Julián Mir Moreno se encontraba estudiando para la prueba de Selectividad cuando supo que la semana anterior había estado en contacto con un positivo de coronavirus. Tras realizarse un test, se enfrentó a una noticia que cambiaría su destino académico: “Me hicieron una PCR y ahí me enteré de que también estaba contagiado de Covid”, cuenta este joven mallorquín de 18 años. Estudiante del Bachillerato de Artes Escénicas del Instituto Josep Maria Llompart de Palma, Julián había estado durante todo aquel año preparándose para entrar en la carrera de Filosofía, su auténtica vocación.
Sin embargo, Julián vio sus esperanzas truncadas cuando se topó de frente con la ineficacia y frialdad de las instituciones y no pudo hacer la EBAU. Al igual que le ocurrió a Samuel, que se quedó sin hacer el examen porque había estado con un positivo por coronavirus. Eso sí, con una diferencia, él se quedó en cuarentena dando negativo.
A pesar de que una razón de fuerza mayor le impediría realizar la EBAU a Julián, nadie le planteó una solución a su problema o le ofreció una escucha a sus reclamaciones. “Yo tenía que ir a hacer Selectividad en julio y no la de junio porque tuve que recuperar asignaturas”, describe. Por lo tanto, para entrar en la Universidad durante el presente año Julián solo tenía la oportunidad de realizar sus exámenes en la segunda convocatoria de Selectividad, que tenía lugar entre los días 6 y 8 de julio en las Islas Baleares.
En el momento de saber que no iba a poder a acudir a Selectividad por su deber de permanecer confinado, Julián intentó contactar por todos los medios con la Consellería d’Educació y con la Universitat de les Illes Balears. No obstante, no tuvo respuestas concretas sobre su situación, según adelantó Última Hora. “Hablé tanto con la Consellería como con la Universidad, no me dieron ninguna información y además me contestaron muy tarde”, señala. “Estaba estudiando, estaba confinado y, además, estaba haciendo las gestiones”, añade. “Al ver que no me contestaban, seguí estudiando, por si por un casual podía examinarme”, relata. “Les enviaba emails larguísimos y rara vez obtenía algún tipo de información relevante sobre mi situación”, reclama.
Un caso puntual
Cuando Julián Mir logró al fin que se pusieran en contacto con él, le comunicaron que no podía realizar el examen y que tendría que esperar hasta el año 2022 para acceder de nuevo a la EBAU. Faltaba tan solo un día para el comienzo de la segunda convocatoria de la Selectividad en Baleares y Julián se había preparado todos los contenidos del temario con esmero. “Seguí con mi rutina de estudio hasta el día 5 y el día 6 era el examen. Me dijeron que no me podía presentar tan solo un día antes. Que tampoco había alternativa alguna de aplazar las fechas. Es indignante y muy injusto”, sentencia Julián, que además pone de manifiesto que en otras comunidades autónomas “sí existe la posibilidad de escoger fechas alternativas, por lo que mucha gente de España puede entrar en la misma carrera cursando esas convocatorias extraordinarias a las que yo no puedo acceder”.
“Tengo constancia de que en otros sitios de España la gente ha podido aplazar sus exámenes 10 días o ha podido ir a septiembre”, comenta Julián. No obstante, desde la Consellería d’Educació le aseguraron que solo se plantearían buscar una solución si existían más casos como el suyo, pero también le trasmitieron el mensaje de que no debía tener muchas esperanzas. “Quiero estudiar Filosofía, que no es una carrera que exija mucha nota y no me hubiera resultado un problema hacer Selectividad más tarde por temas de admisión”. Pero cuando acudió con este mismo argumento a los organismos oficiales, le rebatieron diciendo que “algo así afectaría a los plazos de admisión de las universidades”.
A día de hoy, Julián no percibe que “vaya a haber más movimiento al respecto” y aunque sabe que existen más casos como el suyo, cree que nadie va a buscar soluciones viables a corto plazo. “Ni siquiera me han contestado al último email donde les explico todo lo que me ha sucedido”, lamenta. “Que en un año de pandemia no se le haya dado una solución a este tipo de casos teniendo en cuenta los problemas que nos ha traído todo esto más allá de solo los contagios. No me parece ni justo ni lógico”, expresa. “Lo peor es que tenía mis planes de futuro muy bien esquematizados y ahora haré alguna FP o algo distinto para no perder el año”, concluye Julián.
