Juan Francisco, padre de Yeremi Vargas -desaparecido el 10 de marzo de 2007-, ha vuelto a ser detenido esta semana tras ser acusado de un delito de abuso sexual a otra menor. Se trataría de una joven de 13 años -la misma edad que tiene su hija, por la cual fue detenido el pasado lunes- de la que habría abusado hace un año.
La segunda denuncia contra Juan Francisco fue puesta el pasado martes. La joven le habría confesado a su madre hace un año que fue presuntamente agredida sexualmente por Juan Francisco y esta, empujados por los hechos que se hicieron públicos el lunes, procedieron a llevar a la menor a la comisaría de Puerto del Rosario (Fuerteventura) para que pusiera la denuncia por este otro posible delito sexual.
La Policía ha procedido a detener a Juan Francisco en en la puerta de la casa de una de sus hermanas y frente a su hijo Aidan, hermano de Yeremi, en Vecindario (Gran Canaria) para llevarlo a dependencias policiales y tomarle declaración. Por el momento permanece en el calabozo y se espera que mañana pase a disposición judicial, según ha conocido EL ESPAÑOL de fuentes de la investigación.
La menor presuntamente agredida, de 13 años, es la hija de una mujer con quien Juan Francisco tuvo otra relación que concluyó en diciembre de 2020. Ahora, tras un año en silencio, la niña ha decidido denunciar los hechos.
Segunda detención
Es la segunda vez que le ocurre esto al padre de Yeremi Vargas. Esta misma semana, Juan Francisco fue detenido después de que su hija de 13 años lo denunciara por una agresión sexual.
Tras esa detención, Juan Francisco, se acogió a su derecho a no declarar y fue puesto en libertad con cargos y una orden de alejamiento de la niña, mientras la justicia investigaba el caso para obtener nuevas conclusiones.
Esta primera agresión se produjo a las 3:30 horas de la madrugada del lunes, cuando la pequeña alertó a los vecinos al grito de: "¡Papá, no, por favor! ¡No, por favor!". Tras esos primeros gritos, Juan Francisco, según una vecina, le dijo a su hija: “¡Yo estaba dormido! ¡Estaba dormido!”.
“La niña seguía llorando, y decía que se quería ir con su madre, a lo que él le respondía, cada vez subiendo más el tono de voz: ‘¿¡Por esta tontería te quieres ir con tu madre!?’”, relató esta vecina a EL ESPAÑOL.
Pero no solo ella. Varios vecinos anónimos han confirmado a este periódico ser testigos de los gritos que la joven recibía mientras sucedían los hechos, y aseguran que no es la primera vez que esto ocurre. Fueron ellos mismos y la madre de la menor -a quien esta llamó- los que alertaron a la policía, los cuales llegaron de inmediato al lugar de los hechos.