Fernando no tiene quien le escriba. A sus 68 años, tras más de 41 cotizados, necesita una operación de traumatología que lleva “874 días esperando”, pero la comunicación no le llega. Reside en Castilla-La Mancha, la Comunidad Autónoma española donde más aguardan los pacientes para una operación quirúrgica de media, según datos del Ministerio del Interior. Supera esa media con creces según sus cálculos, mientras los políticos de la región prefieren focalizarse en lo positivo. “Si tuviera enfrente a Emiliano García-Page…”, dice al inicio de la entrevista.
La enfermedad de Dupuytren afecta a un tejido situado bajo la palma de la mano. Contrae los dedos hasta cerrar el puño, impidiendo realizar vida normal a quienes la padecen.
Fernando se operó de la diestra, tras ser derivado a una clínica privada de Guadalajara. Reconoce que, aun así, el meñique no le quedó bien. Cuando aún no le habían quitado los puntos comenzaron los problemas en la mano izquierda. Se fue al médico de cabecera para atajar cuanto antes la enfermedad.
Era 1 de julio de 2019, afirma en conversación con EL ESPAÑOL, cuando le apuntaron en la lista de espera para una nueva operación quirúrgica, esta vez en su mano izquierda. Su compás de espera podría haber sido menor en cualquier otra comunidad autónoma española, pero vivir en Guadalajara le ha perjudicado en este sentido.
Cada región española cuenta con una ratio distinta en lista de espera, pero los pacientes castellanomanchegos deben ser, valga la redundancia, los más pacientes. La media es de 189 días de espera. Pero, claro está, hay quien está por encima de la estadística, como es el caso de Fernando.
Después de Castilla La Mancha, se encuentra Aragón. La plata se alcanza en esta clasificación de dudoso prestigio con un tiempo de espera de 166 días. El bronce es para Cataluña, con 152 días.
La mitad de la tabla la ostentan cinco regiones: Andalucía, con 137 días de espera media; Extremadura, con 130; Castilla y León, con 129; Canarias y Cantabria, con 126; y Baleares, con 125.
Fernando, en realidad, se habría conformado incluso con el tiempo de espera medio de operación en cualquier región, incluso en la suya. Pero lo lógico sería estar en un tiempo de espera menor de los tres meses y medio. Por debajo de los 100 días medios de espera están Comunidad Valenciana (98 días de espera), Asturias (85), Ceuta (83), Murcia (82), Madrid (75), Navarra (71), La Rioja (71), Galicia (70), País Vasco (62) y la ciudad autónoma de Melilla (37).
¿Bailan los datos?
Los datos son de junio y estamos en noviembre. Esa es la excusa mostrada por los políticos socialistas de la región castellanomanchega. Al poco de conocerse los datos, el consejero de sanidad Jesús Fernández Sanz salía al paso, para decir, grosso modo, que no están tan mal.
“Estamos en el octubre de listas de espera quirúrgica mejor de esta década. Nunca ha habido unas cifras como las de este mes entre 2011 y 2021. Es un dato importante”, comenzaba a decir Fernández Sanz.
“Es verdad que hay que seguir avanzando, no tengo ninguna duda…”, esgrimía el consejero antes de añadir una excusa, dejando en el aire una acusación aunque lo negara. “Castilla-La Mancha es la comunidad con mayor transparencia en los datos de lista de espera”.
Fernández Sanz seguía dejando en el aire que no todas las comunidades son tan transparentes como la suya.
—Esto permite que todo el mundo pueda ver el dato en listas de espera. No todas las comunidades tienen esta transparencia. Y esto quiero ponerlo encima de la mesa, a pesar de que esto no forme parte de los artículos de opinión y de investigación de este tema… Nosotros se lo ponemos muy fácil. Y esto es lo que hace que tengamos los números que tenemos muchas veces y no sé si todo el mundo los hace igual de transparentes. No lo sé, no es una acusación, es una duda.