Negativo en Covid y sin Selectividad
Cuando Julián Mir quiso dar a conocer públicamente su situación, se encontró con otro estudiante que se enfrentaba a las mismas trabas administrativas para examinarse. Samuel Luis Montané Moyá disputaba un partido de baloncesto oficial cuando, tras una PCR, supo que varios de los jugadores de su equipo estaban contagiados de coronavirus. “A pesar de que mi test dio negativo, tuve que ponerme en cuarentena por contacto estrecho. El problema es que quedaba una semana para que empezase la Selectividad”, explica. El joven cursaba Bachillerato en el Instituto Santa Magdalena Sofía de Palma de Mallorca y solo podía examinarse en julio, convocatoria en la que recuperó las asignaturas que tenía pendientes.
“Mi intención era hacer la EBAU y entrar en la carrera de Arquitectura en la Universidad de Valencia, ya que aquí en Baleares no ofrecen este grado universitario”. Sin embargo, al igual que Julián, Samuel tuvo que aplazar esta ilusión formativa, con el añadido de que él ni siquiera había enfermado ni se había contagiado en ningún momento. “Hablamos con el Tribunal de la Universitat de les Illes Balears, pero me dijeron que no había nada que hacer. Que solo debía permanecer en casa y que no podría ir al examen de ninguna manera”. Pero el muchacho solo tenía una oportunidad para entrar en la Universidad en 2021 e intentó por todos los medios que atendieran a la particularidad de su situación.
“El examen empezaba el día 6 de julio. Pensé que podría ir presentándoles dos pruebas de PCR negativas y un test de antígenos de ese mismo día, también negativo”. No obstante, cuando llegó a la sala donde sus compañeros se estaban examinando le invitaron a abandonar el recinto. “No les importaron los test que decían que era imposible que contagiase a nadie. Me pidieron mi DNI y me comentaron que había dos alumnos que tenían prohibido entrar. Era uno de ellos”, cuenta. “Me dijeron que lo único que puedo hacer es ir a la EBAU el año que viene. Ahora siento que para no perder el año tengo que ponerme a trabajar o realizar algún tipo de Formación Profesional”, comenta con cierta desesperanza.
Una petición pública
A pesar de que tanto Julián como Samuel asumen que la única solución va a ser examinarse de la EBAU el próximo 2022, estos aspirantes universitarios no se han rendido y buscan que los medios se hagan eco de sus historias, que hasta la semana pasada parecían independientes y aisladas. “Llamamos al Diario de Mallorca, donde dieron la primera noticia. Luego estoy trabajando con un par de abogados”, adelanta Samuel. Julián también cree que los periódicos deberían dar a conocer estos casos, haya o no quejas masivas. “No importa si somos pocos. Nos hemos preparado para entrar en la Universidad y queremos justicia”, comunica. “Vamos a perder un año y nadie nos ha dado una solución. Creo que ni nos han escuchado. Así que lo importante ahora es hacer ruido”, señala Julián.
El pasado 8 de junio, la vicerrectora de Estudiantes de la Universitat de les Illes Balears (UIB), Rosa Isabel Rodríguez, aseguraba que de más de 5.200 estudiantes que acudieron a la PBAU, solo tenía constancia de uno que no pudiese acudir a las pruebas por ser positivo en Covid-19 en la convocatoria de junio. La representante resaltaba la labor sanitaria que se estaba realizando dentro de las aulas y destacaba por encima de todo la “normalidad y tranquilidad” con la que se estaban desarrollando esos días tan intensos para el alumnado.
La convocatoria de julio ha dejado para la posteridad las peticiones de Julián y Samuel, lo cuales buscan que el factor humano y de sus circunstancias personales cuenten para la Administración. Mientras tanto, desde la Consellería d’Educació no hay más respuesta que su propia Ley, que de momento no contempla que se puedan realizar convocatorias extraordinarias para afectados por causa de la pandemia.