Los bomberos toreros no quieren que Podemos los extinga: "Nos obligan a ser de extrema derecha"
EL ESPAÑOL repasa la polémica junto a tres miembros de Diversiones en el Ruedo, los últimos en hacer el espectáculo del bombero torero en España.
17 octubre, 2021 01:43Noticias relacionadas
—Este tío es muy bueno con el tema de la decoración lumínica también. Trabajó en el plató de La Resistencia. Jimmy —le espeta Fernando a su compañero—, creo que eso no te lo quieren prohibir.
—Eso no, porque estoy encerrado —contesta con sorna.
Estamos en la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid. Jimmy y Fernando son dos de los compenentes de Diversiones en el Ruedo. Les acompaña también Robet. Llevan un tiempo de pugna con el Gobierno y las administraciones, que quieren acabar con su espectáculo cómico taurino, similar a los que antaño hacía el bombero torero.
El motivo es sencillo. Desde las administraciones públicas arguyen que estos espectáculos denigran a las personas con discapacidad. Ellos, obviamente, no están de acuerdo.
Jimmy y Robet tienen acondroplasia; Fernando, no. Es este último quien se muestra más molesto nada más llegar a los reporteros. No parece entender la polémica y rápidamente cita la Constitución Española como escudo.
Fernando pide al asistente de voz de su móvil que muestre el Artículo 14 (Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social) y el Artículo 35 (Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo. El simple hecho).
El tema es muy sensible. Tal es así que el ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030, dirigido por la líder de Unidas Podemos, Ione Belarra, envió un comunicado el pasado mes de agosto pidiendo la cancelación del espectáculo de Diversiones en el Ruedo en Zahínos (Badajoz). Apuntaba el mismo que la organización de este tipo de espectáculos "denigran a las personas por razón de discapacidad" y "vulneran" la Convención sobre los Derechos de las personas con Discapacidad de Naciones Unidas. Sólo Vox salió a defenderlos, que pidió "protección y respeto" para ellos.
Todo esto entremezcla los derechos de las personas con discapacidad, la libre elección del ejercicio profesional y los límites del humor. Ahí es nada. El debate puede ser harto complicado. O no. La mera mención a la polémica enfada a los miembros de esta empresa. "Queremos los mismos derechos y la misma libertad, simplemente", repiten a lo largo de la entrevista en varias ocasiones.
—¿Piensan que les quieren invisibilizar y apartar de la sociedad?
—Sí —afirma Jimmy—, yo creo que nos quieren encerrar en su mundo. O llegar a donde no han podido tocar. Como somos la parte más débil y que más ayuda a la gente con discapacidad... En este mundo le exigen a las empresas. Yo vine aquí y sin ayuda del Estado hago carteles luminosos y tal. Sin ayuda. Yo no voy a estar esperanzado del Estado. Yo ya me puedo jubilar con 55 años, pero yo sigo en el régimen general. Yo no soy una carga para el Estado. Yo no sé por qué no lo respetan, por qué no es digno de admirar lo que hace una persona de talla baja.
—¿Qué le dirían a Ione Belarra?
—Que no les quiten derechos —contesta primero Fernando—. Por favor, ayúdenles. Por favor se lo pido. Ayúdenles. Me parece muy bien que les den el mejor trabajo del mundo. Pero désenlo, no se lo digan. No les incapaciten sin dinero. Que les den una incapacidad, pero todo el mundo tiene derecho a renunciar a lo que él quiera y a elegir su profesión. Eso está regulado por ley. Que no infrinjan la ley.
—Que respeten el derecho —continúa Jimmy—. Si quieren ayudar a otras personas que no le gusta el mundo del toro, que ayuden a esa persona, pero que no nos quiten el derecho. Nosotros no hacemos daño a nadie, ni a la vaquilla, ni al becerro, a nadie. Es un espectáculo incruento. Es para niños, para la familia.
—¿Qué solución ofrecerían para que no se prohíba esta práctica?
