La lección de 4 repetidores contra la Ley Celaá de pasar con suspensos: están en el Ejército, los coles...
En España repiten un 29% de los alumnos. Se trata de un recurso caro y la administración quiere acabar con esta medida.
4 julio, 2021 02:11Noticias relacionadas
Es jueves por la tarde en un túnel del metro de Madrid. Acaba de empezar el verano. Es decir, acaban de dar las notas en los centros educativos. Cinco jóvenes entran en el vagón y sus conversaciones van variando, saltando de una a otra. Nada nuevo, como en cualquier otro grupo de chavales. De repente, las palabras de ellos tornan al instituto. “Deberías haber estudiado más, tú podías”, le reprocha una joven a uno de sus acompañantes. Él no lo niega, lo acepta con cierta resignación. “Sí, no he aprobado porque no he querido. Ahora me toca repetir”.
No es novedoso. Cada año son muchos los alumnos que repiten curso en España, un 29% concretamente. Si pensamos en nuestro alrededor, puede que haya un elevado número de personas que han pasado por una etapa educativa en más de una ocasión. Esto no tiene que ser malo per se. Al revés, a veces aporta, refuerza al alumno y le hace continuar de forma más exitosa su etapa educativa. Como diría aquel: todo depende.
Pero España tiene un problema con esto. La ministra de Educación, Isabel Celaá, ya lo reconoció hace un año, en plena pugna por la aprobación de la nueva ley educativa, la Lomloe –en vigor desde el pasado mes de enero–. "Claramente tenemos que hacer un gran viaje para reducir el número de repetidores, porque la repetición no conduce a una mejora del alumno, lo que lleva a una mejora del alumno es el refuerzo individual", dijo por entonces la titular de la cartera educativa.
Para ello, la Lomloe no apunta un número de suspensos para repetir curso. Y, además, sólo se podrá repetir dos veces en la educación obligatoria –en realidad, esto no supone un gran cambio ya que sólo es una vez menos que con la Lomce–.
Hay quien se rasga las vestiduras por estos cambios que introduce la ley. Desde VOX, por ejemplo, se ha señalado en varias ocasiones que esta norma rebaja la meritocracia.
En el sentido de la Lomloe versa el Real Decreto que se prepara de cara al curso que viene. Repetir curso dependerá a partir del 2021-2022 de una decisión del equipo docente de forma colegiada, atendiendo a determinadas condiciones.
Este viernes Isabel Celaá hacía una apreciación al respecto en Twittter este viernes. "La repetición no garantiza mejores resultados, como nos dice la OCDE. Al contrario, favorece el abandono escolar. La Lomloe pone el foco en las medidas de refuerzo educativo. No podemos perder ningún talento".
La repetición no garantiza mejores resultados, como nos dice la OCDE. Al contrario, favorece el abandono escolar. La LOMLOE pone el foco en las medidas de refuerzo educativo. No podemos perder ningún talento.
— Isabel Celaá (@CelaaIsabel) July 2, 2021
Esta apreciación, en parte, estigmatiza a los repetidores. Parece que relaciona a la repetición con la perdida de talento, cuando puede que no sea así y este sea un buen recurso de cara a la educación del alumno.
Para ver cómo afecta a las personas adultas del futuro repetir, EL ESPAÑOL ha querido conocer los ejemplos de algunos repetidores sobre este aspecto. ¿A qué se dedican hoy en día aquellos con los que coincidiste en clase porque repitieron? ¿Supuso aquello una pérdida de talento para el país? ¿Fue para ellos un problema repetir? ¿Cómo les afectó aquella etapa de su vida? ¿A qué se dedican después de haber repetido uno o más cursos? ¿Les aportó algo aquella experiencia?
Vicente, Érika, Deyanira y Jaime reponden a estas preguntas.
"La Lomloe está llamada al fracaso"
Antes de nada, EL ESPAÑOL ha consultado a un experto pedagogo sobre el tema. Se trata de Enrique Castillejos, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Pedagogos y Psicopedagogos de España.
Él piensa que se debe contextualizar todo un poco más. Critica la Lomloe por ser una norma "contradictoria", pero también tiene para los que se rasgan las vestiduras. No cree que la conocida como 'ley Celaá' implique demasiados cambios en el sistema educativo.
"Hay que contextualizar. Hacemos una prueba de nivel de cuarto de la ESO a graduados de éxito y ya le digo que casi ninguno la pasa. ¿Por qué? Pues porque es ingeniero y hará bien matemáticas, pero no lengua", comenta Castillejos.
Al otro lado del teléfono, Castillejos explica cómo no se critica la ley, sino el sistema educativo español. Expone que todo debería virar hacia una educación que evaluara y no calificara. Es decir, que el apto o no apto de los alumnos dependiera de algo más que una serie de exámenes donde se pone nota a la exposición de contenidos.
