El buque oceanográfico Ángeles Alvariño paró en la tarde de este jueves en un punto concreto de la costa de Tenerife donde puede haber detectado un objeto metálico, "con un bulto difuso", que puede estar relacionado con la búsqueda de Tomás Gimeno y su hija Anna.
Según fuentes citadas por medios canarios, no tiene por qué ser nada relevante aunque no se descarta que el robot submarino busque en el fondo para descartar otros objetos relacionados con Gimeno.
Los investigadores creen que el asesino pudo haberse lastrado con un cinto de plomo al fondo del mar tras haber acabado con la vida de sus hijas. El buque oceanográfico Ángeles Alvariño halló esta semana dos botellas de buceo en el fondo del mar, a unos 1.500 metros de profundidad, en la nueva zona de búsqueda donde se había centrado el buque en los últimos días.
Las botellas, que son de aluminio y de un tamaño pequeño, le pudieron servir a Gimeno para provocarse como la conocida "muerte dulce", es decir, morir por inhalar oxígeno puro. Los investigadores están convencidos de que el cinturón de plomo que pudo utulizar el padre de Anna y Olivia para hundirse está muy cerca del lugar donde se han hallado las botellas.
No todo el mundo comparte esa opinión. Para el marino y perito náutico Fernando G. Echegoyen “la posibilidad de que se haya suicidado está, pero no nos la dan las botellas”, afirma una de las máximas autoridades de la materia en nuestro país. “La aparición de esas dos botellas, en mi opinión, lo único que causa es confusión. Todo el mundo está dando por hecho que se suicidó por este hallazgo. No implica eso directamente”.
Ocho días y dos botellas
Tras dos días atracado por una avería, el Ángeles Alvariño volvió este jueves a zarpar. El buque tenía una hélice rota. La nueva batida ha arrancado con un hallazgo en pocas horas, lo que da al equipo de búsqueda algo de lo que tirar. El barco pasó ocho días consecutivos (día y noche) peinando el mar tinerfeño hasta encontrar las botellas.
Es el hallazgo más importante que se produce en en este caso desde que se encontrar el cuerpo de la pequeña Olivia el pasado 11 de junio. Las dos niñas -Anna todavía no ha aparecido- llevaban desaparecidas desde el pasado 27 de abril junto con su padre, Tomás Gimeno.
El auto judicial publicado tras el hallazgo de Olivia detallaba como, con toda probabilidad, Gimeno mató a sus hijas en su casa y luego se hizo a la mar en su lancha para desacerse de los cuerpos en sendas bolsas de deporte.
Durante todo este tiempo, la madre de las pequeñas, Beatriz Zimmerman, ha estado arropada por miles de personas que no han dejado de compartir la foto de Anna y Olivia en redes sociales, y de mandarle fuerza y energía a esa madre, que no perdía la esperanza de hallar a sus hijas con vida. Una esperanza que los nuevos hallazgos desvanecen según pasa el tiempo.