—¿Qué solución de qué? —contrapregunta en un tono altivo y visiblemente enfadado Fernando—. ¡¡Los mismos derechos y la misma liberad!! ¿Qué solución? ¡¡Los mismos derechos y la misma libertad!! ¿Qué solución vas a dar? ¿¡Que los encierren, que los escondan!?
—¿Les están defendiendo o se lo toman como un ataque?
—Es una falsa defensa —apunta Jimmy—. No se han dirigido a nosotros. Por eso son falsas defensas. ¿Qué queremos, qué no, de dónde sacamos el dinero para el pan? Nacimos artistas, ¿por qué no nos respetan ese derecho? ¿En qué mundo nos quieren meter? Estas personas son unos títeres manejados de poderes. Se basan en nosotros porque somos los más débiles. Pero nosotros también nos defendemos. Es un derecho con el que no hacemos daño a nadie. Ni al Estado. Trabajamos cotizando.
Los primeros espectáculos
Jimmy (55 años) lleva más de tres décadas dedicado al mundo del espectáculo. Su hijo también se dedica a esto. ¿Les suena de algo 'Payasín'? Es el mítico payaso que asusta a propios y extraños en Telecinco a base de tartazos.
Pero este hispanoecuatoriano torear en España es mucho más fácil que hacerlo en Sudamérica. "Allá lidiaba siempre vacas toreadas. Aquí trabajo con un bombón. Miro al tendido y le sonrío al público mientras toreo", dice.
—¿Cómo comenzó en el mundo del espectáculo?
—En mi país. Tendría 18 o 19 años y era peón de obra. En Sudamérica hay pequeños a montón. Pero yo soy de Ecuador que no hay tantos. Y un día vinieron a buscarme de un espectáculo de pequeños. Yo hacía reír a la gente y tal, pero me asusté. Me llevaron a seis horas de mi ciudad con todos los gastos pagados. Me entrenaron con un carnero y luego me pusieron de payaso y salí a torear. Y en el momento de torear, se me cayeron los pantalones. Vi que la gente se reía y desde entonces lo hago siempre.
Jimmy es un cómico tremendo. Le encanta bromear y da buena muestra de ello durante la entrevista. Por ejemplo, cuando habla Robet (31 años).
—¿Robet, cómo fueron sus inicios?
—Yo, desde muy pequeño…
—Si eres pequeño hasta ahora, cómo dices desde muy pequeño —le interrumpe Jimmy entre bromas.
Tras las risas, continúa respondiendo Robet.
—Mi padre venía a hacer las giras y tal y luego volvía. Yo iba a los espectáculos taurinos porque empezaba a gustarme. A los 14 años empecé con el capote y la muleta. Aprendí y me fui enfocando más en esto. Estuve por Colombia, por Venezuela, y se me dio la oportunidad de venir aquí. Todo torero pequeño quiere venir a España porque es donde está lo bueno.
—Porque no conocen a Ione Belarra, pero sí, nos llaman mucho para venir —dice Fernando antes de que continúe su compañero.
—Gracias a Dios me fui adaptando. Luego fui con varias personas a torear. Gracias a Dios llevo 13 años toreando, desde los 18.
Tanto Jimmy como Robet se muestran como unos apasionados del toreo y del espectáculo. Por el momento, no pueden vivir únicamente del mundo del espectáculo, así que tienen que ir realizando otros trabajos. Jimmy, por ejemplo, es montador de interiores y un auténtico manitas. Robet, por su parte, puede contar con los dedos de una mano los días que ha trabajado en el último año.
Ninguno de los dos entiende la polémica generada y piden que se les deje trabajar libremente.
"Nosotros nacimos artistas", expone el mayor de los tres miembros de la banda. "Está muy bien que ayuden a la gente con discapacidad, pero a los incapacitados. Que hay personas que no les gusta el fútbol, no vaya al fútbol. Al que no le guste los toros, no va al toro. Hay gente que juega al baloncesto en silla de ruedas. ¿No puede jugar en silla de ruedas? ¿También lo van a quitar?"