En opinión de Castillejos, "por una parte se dice: oiga, mire usted, vamos a hacer esto –no poner un número de suspensos para pasar de curso y evaluar no sólo los exámenes–, pero cuando terminen la educación obligatoria les vamos a evaluar sobre eso que hemos dicho que no es importante. Por ejemplo, las pruebas EBAU. Te preguntan sólo por contenidos. Y luego, en las pruebas de acceso a ciclos formativos. Ahí está el fallo de la ley. Ahí todo lo demás empieza a fallar".
"Si no se modifica esto, la lomloe está llamada al fracaso", apunta Castillejos. El presidente de pedagogos y psicopegagogos cree que el verdadero problema está en el fracaso escolar.
No apuntar bien a la hora atacar el problema puede suponer un aumento de las consecuencias negativas. "Si aprobamos con mayor número de suspensos, pues el fracaso escolar disminuirá", dice, entendendiendo que la estrategia del Gobierno facilitaría la reducción del problema sin ser la solución.
"La verdad es que se seguirá incrementando el desconocimiento. Y entonces tenemos lo que estamos teniendo cada día más. Tenemos una tasa de paro juvenil enorme y el abandono del sistema educativo una vez pasa la etapa obligatoria. Según la CRUE (Colegio de Rectores de las Universidades Españolas), hay un 54% alumnos que abandonan el primer año de carrera universitaria".
"Si se busca disminuir el fracaso escolar con triquiñuelas de este tipo, harán su efecto. Pero realmente lo que harás es empobrecer el sistema educativo", explica Castillejos.
O lo que viene siendo lo mismo: el gobierno de España se hace trampas al solitario.
En este sentido, Castillejo rebate otros argumentos. Por ejemplo, aquellos que apuntan que esto puede afectar psicológicamente a los niños.
–¿Podría afectar a los niños negativamente repetir curso?
–En términos generales no pasa nada. No hay ninguna investigación que diga lo contrario. Todo lo demás son protagonismos de mis colegas los psicólogos que buscan salir en Youtube diciendo esas cosas alarmistas y que no tienen ninguna base científica. Otra cosa es que haya casos particulares en los que se cumplan estas cosas. En los departamentos de pedagogos y psicopedagogos tienen que supervisar que esa repetición de curso, pero que no haya un aspecto negativo que perdure en el tiempo.
Vicente: "Si suspendes debes repetir"
Cada testimonio depende de las vivencias de la persona. Vicente (1992) era aquel chico callado que no se alteraba por casi nada. Un niño bueno, que repitió tercero de la ESO y primero de Bachillerato por suspender más de dos asignaturas.
El inglés, por ejemplo, siempre lo dio dolores de cabezas. Ahora, a sus 28 años, presume de tener buenas calificaciones en la materia. La vida es evolución.
Reconoce que le invadió la tristeza cuando se enteró de que le tocaba repetir. "Veía que mis amistades pasaban de curso y yo no", dice. No obstante, ve lógico que se instaure un mínimo de asignaturas para decidir si el alumno repite curso. "Si suspendes, tienes que repetir". "Pero también creo que se deberían evaluar otros conceptos como el esfuerzo realizado o las distintas capacidades que tiene el alumno. Generalmente en los exámenes se evalúa la retentiva y eso no es justo", comenta.
Este jerezano es actualmente sargento del Ejército del Aire. A pesar de repetir en una ocasión en la educación obligatoria y otra vez en bachillerato, obtuvo también el título en un ciclo superior de proyectos de edificación. Ahora, en la Academia Militar, estudia otro título de mantenimiento de Aeromecánica.
No cree que repetir le haya supuesto un trauma. "Gracias a eso conocí a mís mejores amigos y tenemos una amistad de las que quedan pocas hoy en día. No entiendo que alguien pueda pensar que repetir es negativo porque sí. A mi personalmente me ha hecho crecer de manera diferente y ver la vida de otra manera".
No cree que se deba juzgar a nadie por repetir curso. "No sabes cómo es su vida fuera del instituto y tampoco cuáles son sus problemas".
Deyanira: "Repetí y recapacité"
"Repetí tercero de la ESO porque estaba en una etapa en la que pensaba que estudiar no servía para nada. Pero mi familia nunca me ha dejado caer, siempre ha estado encima mía. Aquel año me quedaron demasiadas asignaturas", cuenta Deyanira (1998).
En aquella época pisaba las calles de San Fernando. Repetir le hizo pensarlo mejor. "Todo el mundo me apoyaba por entonces y me decía que no era menos que nadie". Hoy en día estudia educación infantil en la Universidad de Cádiz y tiene un ciclo superior en este mismo ámbito.
