María, Nacho y Cristina.

María, Nacho y Cristina. Cedidas

Reportajes

La tarde de ansiedad de los jóvenes sin Whatsapp ni Instagram: "Empezamos a notar nuestra adicción"

Las redes sociales pertenecientes a Facebook sufrieron ayer por la tarde una caída durante seis horas. Las alternativas, dispares.

5 octubre, 2021 14:45

Noticias relacionadas

Para Cristina, este lunes fue un caos. Estaba haciendo un trabajo de la universidad con unos compañeros y utilizaba Whatsapp para comunicarse con ellos. En ese momento, los mensajes comenzaron a interrumpirse. Eran las 17:38 horas en España cuando Whatsapp dejó de prestar su servicio.

Empezaron las llamadas, pero no consiguieron entenderse. Aguardaban el reestablecimiento de los servicios, pero no iba a ser posible. La aplicación de mensajería instatánea estaría caída durante más de seis horas. El trabajo quedaba pospuesto.

Jaime, por su parte, estaba en el gimnasio cuando empezó a echar de menos Instagram y Whatsapp. Entre descanso y descanso pudo comprobar que los jóvenes tenemos la mente "automatizada, con unos patrones que nos hacen abrir las redes sociales cada cierto tiempo".

Jaime trató de abrir sus redes en el gimnasio y no pudo.

Jaime trató de abrir sus redes en el gimnasio y no pudo. Cedida

María es la hermana mayor de Cristina. Al igual que su hermana estaba ocupada cuando dejó de recibir servicio. Había salido del fisio e iba para casa cuando se dio cuenta de que no podía avisar a su madre por Whatsapp de que ya iba en camino. No sabía qué ocurría hasta que entró en Twitter y vio el panorama. No sólo era Whatsapp. Las redes sociales pertenecientes a Facebook estaban en la lona. Y así continuarían hasta la madrugada. 

Afortunadamente, no echó mucho de menos las aplicaciones de Marck Zuckerberg porque tuvo una tarde ajetreada. Eso sí, hizo varias veces el amago de capturar un momento para subirlo a Instagram. Craso error: no sólo era Whatsapp, esta red social tampoco funcionaba. Esta vez debería esperar para subir su 'historia' diaria.

Lo que no sabía era que Facebook estaba caído. La 'matriz' es la red social menos utilizada por María. "Es que ni me di cuenta, vaya. No suelo entrar", cuenta a EL ESPAÑOL. Es por la edad. Los jóvenes no suelen usar el buque insignia de Zuckerberg. Ella tiene 24 años, así que la preocupación era por Instagram y Whatsapp. Facebook tiene una edad media de uso de unos 35 años. Cristina ni siquiera lo menciona.

La mayor caída de la historia reciente de Facebook, Instagram y Whatsapp afectó a 3.500 millones de personas. No eran los usuarios españoles los únicos que no podían hacer uso de sus aplicaciones, sino toda la población mundial. A las 17.35 horas se enviaron los últimos mensajes.

A partir de ahí, todos a buscar una solución para comunicarse. O a lanzarse a la calle. Y los más jóvenes del lugar suelen usar el móvil para casi todo. Por eso EL ESPAÑOL les ha consultado cómo vivieron una tarde sin móvil. Es normal: han nacido casi con un móvil debajo del brazo. Como decía ayer un usuario en Twitter, la caída de este lunes era como volver a 2010, con Blackberrys, sólo la aplicación del pajarito instalada y 300 megas de internet contratados –de sobra por entonces, aunque tampoco lo crean los aún más jóvenes–. 

Las alternativas 

El trabajo de la universidad que hacían Cristina y sus amigas debía continuar, aun sin Whatsapp. Al menos, había que intentarlo. Pasaron al plan B: Instagram. Pero, claro, también estaba en el suelo. No sabían si es que no iba su internet o no iban, incluso, sus propios móviles. Pero Twitter les dijo que no: que todo funcionaba perfectamente excepto el 'monopolio' de Zuckerberg.

Fueron muchos lo usuarios que se dieron cuenta a través de la red social del pajarito. Otro ejemplo de ellos es Nacho. En realidad, es una muestra más de cómo y para qué utilizamos las redes: cuando queremos conocer qué ocurre vamos a Twitter.

Precisamente en esta red social fue donde muchos trataron de desahogarse. Las llamadas telefónicas habían vuelto para quedarse durante 6 horas. ¿Quieres comunicarte? Tendrás que llamar o buscar otra alternativa. En Twitter había quien se negaba en rotundo a hablar por llamada para todo. Pero, tranquilos, hay vida más allá del imperio.

