Intentas llamar a tu madre, pero no consigues contactar con ella. Intentas llamar a la Policía, a la Guardia Civil, a emergencias, y solo se escucha un beep, beep al otro lado de la línea. Los datáfonos no funcionan, así que te acercas al cajero más cercano a sacar efectivo. Tecleas el pin y te quedas en blanco al ver que el saldo de la cuenta es cero: el dinero ha desaparecido. Buscas información en EL ESPAÑOL para saber qué está pasando, pero el periódico y toda su hemeroteca también han desaparecido. Puede parecer una situación apocalíptica digna de una película de Ridley Scott, pero no lo es. Internet ha caído y todo se ha venido abajo.

El lunes, 4 de octubre, un fallo de Facebook interrumpió durante más de seis horas las comunicaciones de más de 2.000 millones de personas. La compañía de Zuckerberg, dueña de las poderosísimas redes sociales Facebook, Instagram, WhatsApp o Tinder, entre otras, sufrió un fallo vertebral en sus DNS que provocó una interrupción en sus servicios durante buena parte de la tarde.

Este hecho, además de la interrupción de los chats habituales de un tercio del planeta, provocó unas pérdidas para la firma tecnológica norteamericana de casi 6.000 millones de dólares en bolsa, un 5% de todo su valor –pérdidas que, por otra parte, fue recuperando rápidamente en días posteriores.

Un suceso así, aunque llegue a sonar anecdótico, puede suponer un agujero importante para la economía mundial, ya que, por ejemplo, hay cientos de empresas que basan su captación de clientes en plataformas como Facebook. Aunque no se han publicado estimaciones de cuánto dinero se puede haber perdido con esta caída, hay una duda siniestra que ronda en la cabeza de expertos y usuarios desde la caída temporal del gigante de Marck Zuckerberg: ¿qué pasaría si todo la Red cayera? Ya no estamos de las redes sociales, sino de si toda la infraestructura de servidores, conexiones y cables a la que llamamos Internet colapsara.

Aunque puede parecer una pregunta distópica digna del argumento de un mal libro fantasioso, es una duda que muchos profesionales de la informática llevan tiempo intentando resolver. Si la caída de los servidores de una sola empresa como Facebook provoca un caos importante en las bolsas de valores y las vidas cotidianas de tantas personas, ¿qué pasaría si Internet desapareciera?

WhatsApp, Instagram y Facebook

Colapso

Para Esther Paniagua, una periodista especializada en tecnología que colabora, entre otros muchos medios, con EL ESPAÑOL, no nos enfrentaríamos a un apocalipsis como tal, pero sí que nos veríamos en una situación realmente comprometida.

"Hay una teoría de los servicios de inteligencia británicos que dice que la humanidad vive siempre a dos comidas del colapso", empieza a narrar la especialista, autora del libro Error 404. ¿Preparados para un mundo sin internet? (Editorial Debate), que sale a la venta el día 15 de octubre. "Esto quiere decir que estamos siempre a 48 horas del caos y vamos salvando los muebles. La caída de Internet es totalmente plausible". 

"A nivel técnico, sus protocolos son muy vulnerables. Se diseñaron para una cosa muy concreta: hacer funcionar una red. No para poner tantos millones de datos encima y depender en absoluto de ellos, como se está haciendo. El protocolo, por ejemplo, que falló en Facebook y provocó todo su derrumbe es el BGP, uno de los códigos base de internet. Este protocolo se va actualizando constantemente y, cuando lo hace, va generando una serie de pequeños erroresAunque son pequeños fallos, si se llegan a acumular pueden provocar una caída masiva de Internet".

"Hay antecedentes de otros errores", continúa explicando. "Por ejemplo, hace unos años hubo un fallo en la red española que provocó que se cayeran todos los dominios .es. Mejor dicho, que desaparecieran. Es muy factible que suceda este derrumbe. La gran pregunta es durante cuánto tiempo".

Redes sociales. Jeremy Zero/Unsplash Omicrono

La autora, durante la conversación, se muestra tan convencida de esta futura caída que la gran pregunta ya no es cuándo sucederá ni muchísimo menos qué podemos hacer para evitarlo, sino qué pasará después de que lo haga.

Una sociedad que depende por completo de la gran red de redes para comunicarse, informarse, hacer negocios y almacenar la información más importante, ¿podría volver a un mundo analógico? En este caso, Esther cree que es posible, aunque costaría una cantidad ingente de dinero y traería unas consecuencias muy duras: "Al final, si no se pudiera volver a levantar la Red, tendríamos que volver a la vida tal y como era antes. Pero porque no habría más remedio".

