Una furgoneta negra con los cristales tintados aparca frente a la casa de Jaume Roures, administrador de Mediapro, en la avenida Bonanova de Barcelona. Son las 21.10 horas del 26 de agosto, año 2017, y la puerta se abre en medio de la calle. El primero en salir es el secretario general de Catalunya En Comú, Xavier Domènech, seguido muy de cerca por el líder de Podemos, Pablo Iglesias. A los veinte minutos se les unen Oriol Junqueras, Marta Rovira y Oriol Soler. Es la primera reunión entre partidos para un posible pacto poselectoral y, quién sabe, sentar las bases de una posible moción de censura el año siguiente.
Cuatro años después de esta reunión secreta, el panorama no podría ser más distinto. Domènech e Iglesias ya no están en política, y Junqueras ha sufrido un periplo judicial que le ha llevado a prisión, primero, y al indulto, después. Ahora, en la misma fechas, el nuevo Iglesias ha reaparecido en una nueva faceta: tertuliano en la Cadena SER, colaborador de la catalana RAC1, columnista de la revista CTXT e investigador de la Universitat Oberta de Catalunya. Su vida ha cambiado por completo, no tanto sus amigos.
“Vuelvo a lo que hacía antes, trabajar como investigador en la UOC y dedicarme al periodismo crítico, que creo que se me da mejor que la política”, ha asegurado en su regreso. Incluso se especula que se ha instalado en Barcelona para encarar nuevos retos profesionales, aunque este periódico no ha podido verificar esta información. Sea cierta o no la mudanza, lo cierto es que el ex secretario general de Podemos estará más ligado que nunca a la realidad catalana, aunque sea profesionalmente.
Su trayectoria de los últimos años se lo ha puesto fácil, agitando el panorama político hasta la vicepresidencia del Gobierno. También los amigos que ha hecho por el camino.
Xavier Domènech
Iglesias nunca ha hecho nada en Cataluña sin que lo sepa Domènech. Así fue desde el nacimiento de Podemos hasta la renuncia de su segunda espada catalana, pero incluso después ha seguido manteniendo su influencia. Historiador, activista y ex coordinador general de Catalunya en Comú, Domènech se mantiene como una de las figuras de máxima confianza de Iglesias.
De hecho, cuando este último abandonó la política, Domènech fue una de las personas que más mantuvo el contacto con él durante los meses de desaparición. Según señalan fuentes del partido a EL ESPAÑOL, el expolítico catalán recomendó a Iglesias “alejarse” de la primera plana mediática durante un tiempo y cambiar de residencia, quizás fuera de España, hasta que se calmasen las aguas. La noticia cobra si cabe más relevancia a día de hoy, con el rumor de que podría haber abandonado su casa de Galapagar.
Si bien la influencia de Domènech en la política catalana sigue siendo evidente, aunque más de forma indirecta, su principal ámbito de actuación es la universidad. Actualmente ejerce como profesor de Historia en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), engrosando las filas de amigos universitarios de Iglesias.
Gabriel Rufián
Aunque considerados rivales políticos -y competidores en ciertos espectros de votantes-, la sintonía entre Gabriel Rufián y Pablo Iglesias siempre ha sido evidente. El portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso se ha erigido, de hecho, uno de sus mayores defensores en los últimos días, reivindicando el tránsito “a la radio o a la uni tras gobernar” en lugar de “a una Eléctrica o a Soto del Real tras robar”. No ha sido la primera vez.
Aunque han tenido sus desencuentros, su etapa de compañeros en el Congreso de los DIputados ha acercado más de una vez a los dos dirigentes, cercanos ideológicamente y aliados parlamentarios en algunas de las decisiones políticas más importantes de los últimos tiempos, desde la moción de censura a Mariano Rajoy hasta la creación del primer Gobierno de coalición de la democracia.
Ada Colau
Quizás, el primer nombre que se le venga a la cabeza a algunos cuando se piensa en las redes catalanas de Iglesias. La alcaldesa de Barcelona se catapultó a la primera línea de política institucional en las elecciones de 2015, obteniendo el Ayuntamiento bajo la marca Barcelona en Comú y, claro, el respaldo incondicional de Podemos y las mareas municipalistas. Aún a día de hoy, a pesar de todo, sigue siendo el mayor valor de la formación en Cataluña.
A pesar de pertenecer a partidos distintos -Colau no milita en Podemos-, la cercanía siempre ha sido evidente. Ya durante las elecciones del 4 de mayo, la alcaldesa se trasladó de Barcelona a Madrid para arropar a Iglesias en su último acto de campaña. Tras su renuncia a todos sus cargos, ella no tardó en calificarle públicamente como una de las figuras más relevantes de la historia política española. "Como amiga creo que te mereces tener un tiempo para cuidarte y disfrutar de tu vida personal y familiar", señaló.
Jaume Asens
Siempre se dijo de él que era un intermediario, una especie de negociador dialogante y resuelto que servía para tender lazos entre Podemos y sus confluencias catalanas, sobre todo Barcelona, por su cercanía a Ada Colau. Lo que nadie sabía era que, además, se estaba convirtiendo en uno de los colaboradores más estrechos del líder morado.
