Ante la atónita mirada de los viandantes, cerca de 1.000 falangistas cortaron en la noche del viernes, víspera del 20-N, la céntrica calle Génova de Madrid, y la recorrieron en una manifestación que culminó en los arcos de Moncloa. Desde allí, rodeada de bengalas rojas y con un llamativo despliegue de simbología y estandartes fascistas e inconstitucionales, partió una comitiva a pie con destino al Valle de los Caídos, donde se encuentran los restos del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera.
Así arrancaron los actos conmemorativos del fusilamiento del líder falangista en Madrid, del cual, este 20 de noviembre, se cumplen 85 años. El aniversario tiene como el telón de fondo la ley de Memoria Democrática, recientemente enmendada por el PSOE y Unidas Podemos.
A las 19:00 del viernes, la iglesia de Santa Bárbara de la capital, situada detrás del Tribunal Supremo, acogió una misa en sufragio por Primo de Rivera. Los presentes apenas eran una cincuentena. Finalizado el oficio religioso, se dirigieron a pie al número 24 de la calle Génova. En ese edificio es donde nació el líder de Falange, como todavía rememora una placa enfrente de la misma Audiencia Nacional.
Los congregados rezaron la 'Oración de los Caídos' y cantaron el 'Cara el sol' haciendo el saludo fascista, con el brazo derecho levantado. Las dos agentes de guardia en la garita de la Audiencia salieron sorprendidas ante el acto. En ese momento, no contaba con ninguna presencia policial adicional. Después de comprobar que la concentración tenía la autorización de la Delegación del Gobierno en Madrid, dejaron a los presentes continuar. Estos prosiguieron con gritos de "¡Arriba España!" y "José Antonio Primo de Rivera, ¡presente!".
Luego, un hombre se encaramó a la mitad del poste de una farola, donde pegó con cinta adhesiva algunos ramos de rosas a una altura considerable, para que nadie pudiese retirarlos. Una hora después, a las 21:00, comenzaba el acto político de Falange en la esquina de la calle Génova con Marqués de la Ensenada.
En ese momento se presentaron cinco furgonetas de la UIP de la Policía Nacional. Cortaron los accesos a la concentración y registraron algunas mochilas, como la del líder de ultraderechista francés Yvan Benedetti, portavoz del Partido Nacionalista Francés y antiguo presidente de la organización fascista L'Œuvre Française. Junto a él, también había en el acto representantes de la extrema derecha de Rumanía e Italia, que blandían sus respectivas banderas nacionales con símbolos fascistas.
La concentración prosiguió con un discurso del jefe nacional de Falange, Norberto Pico, que arremetió contra el Gobierno de Pedro Sánchez, los partidos separatistas y los valores democráticos. A sus palabras siguieron las de Manuel Andrino, otro de los jefes nacionales de la formación ultraderechista y además condenado por el asalto a la librería Blanquerna el 11 de septiembre de 2013, fecha de la Diada.
Junto a Andrino se encontraban en la concentración los otros ultras encausados por interrumpir el acto en la delegación cultural de la Generalitat catalana en Madrid, a los que la Audiencia Provincial de Madrid ordenó el pasado martes su ingreso en prisión en un plazo de 10 días. Andrino justificó en su arenga el uso de los "puños y las pistolas" ante el fracaso de las palabras. Finalizada la proclama, los presentes continuaron con más lemas y gritos ultras, un nuevo 'Cara al sol' y con los estandartes del rostro del histórico fundador de Falange en el aire. "¡Gloria eterna a los de Blanquerna!", "¡No nos engañan, Cataluña es España!", coreaban.
Hacia las 22:00, la cincuentena de personas que había asistido a la misa inicial era ya un grupo cercano a las 1.000, con banderas falangistas y dos aperturas de manifestación. Esta arrancó a la misma altura de la calle madrileña donde comenzó el acto, y prosiguió hacia las glorietas de Alonso Martínez, Bilbao y San Bernardo, cortando todo un sentido del tráfico.
La manifestación estaba encabezada por dos jóvenes ataviadas con boina y camisa azul que portaban una corona de laurel con una banda de la bandera española. Mientras, la turba proseguía detrás con himnos de la División Azul y y repitiendo las mismas consignas, entre ellas, de rechazo a Vox o al Partido Popular, cuya sede estaba en el recorrido de la manifestación.
En algunos momentos, los manifestantes prendieron bengalas rojas para acompañar a la marcha. Sin embargo, no se registró ningún incidente en todo el recorrido, a pesar de que, según ha podido saber este periódico, se había llamado a boicotear la manifestación entre grupos antifascistas. Tres de las cinco furgonetas policiales abrían el paso y dos lo cerraban, junto a un par de vehículos de emergencias. Los agentes en ningún momento fueron cubiertos con cascos o llevaron encima material antidisturbios.
Tan solo una mujer se acercó a protestar contra el enaltecimiento falangista en pleno centro de la capital, pero fue rápidamente retirada por los agentes que quisieron evitar un choque. Los manifestantes también fueron increpados puntualmente desde alguna ventana al grito de "¡fascistas!".
La marcha siguió por la calle de la Princesa y culminó debajo de los arcos de Moncloa, un complejo arquitectónico construido bajo el mandato de Francisco Franco. Cerca se encuentra también el polémico Arco de la Victoria, levantado por el dictador para conmemorar su triunfo en la Guerra Civil.
Allí intervino el líder fascista francés Benedetti, que culminó sus palabras con un nuevo "¡Arriba España!". Los demás presentes se ataviaron con boinas negras, camisas azules y guantes negros. Unos levantaron la corona de laurel sobre una especie trono cargado al hombro, mientras que otros abrieron con estandartes la nueva marcha de la comitiva hacia el Valle de los Caídos, en San Lorenzo del Escorial. La marcha arrancó bajo un arco de bengalas rojas, que hacía alusión a una especie de marcha de antorchas.
Valle de Cuelgamuros
La marcha tenía previsto llegar al monumento franquista al amanecer del sábado. Allí se junta con una nueva manifestación de homenaje a Franco y Primo de Rivera, que además se opone al cambio de nombre de Valle de los Caídos por Valle de Cuelgamuros. La nueva denominación se producirá tras una las enmiendas pactadas por el PSOE y Unidas Podemos en la Ley de Memoria Democrática, que insta además a reubicar los restos enterrados allí de José Antonio Primo de Rivera.
Por otro lado, a lo largo del sábado tienen lugar en España seis misas "en sufragio por el alma de Francisco Franco y todos los Caídos por Dios y por España". Los actos religiosos están organizados por delegaciones de la Fundación Francisco Franco y tienen lugar en el Convento de las Descalzas de Badajoz, la iglesia de San José de Santa Cruz de Tenerife, en la Catedral de Granada, en la parroquia de Nuestra Señora del Valle de Ceuta, en la iglesia de Santiago el Mayor de Zaragoza, en la iglesia de San Torcuato de Zamora y en la de San Vicente de Paúl de Albacete.
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