Desde su nacimiento, vivía con una familia a la que no pertenecía biológicamente. Lo supo a los 19 años. Cuando era bebé, en el hospital público San Millán de Logroño la intercambiaron con otra recién nacida. Corría el año 2002 y la Consejería de Salud de La Rioja ya ha reconocido el error. Ella pide ahora una indemnización de tres millones de euros.

Las dos implicadas nacieron con cinco horas de diferencia. Una de ellas pesó 2,270 kilogramos y la otra 2,290 kilogramos. Fueron destinadas al área de incubadoras donde se produjo el "error humano" que señala la Consejería de Salud. A partir de entonces, sin saberlo, sus vidas quedarían unidas para siempre.

Así comenzó la historia que destapa hoy LaRioja.com. Una de las mujeres intercambiadas ha denunciado acaba de denunciar el caso. Todo salió a la luz después de que la denunciante se tuviera que realizar una prueba de ADN con su padre, que no se hacía cargo de ella, en 2017.

Fue su abuela materna la que llevó a los tribunales al padre. La mujer se tuvo que hacer cargo de la niña por las discapacidades e incapacitaciones de sus progenitores formales. La niña lleva en situación de riesgo desde el año 2003.

Las pruebas de ADN revelaron que la joven no tenía relación genética con su padre. Posteriormente, unos análisis desvelaron que ella tampoco estaba relacionada genéticamente con su supuesta madre, que murió en 2018.

"Díganme ustedes quién soy", pidió la por entonces menor cuando se puso en manos de los abogados. José Sáez-Morga es el letrado que está gestionando el caso.

En estos momentos hay dos procesos abiertos. Uno a cargo de la Fiscalía para corregir el fallo del Registro Civil, por la confusión entre las identidades. Otro en el que el mencionado letrado reclama tres millones de euros para su representada, ya que el fallo provocó que fuera criado en un entorno completamente distinto al de su familia biológica.

En este segundo procedimiento, Sáez-Morga asegura que la negligencia conlleva causalidad. La Consejería de Salud sostiene que no concurren tales circunstancias y plantea una indemnización de 250.000 euros.

Sara Alba, consejera de Sanidad de La Rioja asegura que "fue un error humano" y no se ha podido saber quién lo cometió. "Es un caso que se judicializó la pasada legislatura y se judicializó hace dos décadas", dice.

Por el momento, la otra joven implicada en el caso no se ha pronunciado. El procedimiento ahora mismo está a la espera de una nuevas pruebas de ADN. Las mismas deben probar que los padres de la otra bebé serían los progenitores biológicos de la denunciante.

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