Estas son las mejores croquetas de Madrid según la mayor experta de la capital: bares y precios

Da igual que sea verano, invierno, otoño o primavera. Acompañar la cervecita con unas croquetas siempre gusta -incluso hacer las del súper-. Aunque, para ser sinceros, la fan número uno de este manjar es Raquel Camacho, probablemente la mayor experta de la capital. Por eso, en EL ESPAÑOL le hemos pedido que nos haga una recopilación de los 10 mejores restaurantes/bares para disfrutar de las mejores y su precio. 

Ella, impulsora del blog 'Croquetas en Madrid', ha probado cientos y cientos de croquetas. De hecho, ha confeccionado el 'Croquemapa' con los mejores y peores sitios -sin duda, hay que evitar cualquier mala digestión-. 

Sus valoraciones siempre se basan en el sabor el relleno, el rebozado y las valoraciones de sus lectores, que se cuentan por miles. Así, ha conseguido agrupar una legión de adictos a las croquetas. Estos son los 10 sitios imprescindibles donde hay que ir en la capital. 

Santerra

Es uno de mis templos croqueteros. De esos sitios a los que volver cuando quieres ir sobre seguro y en el que da igual el paso del tiempo, mantienen la calidad de sus croquetas. ¿Qué las hace especiales?

Elaboran unas croquetas de jamón ibérico de buen tamaño. De rebozado dorado y crujiente, con bechamel fluida que se deshace en tu mano. Cargada en su interior de jamón ibérico, sabrosa e intensa en boca, con un regusto a jamón rico que te hará repetir.

El restaurante está situado en el barrio Salamanca (calle General Pardiñas, 16) y tiene dos espacios: una zona de barra y la de restaurante. La descubrí en 2018, cuando Santerra ganó el premio a la mejor croqueta de jamón ibérico del mundo. La ración de cinco unidades sale a 9,50 euros. 

Taberna Pedraza

Además de famosos por su tortilla de Betanzos, elaboran unas croquetas de jamón de bellota de quitar el hipo. También tienen tigres. Rebozado fino y crujiente y bien escurridas.

Aviso, al morderlas se deshacen en tu mano, cuesta cogerlas. Bechamel cremosa y cargadita de jamón picado. Sabrosas, con la intensidad justa en boca. Repetirás. Está situado en Retiro (Calle Recoletos, 4). La unidad cuesta 2,20 euros. 

Huerta de carabaña 

Tienen mano con sus croquetas de jamón ibérico. Una croqueta equilibrada y con intensidad justa en boca. De rebozado panko fino y crujiente. Como te descuides se deshace en tu mano. Su bechamel es sedosa, elaborada con un toque de nata que le aporta cremosidad.

Es la ración más barata de cuantas os he aconsejado hasta el momento: 9 euros la ración de ocho unidades. Está situado en Calle Lagasca, 32. 

Viavélez

En Viavélez han mantenido sus dos sabores en el tiempo. Croquetas de jamón ibérico y de gambas. Su imprescindible es la de jamón. Son pequeños lingotes de oro de fritura limpia y rebozado crujiente. Elaboran una bechamel elegante y sedosa, se deshace en tu boca. Aunque no tiene mucho jamón en trocitos en su bechamel te deja un regusto muy bueno.

Está situada en la Avenida General Perón, 10. La ración tiene un coste de 14,50 euros y la unidad, 1,90 euros. 

Casa Julio

Croquetasca de raciones y buenas tapas. Tienen una variada carta de croquetas, reconocibles por su buen tamaño y forma redondeada. Las puedes pedir para llevar. Rebozado fino y crujiente y de bechamel cremosa.

El quinto vino

Taberna típica madrileña donde no elaboran croquetas para turistas con la que salir del paso. Casa Julio se encuentra cerca de El quinto Vino por lo que os animo a hacer mini ruta para disfrutar ambas. Sus croquetas son de jamón y de buen tamaño. De rebozado clásico y crujiente. Bechamel melosa y bien trabajada. De sabor bien identificable y buena cantidad de trocitos de jamón en su interior.

Está situada en la Calle Hernani, 48. El precio de la unidad es de 1,70 euros. 

Lakasa

Van variando los sabores y es más vanguardiasta que los anteriores. Imprescindibles son sus croquetas de Ají de pintada acompañadas de salsa de ají. Las elaboran con leche de oveja que les dan un toque especial. Elaboradas con un buen guiso previo, notando las hebras en su cremosa bechamel. De rebozado clásico, fino y crujiente.

Está situada en Plaza Descubridor Diego de Ordás, 1. La ración de 12 unidades sale a 13,80 euros y la de seis, a siete. 

Rocablanca 

Es una cafetería-cervecería en Malasaña. Son grandes —más grandes que la media— y por 1€. Yo lo llamo croquetones. Van variando sus sabores, pero las puedes encontrar de gambas al ajillo; huevos fritos con chorizo; cabrales; jamón y bacalao. Un imprescindible en tu visita son las de cabrales. Son de las mejores croquetas de queso azul que he probado en Madrid. Sabrosas, cargaditas de ingredientes y rebozado crujiente.

Está situado en la calle Fuencarral, 71. La ración de seis unidades tiene un coste de 5,70 euros y la unidad te sale a 0,80 euros. 

El perro gamberro

Para veganos, un imprescindible en el croquemapa las croquetas de el perro gamberro, taberna 100% vegana. Son diferentes cada día y se nota que tienen mucho trabajo detrás. Son grandes.

Te las puedes encontrar de tomate y albahaca; de setas al ajillo; de berenjena, setas y salsa teriyaki; de lombarda con manzana; de calabaza… Rebozado crujiente y gordito, y bechamel cremosa y cargada de ingredientes. Intensa de sabor. Las puedes pedir para llevar y aguantan muy bien. Top son sus croquetas de pisto y remolacha. 

Está situada en la calle Benito de Castro, 4. La ración sale a 7,50 euros (seis unidades) y la media (tres unidades) a 3,75 euros. 

Viridiana

La mejor croqueta de bacalao que he probado hasta el momento es la del restaurante Viridiana, del chef Abraham García. De rebozado fino y crujiente. Su bechamel es pura crema que se deshace en la boca. Las elaboran con leche de oveja latxa, que le aportan intensidad a su sabor. Son mis favoritas, aunque os recomiendo no marcharos sin probar también sus croquetas de Jamón Ibérico y pintada de Bresse.

Viridiana está situada en la calle Juan de Mena, 14. La media ración de ocho unidades sale a 9,09 euros.