Palma permitió otro festival tras el macrobrote pese al aviso policial de 'riesgo masivo' de contagio
El festival de reguetón donde se focalizó el virus tuvo lugar el 15 de junio. Cinco días más tarde se celebró la segunda entrega en el mismo recinto.
29 junio, 2021 02:33El 15 de junio se celebró, en la plaza de toros de Palma de Mallorca, un concierto de reguetón en el que se incumplieron casi todas las normas de seguridad contra la COVID-19. Un evento lleno de estudiantes que desencadenó un megabrote de coronavirus y que ha provocado graves consecuencias: cuenta ya más de 800 afectados por toda España y el gobierno balear ha sido denunciado por prevaricación y detención ilegal. Los propios agentes advirtieron de las negativas consecuencias que iba a provocar aquella fiesta. A pesar de los avisos y las sanciones, el 20 de junio tuvo lugar la segunda entrega del mismo concierto.
Lo ha podido saber EL ESPAÑOL, que ha accedido a un extracto de dicho informe policial en el que los agentes valoraban negativamente el transcurso del aquel evento del 15 de junio. Explican en el documento que el primer concierto se desmadró hasta unos niveles que lo convirtieron en incontrolable: “Se transformó un evento técnicamente viable en una actividad prohibida expresamente por la normativa COVID-19, con un alto riesgo epidemiológico y masivo”.
Un aviso que fue refrendado por los técnicos de Emergencias de la Conselleria d’Interior del gobierno mallorquín y que provocó que aquel primer festival se concluyese antes de tiempo. Se habían incumplido todas las normas de seguridad, aforo y distancia. La policía acabó el concierto antes de tiempo, no sin incidentes: uno de los cantantes llamado L-Gante azuzó al público contra la policía y acabó sancionado. Un caos por el que el consistorio de la capital ha expedientado a la empresa organizadora, que será multada con una cantidad entre 60.000 y 600.000 euros.
Los conciertos estaban programados para los días 15, 20 y 25 de junio. Tras el primero, la policía local emitió un informe negativo de cara al segundo. Pero el ayuntamiento permitió que el de día 20 también se llevó a cabo. El tercero fue el único que se acabó suspendiendo.
Recinto privado
“Es un recinto privado y los organizadores ya tenían la autorización previa”, justifican a EL ESPAÑOL desde el consistorio palmesano. “El problema vino en el primer concierto, el del 15 de junio. Allí se produjo el ‘desgavell’ (desbarajuste) y se incumplieron tantas normas de seguridad que fue la propia policía la que lo finalizó antes de tiempo”.
“Nosotros, como ayuntamiento, no autorizamos ni prohibimos. La plaza de toros es un recinto privado que ya contaba con las autorizaciones para los conciertos del 15, 20 y 25. Aquí, como en cualquier otro de los conciertos que se están celebrando en Mallorca, lo que se tenía que hacer era cumplir con unas normas que al final no se respetaron. Pero en el segundo no hubo ningún problema”, resumen desde el Ayuntamiento de Palma de Mallorca.
El concierto estaba lleno de estudiantes de toda España que estaban en la isla disfrutando de sus viajes de fin de curso. Principalmente jóvenes de 17 y 18 años. Tal y como adelantó Última Hora, los mayores compraban el alcohol y se lo daban a los menores. Muchos de ellos acabaron borrachos y tirados por el suelo. En las inmediaciones de la plaza de toros, durante toda la tarde, los jóvenes se reunían haciendo pequeños grupos de botellón.
Cuando entraron en el recinto los efectivos la Policía Local de Palma y los técnicos del Govern, se encontraron a cientos de jóvenes agolpados en la pista bailando e incumpliendo por completo las medidas de seguridad y sanitarias. Eso llevó a que los agentes dieran por clausurado el evento antes de lo previsto, no sin problemas para desalojar el coso taurino.
¿Por qué entonces autorizaron el segundo festival? Desde el Ayuntamiento explican que "ya contaban con las autorizaciones y lo que tenían que hacer era cumpir las normas. En ese segundo concierto no hubo ningún problema y se respetaron todas las normas de seguridad. El desmadre fue el primero", concluyen.
Fin de curso
¿Por qué tantos estudiantes en ese concierto? Porque estaban en Mallorca de viaje de fin de curso, organizado por la empresa "Mi fin de curso". Pertenecen a Delem Ocio una firma que organiza viajes escolares para alumno de toda España, y que llevaba en su programa de viajes el mencionado festival de reguetón, pero se desmarcan.
Desde Delem han atendido a EL ESPAÑOL y han dejado claro que "nosotros no somos los organizadores de ese festival. Se encarga otra empresa que no tiene nada que ver con nosotros. En nuestro caso, lo que hacemos es montar el viaje de fin de curso con todas las medidas de seguridad pertinentes".
En el flyer promocional de estos viajes de estudios a Mallorca figura el festival RBF Erasmus Edition como parte del programa. La empresa Delem ha matizado que "nosotros digamos que en ese caso somos una especie de intermediarios, que llevamos clientes a la empresa organizadora del concierto. Ponemos los autobuses para los alumnos que hayan decidido comprar entrada para el festival, pero no era obligatorio asistir".
Entonces, ¿quién es el responsable último del polémico Reggaeton Beach Festival Erasmus Edition?. El evento en cuestión está organizado por una empresa con el mismo nombre, RBF 2020 S.L.U. Tiene su sede en Badalona y su responsable es Iván Sanahuja Fuentes, un empresario catalán dedicado a organizar este mismo festival en otras ciudades, como Barcelona, Benidorm o Madrid y que cuenta con una empresa RBF en cada una de esas ciudades.
La organización no habla
EL ESPAÑOL ha intentado hablar con dicha empresa, pero ha sido imposible. Porque la única forma de contactar con ellos es por medio de un mensaje en redes sociales. Una usuaria se quejaba en sus redes de que no lograba hablar con ellos, obteniendo a cambio una agresiva contestación: "No es verdad, te dimos respuesta por DM". Y es cierto, responden a los mensajes. La trampa es que contesta un bot con un mensaje predeterminado en el que remiten a consultar en la página web cualquier duda. La usuaria tenía razón: la empresa no contesta.
No obstante, se enfrenta a una multa que puede llegar a los 600.00 euros, tal y como han confirmado desde el Ayuntamiento de Palma de Mallorca. Entretanto, los problemas siguen en Baleares y en la península. En Mallorca porque siguen confinados más de 200 alumnos de todas partes de España en hoteles covid. Esto ha provocado que algunos, especialmente de Cádiz y el País Vasco, hayan manifestado sus quejas por el encierro, ya que aseguran que llegaron con PCR negativa. Incluso la madre de uno de los alumnos gaditanos, abogada de profesión, ha denunciado al gobierno balear por prevaricación y detención ilegal.
En el resto de la península, porque allí se encuentran los afectados por aquel macrobrote del concierto del 15 de junio. Hay casos registrados en Cataluña, en Valencia o en Madrid. El propio Fernando Simón se ha referido a ese caso: el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias cifró en 5.126 los viajeros identificados en los contagios registrados en los viajes de estudios a Mallorca y Menorca, que han causado 1.167 infecciones y mantiene en cuarentena a 4.796 personas.
Simón se ha referido al episodio mallorquín como "la situación perfecta para una gran transmisión del virus", y ha recordado que no es la primera vez que pasa, pero si ha sido la más mediática. "Ha congregado a población de nuestro territorio y de fuera, con múltiples orígenes geográficos, múltiples variantes en la zona, múltiples escenarios epidemiológicos y eventos masivos con poco control", ha descrito Simón para explicar la extensión de la transmisión.