El bombero torero
El bombero torero era el personaje más popular de un espectáculo cómico taurino muy afamado en los cosos de toda España hace décadas. Desde los años 90 en adelante, comenzaron las críticas por la participación de personas con acondroplasia en estos espectáculos.
Fernando cuenta que antes la crítica era distinta a la de ahora. "Por lo que me contaba el bombero torero, antes eran más los periodistas que decían que ellos iban obligados. Estaba ese rumor".
Pero a la evolución de las críticas, por pensar que estos espectáculos favorecían los estereotipos y la denigración de las personas con enanismo, hay que sumar otros porqués.
"Los espectáculos iban a menos por varios motivos. Entre ellos está que hay gente que cobra menos que Jimmy, por ejemplo. Y vayan buenos o malos artistas, este año se va a llenar. Pero el año que viene no te llama ni el del pueblo de al lado", cuenta Fernando.
En 2017, el último heredero del bombero torero se jubiló. Diversiones en el Ruedo, en liza desde 2016, quedó entonces como la única organizadora de espectáculos cómicotaurinos. "Ellos me dijeron que yo que tenía contactos les buscara sitios para torear", explica Fernando sobre sus primeros pasos con sus compañeros.
"Yo he trabajado en espectáculos que no eran con enanos y había algunos que eran medio artistas y los espectáculos salían mal. La gente no se reía, no se lo pasaba bien…", cuenta Fernando del inicio de Diversiones en el Ruedo. "Y a base de darle vueltas a la cabeza, conocí a gente que funcionaba y en 2016 hicimos un espectáculo. Con el nieto del bombero hicimos 4 en 2017", apunta.
Actualmente, el espectáculo consta de distintos pases. Los propios implicados hablan de cómo lo realizan. "Cada uno lleva su parodia. Vamos rotando para que la gente se divierta y tal. Siempre se van haciendo cosas de interacción con el público y lo hacemos muy bonito entre todos, incluso se improvisa. A veces me meto con la gente o me meto con los grandes. Los niños se ríen mucho cuando nos metemos con los grandes", dice Jimmy.
Los argumentos contrarios
Ha sido mucho el revuelo que ha formado este espectáculo. El director general de Derechos de las Personas con Discapacidad, Jesús Martín Blanco, afirmaba el pasado agosto que "la libertad debe ir acompañada de justicia social, y la autonomía del individuo se cae si no se parte de la igualdad de oportunidades, pues a nadie le gusta tener un trabajo que es motivo de mofa".
Martín Blanco, objeto de gran parte de las críticas de los miembros de Diversiones en el Ruedo, argüía que cuando el bombero torero iba a su pueblo, él se escondía "aterrorizado". Él sufre displasia ósea. "Se legitima, en una plaza pública, que medir 1,30 es motivo de burla".
"Esa tradición de reírse del que es diferente se legitima. Porque si a los niños y niñas les llevan sus padres o sus abuelos, significa que de alguna manera les dan autorización para que se rían de personas como yo", dijo Blanco.
Jimmy le contesta sin tapujos. Lo hizo, de hecho, en la última reunión que mantuvieron. "Jesús Martín Blanco nos propuso darnos un buen trabajo si dejábamos esto. Nos ofrece un buen trabajo, pero si dejamos el mundo artístico". Ellos quieren ese trabajo, por supuesto, pero no quieren renunciar al mundo artístico. Jimmy habla de "acomplejados".
El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) también se mostraron contra lo que tildaron como "espectáculos taurinos denigrantes".
El Cermi solicitó al ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, que regulara la normativa taurina "para impedir en sede legal los espectáculos de este carácter, que se sirven de personas con discapacidad, pues atentan contra la dignidad inherente a todo ser humano que debe estar protegida por el Estado español".
La libertad de elección de trabajo no está amparada, según el CERMI, "en estos pretendidos festejos en el libre desarrollo de una actividad laboral y en el derecho a poder elegir profesión u oficio, pues solo las actividades laborales que respetan la Ley y no atentan contra valores y derechos superiores pueden ejercerse libremente".
