más si se trata de uno que ya ha realizado una de las aspirantes", subrayan fuentes policiales consultadas por EL ESPAÑOL.
La suspicacia, en cualquier caso, no acaba aquí. Para las siete plazas han aprobado justo siete personas, entre las que se encuentran el hijo del actual jefe de Policía Local de Mislata -quien se abstuvo y no participó en el tribunal-, y la hija de una miembro del gabinete técnico de Policía de la Comunidad Valenciana.
"Parece un proceso teledirigido", añaden las mismas fuentes, que recuerdan además que "la tasa que pagaron los 94 aspirantes iniciales ya fue una gran barrera de entrada, al ser de 410 euros, una de las más elevadas que se conocen".
El Ayuntamiento de Mislata asegura a EL ESPAÑOL que el procedimiento ha sido "totalmente transparente, legal, objetivo y con todas las garantías". No obstante, evita responder sobre el hecho de que se trate de una prueba idéntica a la realizada por la academia. "No se va a realizar ninguna valoración al respecto", apunta. Tan solo agrega que "había cuatro opciones, se hizo un sorteo y salió ese".
Por contra, el consistorio sí se pronuncia largo y tendido contra uno de los aspirantes. "Únicamente se ha recibido una reclamación de un aspirante que ha suspendido la prueba del supuesto práctico, un aspirante que ha presentado reclamaciones similares en otros ayuntamientos acusando a los tribunales de las mismas cuestiones de las que se acusa a este tribunal", afirma.
"Nos consta que en alguno de los procedimientos judiciales ya ha salido perdiendo y condenado a pagar costas", agrega la corporación municipal contra dicho candidato.
Párrafos exactos
Tanto la prueba de la academia como el examen definitivo contienen párrafos exactos, al margen de los detalles diferenciales -como los nombres y la ubicación del supuesto práctico en Mislata (el de la academia transcurría en Barcelona)-.
Ambos exponen el siguiente escenario: "Personados en el lugar, el vehículo se encuentra estacionado correctamente en un lado de la vía, ocupado por un varón en el puesto de conductor y una mujer en el puesto de copiloto". "El vehículo presenta baja temporal, seguro en vigor y con ITV caducada", agregan.
"Por una parte, el varón llamado Alberto (Benjamín en la prueba de la academia Esforpol) es español de 25 años, quien le consta numerosos antecedentes por robo con fuerza en las cosas, lesiones, atentado y violencia intrafamiliar", explica el supuesto de ambos textos. Agrega que el hombre "tiene vigente una orden de protección sobre su expareja Felisa (María en el ejercicio) con prohibición de acercarse a ella a menos de 300 metros y comunicarse con ella".
En el interrogatorio a la mujer, esta dice haber accedido a que se vieran pese a la orden de alejamiento, si bien manifiesta a los agentes que le ha practicado tocamientos contra su voluntad y que la ha amenazado para mantener relaciones sexuales. "Follas con todos, menos conmigo, a cambio de una raya. Bájate ahora mismo las bragas o te desfiguro la cara a puñetazos", recoge el texto de la academia.
Pese al copia-pega que benefició (al menos) a la alumna de la academia, cabe reconocer que el tribunal de Mislata tuvo algo más de decoro que la academia, pues en este pasaje dulcificó la escena. La dejó en "si no te acuestas conmigo te desfiguro la cara a puñetazos".