Desde el pasado 1 de junio entraron en vigor una serie de cambios en la ITV que afectan a gran parte de automovilistas con el fin de velar por la máxima seguridad de los conductores. Con las vacaciones de verano de por medio, debemos de poner los cinco sentidos en la inspección ya que si no se cumple la nueva normativa, las multas pueden ir desde los 200 a los 500 euros.
Una de las empresas encargadas de la inspección de los vehículos, Veaisa, ha advertido en sus redes sociales de dos fallos en el cuentakilómetros que no permitirán a los vehículos pasar la próxima ITV: que no sea posible identificar el número de kilómetros y que la lectura coincida con la registrada en la última revisión técnica. Estos dos errores serán considerados como falta grave e inspección desfavorable.
Desde que aumentaron los fraudes en la modificación analógica y digital del cuentakilómetros, el Ministerio de Industria decidió analizarlo como un elemento fundamental del vehículo. Desde hace dos años se revisa detalladamente si el contador está fuera de servicio, si no aparecen los kilómetros y si no han variado desde la última ITV realizada.
La versión 7.5.0 del Manual de Procedimiento de Inspección de las Estaciones de ITV, editado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, entró en vigor el 1 de junio en todas las estaciones ITV del territorio nacional.
Otros errores
Además del cuentakilómetros, la ITV ha añadido una serie de cambios que la mayoría de los conductores desconocen y que pueden ocasionarles una mala pasada, además de cuantiosas sanciones económicas.
Uno de estos cambios es la prueba de ruidos, que tiene el fin de reducir el impacto de la contaminación del automóvil en el medioambiente. Servirá para detectar posibles alteraciones en el sistema de escape, evitando que circulen los vehículos que superen los niveles fijados por la normativa inicial.
La del freno de estacionamiento es una de las pruebas más necesarias y lógicas para pasar una inspección técnica. Lo único que cambia es el método de comprobarlo. El freno tendrá que sujetar al coche parado en una pendiente del 16%. Además, si la sujeción del trinquete de mano es excesivo, se consideraría también un defecto grave.
No solo pueden echar atrás el vehículo por llevar elementos en mal estado o con funcionamiento defectuoso, también por tenerlos incorporados en el coche sin necesidad, como es el caso de los ABS. Si se ha montado el sistema ABS en un vehículo que no está obligado a llevarlo y se enciende el testigo de funcionamiento será considerado como defecto grave.
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