"Siendo conscientes de que las representaciones culturales, dentro del mundo del humor y el espectáculo merecen el máximo respeto hacia aquellas personas que las ejercen hay que tener en cuenta también que existe una marcada línea entre la libertad cultural y la denigración y la burla y es ahí, cuando se pasa esa línea, donde hay que actuar", afirmó en su momento Anxo Queiruga, el presidente de COCEMFE.
Estos argumentos carecen de toda lógica para los 'bomberos toreros'. Fernando dice que el Cermi es "un chiringuito subvencionado". "Que desde el mismo ministerio ejerzan presiones para prohibir la libertad de unas personas con discapacidad me parece demencial", apunta.
¿El futuro?
La pugna está siendo ardua para los bomberos toreros. Y el futuro está muy en el aire. Por el momento, sólo cuentan con el apoyo de Vox. La formación de ultraderecha ha sido la única que ha salido a defender a este colectivo, entendiendo que dicha actividad "es una manifestación de una arraigada tradición cultural, cuyo respeto y protección corresponde garantizar a todos los poderes públicos, de conformidad con el artículo 44 de la Constitución Española".
Los de Abascal piensan que la actividad goza de protección y reglamentación "suficientemente en nuestro ordenamiento jurídico, incluso cuando intervengan en sus actuaciones los denominados como 'toreros pequeños', incluyéndose los profesionales del mundo del toro con displasias óseas o enanismo".
También han tenido que acudir a los juzgados, porque entienden que toda normativa prohibitiva no está amparada por la legislación. Y que se están llevando a cabo coacciones a los Ayuntamientos para que no se celebren estos festejos.
En este sentido, Diversiones en el Ruedo asegura que ha presentado una querella contra Marcial Gómez, director general de Personas con Discapacidad e Inclusión de la Junta de Andalucía. Creen que Gómez presionó y coacciono al Ayuntamiento de Baza (Granada) en su último espectáculo, "extralimitándose en sus competencias".
Fernando contesta molesto. "Yo a lo mejor era de izquierdas, pero esta no es la izquierda de los derechos y las libertades en la que creía ni nada. Me están obligando a ser de extrema derecha, facha, fascista, neonazi o como quieran llamarlo. Por querer ser libre. Por pensar que ellos tienen los mismos derechos que yo. A lo mejor eso es de facha, fascista, franquista".
En realidad, no tiene nada que ver con la izquierda tampoco. Desde la Junta de Andalucía, gobernada por PP y Ciudadanos, también han mostrado la intención de vetar estos espectáculos. Las presiones son muchas, reconocen los organizadores de espectáculos.
Aseguran que han llamado a otras puertas políticas como Partido Popular y Ciudadanos. "Nos dicen que no quieren polémicas", asegura Fernando. Esto les ha costado incluso el apodo de "enanitos fachas". Ellos aseguran que "el otro día nos invitaron a la convención de Vox. No queremos que se politice, pero…".
Con el PSOE no parece que haya mucho que hablar. Este miembro de Diversiones en el Ruedo culpa a Pedro Sánchez en última instancia. "Hay varios youtubers que nos llaman para ayudarnos. Tienen una cierta tendencia política y no queremos que se politice. Pero es que nos han obligado. No entiendo cómo Ione Belarra o Pedro Sánchez permiten esto: la denigración que están sufriendo con la discriminación y la prohibición. Mismos derechos. Déjenles ser libres. Los mismos derechos y libertades".
Todo ello hace harto complicada la subsistencia de los festejos cómicos taurinos. Desde Diversiones en el Ruedo, no creen que puedan recuperar el volumen de negocio de antaño.
"Vamos a dejar lo de enanitos. No hay que jugar con eso porque es una ofensa para la gente que es acomplejada", dice Jimmy, que pasa a poner voz de narrador circense para fantasear cómo lo harán a partir de ahora.
—Gran espectáculo, con grandes toreros, hoy, aquí, se presenta. Madrid se viste de gala para el mejor espectáculo con grandes artistas.
Jimmy cambia entonces el tono de la narración para bromear. "Y la gente diciendo, ¿dónde están los grandes? Y aparecemos los pequeños".