La siguiente excusa estuvo basada en la falacia del Tuquoque, es decir, del ‘tú también’, un clásico en la retótica política. “Le puedo decir que en este momento, en toda la lista de espera en Castilla La Mancha, hay menos personas esperando que las hubo con todos los planes que hicieron cuando nos devolvieron el Gobierno [los miembros del Partido Popular] en el año 2015 porque así lo quisieron los ciudadanos”.
Insistía el consejero castellanomanchego del PSOE. “Además, hay 60.000 personas menos esperando que las hubo en el año que más dinero dedicaron a las listas de espera el Partido Popular, que fue en el 2014. Hay 60.000 personas menos, sin haber gastado ese dinero y con la Covid de por medio”, incidía de nuevo.
Las excusas dieron paso a las reivindicaciones. No tiene “dudas” de que deben “mejorar”, pero prefiere poner el foco en lo positivo y no en lo negativo. “También nos gusta oír que estamos bien en algunos rankings. En consultas externas somos los mejores. Pero eso no lo leen. Esa letra pequeña no la leen, y yo quiero hacer énfasis en que eso es así”.
Pasaba al contraataque Fernández Sanz, que se le daba mejor que la defensa. “En lista de espera quirúrgica somos los séptimos por cada 1.000 habitantes”, esgrimía, apuntando que han bajado la ratio en 8.000 personas en los últimos cuatro meses.
Es cierto, la interpretación optimista es esa, aunque los datos actualizados a junio no dijeran eso. Castilla-La Mancha tiene una tasa de 16,80 personas en lista de espera por cada 100.000 habitantes, según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio.
Están detrás de las Ciudades Autónomas de Melilla (2,71) y Ceuta (8,16), y de las Comunidades Autónomas País Vasco (8,67), Navarra (9,93), Comunidad Valenciana (10,64), Baleares (11,15), Madrid (11,35), Canarias (13,34), Andalucía (13,89), Murcia (14,40), Galicia (15,40) y Castilla y León (16,24).
Castilla-La Mancha es la número 11 de la clasificación de 17 en el dato estadístico. Por debajo suya están La Rioja (17,50), Aragón (17,84), Cataluña (19), Cantabria (20,09) y Extremadura (21,42).
Asegura Fernández Sanz que los suyos han bajado en este ránking durante los últimos cuatro meses por una razón: “Cuando ha terminado la Covid, hemos acometido un proyecto con las listas de espera para disminuirlas. Y acabaremos el año en los tiempos medios que tiene el resto del país porque nos dedicamos a ello”.
Esto significaría bajar en dos meses a 181 días de media y 14,45 personas en la lista de espera cada 100.000 habitantes. Todo ello, en una comunidad donde el 36,6% de los pacientes esperan más de seis meses para operarse.
El enfado de Fernando
Fernando Yubero está “muy indignado”. Cuando escucha hablar a los representantes políticos de su comunidad con respecto a los datos de listas de espera quirúrgica “se le revuelven las tripas”.
Él lleva esperando 874 días esperando una operación de traumatología. La media de espera para este tipo de intervenciones es de 220 días. El 44% de los pacientes que tienen que operarse de traumatología en Castilla-La Mancha aguardan la intervención más de 6 meses.
No son los más damnificados, aunque pudiera parecerlo. Para cirugía plástica (en la mayoría de casos la que más se retrasa) hay que esperar 277 días. Le siguen la cirugía maxilofacial y la pediátrica con 255 y 263 días respectivamente. La cirugía torácica es para la que menos hay que esperar en Castilla-La Mancha, con una media de 71 días.
Son los pacientes de dos de estas tres especialidades los que esperan más de seis meses también en mayor medida. Así, el 53,8% de las cirugías pediátricas tardan en llegar más de seis meses, el 52,3% aguardan un tiempo superior para la cardíaca y el 52,2% de las intervenciones de cirugía plástica se hacen de rogar más allá del medio año.
Yubero denuncia que esos tiempos son irrisorios al lado de los que él ha esperado. Su primera intervención, en la mano derecha, tuvo que realizársela en la privada. La derivación de pacientes es algo habitual cuando la sanidad pública no da abasto.