Apocalipsis zombie

Pero ¿cómo sería, por ejemplo, la economía si las conexiones fallaran? ¿podrían seguir operando las empresas? ¿durante cuánto tiempo? Carlos del Cerro, un IT expert en consultorías, piensa que, en caso de suceder, el gran problema vendría si la caída de Internet durara más de una semana: "Si las redes sociales, por ejemplo, caen durante un par de horas, puedes aprovechar para ir al cine con tu novia o tomarte unas cervezas sin preocuparte del teléfono móvil. Pero si durara más tiempo y cayera toda la Red, sería un problema gravísimo, un apocalipsis zombie, diría yo".

"Las líneas de producción de las fábricas pararían y los pedidos dejarían de salir. Económicamente hablando, las pérdidas serían brutales. Se romperían las cadenas de distribución y habría unos problemas de suministro inconcebibles. Si esto ya durara durante mucho más tiempo, veo demasiado difícil que podamos volver a un mundo analógico. Nos hemos acostumbrado a una sociedad inmediata e hiperconectada donde todo el conocimiento es compartido, así que no creo que pudiéramos vivir sin Internet. Es posible que pudiéramos volver hacia atrás en el tiempo, pero harían falta una cantidad de tiempo, dinero y esfuerzo increíbles". 

Xavier L., otro experto en informática consultado, es todavía más negativo con sus previsiones: "Si te soy sincero, prefiero ni pensar en cómo sería una sociedad en la que Internet se va al garete. La mayoría de nosotros no somos conscientes de la dependencia que, queramos o no, tenemos con la Red".

"Muchos pensarán 'bueno, pues si no puedo enviar WhatsApp, vuelvo a las llamadas”. Lo que no saben es que todas las telecomunicaciones dependen directa o indirectamente de Internet. Es que no podríamos ni mandar cartas, pues los sistemas de Correos y las principales agencias de transportes están también informatizadas y usan servicios online".

"Todo lo que se tuviera guardado en la nube", continúa explicando Xavier, "se perdería. Desde las fotos de tus vacaciones hasta la información del dinero que tienes en la cuenta bancaria. Yo creo que habría un gran efecto dominó que lo iría arrasando todo. ¿Te imaginas llamar al 112 y que no exista? Es que incluso toda la información de Defensa, del ejército, de los servicios de inteligencia, podría desaparecer de los servidores si se diera una caída masiva".

"Personalmente, yo creo que sería imposible volver a una época analógica. Ya no porque no nos supiéramos adaptar, sino porque no se podría, directamente. Quiero decir: Internet no es solo un medio en el que hemos basado parte de nuestra economía y nuestra forma de vida, sino que es el único medio. El progreso y el crecimiento también han sido mucho más rápidos gracias al uso de internet. La red nos ha dado una serie de cheats, como me gusta decir a mí, que no se podrían usar en otro contexto diferente".

"Además", añade como alegato final, "si hay ese fallo masivo, creo que nos mataríamos antes de que nos diera tiempo a involucionar".

Pérdidas de millones  

A nivel económico, las consecuencias son claras: todos los expertos consultados coinciden en que, en cualquier caso, sería terrible. Esther Paniagua, en su libro, estima que el apagón provocaría pérdidas de 1.200 millones de euros cada 24 horas de desconexión. 1.200 millones solo en España, quiere decir. 

Pero ¿y a nivel social? ¿podríamos desacostumbrarnos a la inmediatez a la que nos ha acostumbrado Internet durante esta última década? ¿todas las generaciones se lo tomarían igual?

José Antonio, por ejemplo, de 76 años, lo tiene bastante claro: "a mí sí que me daría igual que se fuera. Y que no vuelva, por mí. Yo tengo el WhatsApp y todas esas cosas y solo las uso para tonterías".

WhatsApp no funciona en España El Androide Libre

Cuando se le formula la pregunta de cómo se informaría si se cayera la Red, responde que viendo las noticias o escuchando la radio, "como hemos hecho toda la vida", pero se queda impresionado al descubrir que, en caso de que sucediera, la televisión digital también dejaría de funcionar. "Pues que entonces no se caiga, no", termina de decir, riéndose.

A María, una enfermera de 47 años, le pasa lo mismo que a José Antonio. Su relación con Internet es "de amor y asco, pero muy necesaria. Es que al final usas el móvil para todoMiras el tiempo, quedas, buscas cualquier tipo de información. ¡Si hasta leo del Kindle!".

Ella, además, asegura que en su trabajo afectaría muchísimo que la Red desapareciera, ya que la necesitan para multitud de tareas relacionadas con el mundo sanitario.

Por último, Nerea, una adolescente de 16 años, no sabe qué responder: "pues no sé. Mi primer móvil me lo compraron a los 11 años. Aunque, bueno, yo no tuve Instagram ni redes sociales hasta los 13, ya más mayor", matiza, dejando mostrar el paso del tiempo.

"Yo creo que todos los recuerdos que tengo son con Internet. No me puedo imaginar una vida sin él". Nerea no es la única que no se imagina una vida sin él. Ahora mismo, no hay ninguna otra alternativa que esperar a que ese colapso tarde mucho. Y dure poco.