Conforme mejoran los datos de contagios de coronavirus en todo el país, otra 'pandemia' está empezando a proliferar los fines de semana: los macrobotellones de unos jóvenes que ven en el paulatino levantamiento de las restricciones, la oportunidad de recuperar una vieja normalidad que no siempre trae cosas buenas. Prueba de ello son los graves incidentes que se han registrado en Cartagena o Madrid.
En la ciudad portuaria se ha producido una riña tumultuaria entre bandas latinas y marroquíes, según fuentes policiales, que se ha saldado con cuatro heridos por arma blanca: tres ecuatorianos y un marroquí. Uno de los jóvenes latinoamericanos recibió cinco puñaladas y está siendo intervenido en el Hospital Santa Lucía porque ingresó en estado grave. A 450 kilómetros de distancia, en la capital de España, el panorama también es desalentador: 55 jóvenes han resultado detenidos tras protagonizar altercados violentos y varios robos a adolescentes. También se han registrado dos agresiones sexuales.
Los macrobotellones por partes. El ajetreo para las Fuerzas de Seguridad en Cartagena empezó sobre las dos de la madrugada, cuando el 112 recibió varias llamadas de vecinos quejándose del ruido por la música a todo trapo dentro del aparcamiento del Cuartel de Antigones. En esa zona se ubica la Facultad de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Cartagena y desde mediados de septiembre, en el inicio de las Fiestas de Cartagineses y Romanos, el sindicato UGT viene alertando al Ayuntamiento de que se ha convertido en un foco de inseguridad.
"Cada macrobotellón que están celebrando se convierte en una gran protesta de los jóvenes contras las restricciones al ocio nocturno y cuando acude la Policía los reciben tirándoles botellas, vasos, incluso piedras", tal y como denuncia José Juan Gonzáles Salas, responsable del sector de Administración Local de UGT en la ciudad portuaria. "Esta madrugada se ha pasado del botelleo al vandalismo y al final vamos a lamentar consecuencias fatídicas entre algún joven".
No exagenera un ápice el sindicalista de UGT. El macrobotellón en el Cuartel de Antigones reunió a cientos de adolescentes que consumieron alcohol y drogas hasta pasadas las siete de la mañana, lo que derivó en una riña tumultuaria entre bandas latinas y marroquíes. "A las 7.27 horas, de este domingo, se recibieron diez llamadas de vecinos de la zona, alertando de una pelea por varios puntos del barrio universitario donde había veinte personas implicadas", según una fuente de Emergencias.
Cuatro heridos
Hubo carreras, lanzamiento de objetos entre las bandas, intercambio de golpes y armas blancas de por medio: el reguero de sangre comenzó en el Cuartel de Antigones y acabó en la calle Ángel. Esa fue la 'imagen de postal' con la que se saldó el macrobotellón en Cartagena, donde además hubo daños colaterales para algunos vecinos, cuyos vehículos sufrieron desperfectos durante el tumulto.
"A la llegada de los agentes salieron todos corriendo", detalla una fuente policial. La pelea entre latinos y marroquíes se saldó a favor de los segundos a la vista del parte de heridos: "Parece ser que los jóvenes de Marruecos llevaban navajas y los chicos de Ecuador usaron botellas". En la zona se personaron cinco ambulancias que tuvieron que atender 'in situ' a tres ecuatorianos con heridas por arma blanca. "Las víctimas tenían 21 años, 24 años y 38 años, respectivamente", según Emergencias.
"Presentaban puñaladas en la cabeza, en los brazos...". El herido más grave es un ecuatoriano que fue apuñalado cinco veces y está siendo intervenido de urgencia en el Hospital Santa Lucía de Cartagena. "Al herido marroquí, de 22 años, lo encontraron semiinconsciente en unas escaleras de caracol de la Muralla del Mar, y presentaba diversos cortes en las manos que le hicieron con una botella".
Dos detenidos marroquíes
La Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer el origen de la tangana. "Parece ser que fue una pelea entre bandas latinas y marroquíes por una chica, aunque no se descarta que haya temas de drogas de por medio". De momento, hay dos detenidos, de origen marroquí, de entre 20 y 30 años, pero lo más probable es que a lo largo del día resulten detenidos también los heridos que están en el hospital porque se trata de una riña tumultuaria.