Piensa mucho sobre este tema. Como estudiante de magisterio conoce los defectos de la educación y todo lo que hay de criticable en el sistema español. "Creo que se debería de evaluar algo más que los conocimientos en un examen. Hay gente que se lo sabe bien y no aprueban porque se ponen nerviosos antes de pasar la prueba. Y a otros les pasa al revés. Creo que se debería de evaluar de forma general al alumno y no calificarle por una prueba puntual", comenta.
Isabel Celaá exponía que hay que acabar con los repetidores. Al Estado le cuesta muy caro mantener varios cursos más a los niños. Sin embargo, pedagógicamente este hecho no está demostrado. "Creo que repetir no es sinónimo de algo negativo. Se puede repetir curso por muchos motivos y no por eso se es mejor o peor que nadie", comenta.
Recuerda el año en que repitió tercero de la ESO como una etapa en la que aprendió mucho. "Eso fue lo que me hizo darme cuenta que podía llegar donde quisiera. Aquí estoy, con un grado superior y una carrera. Yo creo que Celaá no debería darle ese énfasis negativo al hecho de repetir, porque luego estudiamos para no repetir, y se trata de aprender. Por ahí debería de empezar el cambio del sistema".
Érika: "Hay discriminación"
Érika (1993) repitió segundo de la ESO. "Por entonces sentí miedo, porque sabía que me iba a caer una buena bronca, pero tenía la mayoría de las asignaturas suspensas, era lo lógico. Luego me saqué el graduado y ahora opositó a una plaza de celadora en el Servicio Andaluz de Salud".
No cree que repetir sea algo malo. "Cada uno tiene sus circunstancias. Yo veo bien cómo está planificada la educación", expone. "Puede que no tenga destreza memorística para hacer un examen de historia, pero sí tenga capacidades para resolver problemas matemáticos. Habría que mirarlo todo dentro de una evaluación más global".
No obstante, cree que no se debe terminar con las repeticiones de curso. Desde su punto de vista, las mismas aportan tanto al menor como a la sociedad. "No te pueden pasar a un nivel superior si no tienes una serie de conceptos bien asimilados, porque eso luego te va a afectar en el siguiente curso y lo irás arrastrando", culmina.
Por último, lanza un dardo a los maestros. "Yo creo que afecta también la visión de los profesores en muchos casos. Se puede ser repetidor sin ser mala persona y, a veces, te estigmatizan por serlo. Creo que hay mucha discriminación hacia los repetidores".
Jaime: "Lo importante es ser buena persona"
Llegar a un instituto nuevo puede ser problemático. A Jaime le ocurrió. Su entrada en la ESO se unió a varios motivos familiares que le afectaron personalmente. "Yo era de los que iba al instituto, no faltaba nunca, pero me lo pasaba estupendo", comenta.
Repitió los dos primeros cursos de la ESO. Su madre le echó la bronca, pero también le dio una lección de vida. Se puede repetir, sí, aunque "lo importante es ser buena persona".
En realidad, tenía malas notas, pero un buen expediente. Él no se portaba mal, siemplemente no le interesaba. En Historia, Lengua y Educación Física, por ejemplo, siempre obtenía buenas calificaciones. Ahora bien, en matemáticas era otra historia.
"Yo no me arrepiento de aquello, no fue algo malo para mí", explica Jaime. "Me dio más experiencia, conocí gente nueva… Yo no creo que repetir un curso o dos sea algo malo".
Aún así, cree que se puede dar un empujoncito a aquellos chavales que tengan dificultades. "Creo que repetir debería depender de muchos factores. Entre ellos, se le debería preguntar al alumno y a los padres cómo lo ven y cómo han vivido el curso completo. Si tú ves que el alumno ha aprendido, no me parece mal darle un empujoncito".
Y es que Jaime, al final, acabó estudiando. Una vez pasó segundo de la ESO, todo fue rodado. Repitió segundo de Bachillerato, pero porque quería tener buena nota para Selectividad. "Me dio un cambio de chip y empecé a estudiar. Me interesaba", cuenta.
A posteriori, se centró en los idiomas y en la realización audivisual. Tiene estudios en ambos sentidos. "Y tuve notazas. Pero cuando eres joven y te ponen unas asignaturas que ni te van ni te vienen, no te lo tomas demasiado en serio".
Repitió, pero no se desperdició por ello su talento, que sigue brillando. "Tengo mi proyecto de empresa de Awacreatives –dedicada al mundo de la fotografía y la videografía–, con mi compañero Daniel Gareta, y la verdad es que llevamos tres meses que no paramos de trabajar", finaliza este emprendedor.