En este caso, a Fernando le fue bien, aunque uno de los dedos no le quedó muy allá. Fue entonces cuando comenzaron los problemas de la mano derecha. El único tratamiento del Dupuytren es la operación, así que la espera arrancaba de nuevo.
Corría el 1 de julio de 2019. Fernando esperaba. Cuando se cansaba, iba al hospital a preguntar qué había de lo suyo. “He hablado allí con todo el mundo ya. Sólo me falta presentarme con una pistola”, ironiza un hombre hastiado.
La excusa principal, según narra en conversación con este periódico, es que el médico que le debe intervenir “tiene una larga lista de espera”. Por eso, llegó a pedir que, como en la ocasión anterior, le derivaran a una clínica privada. El problema fue que, cuando llegó al médico, éste “no se atrevió” a intervenirle.
—¿Puede hacer esto que pasara de nuevo al último en la lista de espera, Fernando?
—No. Me dijeron que no.
Fernando cree que la crisis sanitaria de la Covid-19 también ha venido bien para aumentar las listas de espera. Se queja de que, tras el confinamiento y los peores meses de la pandemia, la administración está tardando en poner en liza de nuevo la actividad normal en los centros médicos.
Ha llegado a hablar con la directora del hospital. Asegura que le han tomado los datos, pero no le han resuelto nada. Yubero incluso ha pedido que le deriven al Hospital Ramón y Cajal de Madrid, pero insiste en que se lo han negado.
Jubilado y, por ende, pensionista, Fernando Yubero aún ha pensado en irse a la privada costeándose él la operación. Pero no tiene dinero para ello y, además, ya le dijeron que no se atrevían a intervenirle.
Las quejas de los sindicatos
Rosario Cuadras es la secretaria general de Comisiones Obreras. Cree que en Castilla La Mancha deben hacer autocrítica. Es cierto que el problema de las listas de esperas en esta comunidad no es nuevo, pero cree que “es evidente que nuestro sistema de salud pública necesita un avance importante”.
A los representantes sindicales también les han dicho que de junio a esta parte del año, “se ha dado un avance importante en cuanto a la actividad quirúrgica” en Castilla-La Mancha. “Están todos a pleno rendimiento, excepto el hospital de Toledo (que se encuentra en plena mudanza)”.
Son optimistas los sindicatos. “Nos hace pensar que pronto estaremos en cifras más razonables”, dice Cuadras.
“Esto se ha debido a la pandemia”, esgrime Cuadras, que cree en la vuelta a la normalidad en caso de que se establezca una planificación. “Se van a seguir haciendo esfuerzos importantes en equipamientos y nuevas tecnologías”.
Una fórmula empleada, en ocasiones, para rebajar las listas de espera quirúrgicas es derivar pacientes a la sanidad privada. Obviamente, desde el sindicato no están de acuerdo en que el Gobierno de García-Page actuara así. “Pensamos que con la actividad quirúrgica a pleno rendimiento, no sería necesario derivar. Esta derivación se produce cuando no somos capaces. Debe ser el sistema de salud público el que debe hacer frente a esto”, expone Cuadras.
No gustan a Cuadras las excusas del gobierno regional con respecto a las listas de espera. “Poco sirve a los pacientes que llevan más de 6 meses que les digas que hace diez años estábamos mejor…. No es excusa, a nivel de ciudadanía no sirve. Que se activen a pleno rendimiento los quirófanos, través del sistema público de salud”.
A Fernando se lo pueden decir. El calendario sigue contando días: de momento, 874 esperando a que le escriban y le llegue la notificación para que, por fin, le operen.
Noticias relacionadas
O gestiona tu suscripción con Google
¿Qué incluye tu suscripción?
- +Acceso limitado a todo el contenido
- +Navega sin publicidad intrusiva
- +La Primera del Domingo
- +Newsletters informativas
- +Revistas Spain media
- +Zona Ñ
- +La Edición
- +Eventos