"Los fines de semana se concentran en el Cuartel de Antigones más de medio millar de jóvenes que campan a sus anchas", denuncia José Juan Gonzáles Salas, responsable del sector de Administración Local de UGT en Cartagena. El sindicalista reclama al Ayuntamiento aumentar el número de efectivos que patrullan los fines de semana y un dispositivo fijo en el aparcamiento de Antigones para "atajar" los macrobotellones.
"Los fines de semana hay diez policías locales, pero hacen falta veinticinco: diez agentes patrullando por el centro de Cartagena y otros quince fijos en el Cuartel de Antigones, con equipos de control de masas, con cascos, chalecos y escudos, con el objetivo de evitar la concentración de jóvenes que termina en macrobotellón", detalla Salas. Y no anda desencaminado, ya que EL ESPAÑOL ha podido saber que la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Policía Nacional propuso establecer en esa zona un servicio de orden público, pero los mandos están priorizando la custodia de los inmigrantes llegados en patera en el Puerto de Escombreras.
Madrid: a botellazo limpio
En Madrid la madrugada también estuvo trufada de altercados y de intervenciones policiales, cuyo origen era un macrobotellón en el Parque del Oeste, en el distrito de Moncloa. A las dos de la madrugada, cuando el alcohol y otras sustancias estupefacientes ya habían hecho efecto entre los asistentes, se registraron los primeros desórdenes públicos, según han informado a Efe fuentes de la Jefatura Superior de Policía Nacional.
Los policías, pertrechados con material antidisturbios, fueron recibidos a botellazos. La intervención se saldó con doce detenidos por robo con violencia, dos arrestados por atentado contra agente de la autoridad, cinco por riña tumultuaria y veintiuno por desórdenes públicos. Entre los engrilletados había cuatro menores de edad. Cuando parecía que se había recuperado la calma, sobre las cuatro, se reanudaron los altercados, cuando los agentes trataron de disolver a varios grupos de jóvenes que aún estaban congregados bebiendo en el parque.
Este segundo episodio fueron detenidos otros cuatro jóvenes por desórdenes públicos y daños al mobiliario urbano. En la zona fueron movilizados efectivos del Samur y de Protección Civil que tuvieron que asistir a varios adolescentes por caídas, intoxicaciones etílicas y heridas leves. También hubo dos agresiones sexuales que se están investigando.
En la capital no hubo bandas
Los altercados ocurridos en ambos macrobotellones en Cartagena y Madrid, se diferencian en que en la capital de España los altercados no fueron protagonizados por bandas organizadas. Fuentes de la Policía Nacional indican a EL ESPAÑOL que los autores "son jóvenes que están en las propias fiestas y aprovechan la multitud y la confusión para delinquir". También señalan que, contrariamente a como se ha difundido en redes sociales, los detenidos no son la mayoría magrebí.
A la espera de que se confirmen más datos sobre los 55 detenidos, este periódico ha conocido que, al menos, nueve de los arrestados por la Brigada de Información de Madrid, son de nacionalidad española. Tres de ellos son menores de edad –tienen entre 16 y 17 años-, y cuatro contaban con antecedentes delictivos, entre los que se encuentra un robo con violencia en 2018.
Dispositivo en La Vaguada
La Policía ya preveía que el fin de semana se producirían macrobotellones y altercados, siguiendo la tendencia del anterior. De forma que se desplegó un amplio dispositivo con equipos en La Vaguada -donde tenían lugar las fiestas del barrio del Pilar- en la Plaza del Dos de Mayo, y en los parques de Berlín y del Oeste.
Iniciada la noche, se registraron dos robos de teléfonos móviles en este último parque, lo cual provocó que la Policía movilizase más recursos a este punto. Estando tranquilas las cosas en La Vaguada, varios agentes se desplazaron al Parque del Oeste, donde inmediatamente aprehendieron a cuatro presuntos delincuentes.
La Policía Nacional desplegó agentes de paisano y miembros de la Policía Judicial para ejecutar las investigaciones en el acto. También a agentes antidisturbios de la UIP que cargaron para disolver las aglomeraciones, ya bien entrada la madrugada.
Visto el desarrollo de los acontecimientos y la fuerza presencial policial este fin de semana, las fuentes del cuerpo esperan que el fenómeno del botellón vaya a menos en la capital. “No lo sabemos a ciencia cierta, pero el alto número de detenidos será, desde luego, una advertencia para que quienes quieran volver a delinquir, no lo hagan”, apuntan.