Cuando falla Whatsapp, las bondades de Telegram salen a relucir. En muchos teléfonos comenzaron a llegar las notificaciones tipo: "Belén se ha unido a Telegram". Esta red social fue conocida al principio por ser muy utilizada y difundida entre gente de izquierdas y simpatizantes de Podemos. De hecho, dos que aprovecharon ayer la oportunidad para ganar seguidores en dicha aplicación fueron, por ejemplo, Pablo Iglesias y su tocayo Echenique.

María no pensó en Telegram. Ella trató de contactar con un amigo por Twitter. Al final, él no se acordaba de su contraseña y tuvieron que buscar otra fórmula. Para sorpresa de propios y extraños, el elegido tampoco sería Discord, sino Google Chat

Esta aplicación es conocida, sobre todo, en el entorno empresarial. "Google Chat ayuda a los equipos y empresas a colaborar de forma sencilla y eficiente con mensajes directos y conversaciones de grupo", dice el gigante de Alphabet.

Los usuarios de Apple lo tuvieron mucho más fácil para comunicarse entre ellos. Los de la manzanita sólo tuvieron que usar iMessage, aplicación que ya viene instalada en el teléfono, para seguir utilizando la mensajería instantánea. ¿Whatsapp? ¿Quién es Whatsapp?

Lo que no faltó tampoco durante la tarde de ayer fueron las bromas. El objetivo era utilizar otro tipo de aplicaciones para comunicarse, dejando de lado a las 'filiales' de Facebook. Tinder, utilizada por los jóvenes para flirtear con otros, no dejó de funcionar. Y los listos ya estaban pidiendo Bizzum –aplicación para pasar dinero de manera rápida con el móvil– para comprobar si funcionaba o no.

En Twitter se podían leer testimonios de todo tipo. Estaba candente la red social del pájaro. Nacho (23 años) puede dar fe de ello. "Estaba mirando Instagram y, de repente, no iba. Así que pasé a Twitter, donde me di cuenta de que, efectivamente, no iban Whatsapp, Facebook e Instagram". Él fue de los que recibió un par de llamadas.

Motivos de la caída

Jaime (27 años) se dio cuenta de que tenemos la mente "automatizada, con unos patrones que nos hacen abrir las redes sociales cada cierto tiempo". Él conoció la caída a través de la llamada de su madre cuando salió de trabajar. Hasta entonces no lo había notado.

Notó la falta de las aplicaciones cuando llegó al gimnasio. Utiliza Spotify para entrenar, pero en los descansos coge el móvil. Ahí echó en falta las redes caídas. "Empecé un poco a notar la adicción que tenemos a las redes sociales", cuenta entre risas.

También se dio cuenta cuando trató de hablar con un amigo que se acaba de mudar a Italia. Tuvieron que tirar de llamadas, nada de mensajería instantánea. 

Lo que sí hicieron los consultados para este reportaje fue abrir alguna aplicación de manera casi automática, hasta procesar que estaban caídas. Lo reconocen María y Jaime, pero también otras personas consultadas para este reportaje que quisieron mantener el anonimato.

Pero no era este el único problema. Las redes sociales también son una herramienta de trabajo para muchas personas. Andy Stone, responsable de comunicación de Facebook, comunicaba los problemas a media tarde.

"Somos conscientes de que algunas personas tienen problemas para acceder a nuestras aplicaciones y productos. Estamos trabajando para que todo vuelva a la normalidad lo antes posible y pedimos disculpas por cualquier inconveniente", escribía en Twitter –todo el mundo recurría a esta red social–.

Más de 6 horas después, escribía en su perfil. "Lo sentimos. Hemos estado trabajando arduamente para restaurar el acceso a nuestras aplicaciones y servicios. Nos complace informar que ahora están volviendo a estar en línea".

Este parón se debió, según comunicó Facebook, a que la interrupción "también afectó a muchas de las herramientas y sistemas internos que utilizamos en nuestras operaciones diarias, lo que complicó nuestros intentos de diagnosticar y resolver rápidamente el problema".

El problema, explicaron, fue que "los cambios de configuración en los enrutadores troncales que coordinan el tráfico de red entre nuestros centros de datos causaron problemas que interrumpieron esta comunicación". Luego sufrieron un efecto cascada. Dicho de otra manera, había un problema en los servicios de dominio DNS. Esa es la 'sencilla' explicación dada y tan difícil de resolver, ya que a priori se ha descartado que fuera un ciberataque.