En enero de 2020, Asens fue elegido por el propio Iglesias para sucederle como presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, cargo que mantiene en la actualidad, y para formar parte del Congreso Ciudadano Estatal incluso tras su partida. Antes de este ascenso meteórico el abogado, que se define como soberanista, tenía como único currículum político una tercera tenencia de alcaldía de Barcelona con Ada Colau. ahora es uno de los activos más importantes de la formación.
Jordi Basté
Uno de los nuevos jefes de Iglesias. El periodista y presentador de El món a RAC 1, galardonado con dos Premios Ondas, será el encargado de dirigir las tertulias políticas semanales de Iglesias en la radiofónica catalana, espacio líder de audiencia en la comunidad autónoma.
La buena relación entre Jordi Basté y el ex secretario general de Podemos pudo quedar clara ya en el mes de abril, previas las elecciones del 4 de mayo, cuando el catalán fue uno de los pocos -y últimos- en entrevistar a Iglesias durante su último asalto mediático. Lo hizo, precisamente, en RAC1, un destino curioso cuando los comicios se celebraban en Madrid.
Enric Juliana
Periodista y ensayista español, Enric Juliana es una de las personas que mejor conoce a Pablo Iglesias, quien le entrevistó en su programa Otra Vuelta de Tuerka en 2014. La relación no acabó allí, e incluso han escrito un libro juntos: Nudo España (Arpa, 2018).
Juliana es, además, director adjunto y encargado de La Vanguardia en Madrid, un diario que siempre ha entablado buenas migas con Podemos y, en concreto, con el propio Iglesias, quien les regaló las exclusivas de su candidatura a las elecciones madrileñas y la de su nuevo look, sin coleta, a los pocos días de abandonar la política activa.
Javier Godó
Si Basté es su jefe y Juliana su padrino, Javier Godó es su mecenas. El III Conde de Godó, Grande de España y empresario de los medios de comunicación, es el propietario tanto de RAC1, donde Iglesias impartirá sus tertulias, como de La Vanguardia que tan bien le ha tratado. Además, también fue accionista mayoritario de Antena 3 Radio y Antena 3 Televisión hasta que dimitió frente al Grupo Zeta. Precisamente, el único veto que Iglesias ha puesto en esta nueva etapa de tertuliano y “periodista crítico” ha sido a Atresmedia.
Tras este último movimiento, todo cobra sentido con que Iglesias pase a participar en los programas del Grupo Godó. Su entrada en RAC1 le abre la puerta a colaborar en La Vanguardia, donde ya se le conocen amigos, y en PRISA Radio, donde el Conde participa en un 20%. Además, se le abre la posibilidad de tener colaboraciones en 8TV, la que fuera televisión del grupo y que recientemente fue vendida a los empresarios Nicola Pedrazzoli y Borja García-Nieto.
Jaume Roures
Sin embargo, Pablo Iglesias quiere ir más allá. Su objetivo es implantarse en muchos más medios que los que le puede ofrecer Godó, y para eso cuenta con otro viejo amigo de la industria: Jaume Roures, el mismo empresario que le cedió su casa en Barcelona para reunirse con los independentistas y del que se rumorea ya está buscando la vuelta de Iglesias a las televisiones, aunque ha negado que tengan un acuerdo cerrado.
Además de controlar gran parte de los derechos televisivos del fútbol en España, Roures es propietario de Público, periódico cercano a Podemos coaligado con la revista CTXT, donde el exlíder morado colaborará con columnas, análisis semanales y un asiento en el Consejo de Redacción. Por otro lado, el propio Roures fue el último y más esperado invitado de la última temporada de Otra Vuelta de Tuerka, la serie de entrevistas de PúblicoTV que Iglesias mantenía hasta su entrada en el Gobierno.
Manuel Castells
Pero, si todo falla, queda la universidad. Otro de los regresos triunfales del expolítico será, precisamente, a donde empezó todo antes incluso de volverse tertuliano durante el 15M: las aulas. Esta vez, el exvicepresidente volverá al ámbito universitario como investigador y profesor en la Universitat Oberta de Catalunya. Curiosamente, dentro del equipo de trabajo que hasta el año pasado dirigía Manuel Castells, al que el mismo Iglesias designó como ministro de Universidades por la cuota de los comunes.
De serlo, la casualidad es sorprendente, ya que esta universidad cuenta con 51 grupos de investigación y más de 500 especialistas destinados, de los que sólo uno dependía de Castells, un viejo amigo y referente intelectual que también fue entrevistado por Iglesias en Otra Vuelta de Tuerka. Iglesias comenzará su nueva labor el próximo 15 de septiembre
Vicenç Navarro
Una de las voces más conocidas y controvertidas de la izquierda intelectual, catedrático y asesor de Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y gobiernos como el chileno de Allende, el socialdemócrata sueco, el cubano, el español (PSOE), los gobiernos tripartitos y “d’entesa” catalanes, el actual de coalición y el federal de EEUU, en la época de Bill Clinton. Además, es uno de los gurús intelectuales de Podemos y miembro de su Consejo Ciudadano Estatal.
Desde hace años Vicenç Navarro compagina su actividad en la formación morada con la de intelectual habitual de publicaciones de izquierdas, sobre todo como crítico del capitalismo salvaje, el neoliberalismo, la socialdemocracia keynesiana, las privatizaciones y las políticas de EEUU y la UE.