“Algo tenemos que estar haciendo mal”. Borja Delgado, profesor de Secundaria en un instituto público de Fuenlabrada (Madrid), no oculta su preocupación por las tasas de abandono escolar de España. En el mapa autonómico, este dato se reparte de manera muy desigual. Extremadura y Ceuta encabezan la lista de personas entre 16 y 64 años que no tienen educación Secundaria, con más de un 50%, según los datos que se extraen del informe de Calidad de Vida publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En el otro extremo están Madrid y el País Vasco, con cerca de un 25%.
¿A qué se debe esto? ¿Por qué el doble de gente abandona la ESO en Extremadura que en Madrid? “No es porque en Madrid estemos haciendo nada diferente de lo que puedan estar haciendo en otras comunidades, sino porque hay un factor muy determinante, que es el nivel de renta”, afirma el profesor.
“La reflexión que yo hago cuando veo estos datos es que, de forma global, está fallando el sistema educativo. La idea del sistema educativo es intentar reducir al máximo las desigualdades sociales que existen. Todos sabemos el nivel de renta que hay en la ciudad autónoma de Melilla y vemos la diferencia con Madrid.Algo tenemos que estar haciendo mal, en conjunto, para que esas diferencias socioeconómicas no sean reducidas por el sistema educativo”.
Delgado, aunque enseña en la comunidad que mejor parada sale de este informe, también lo hace en una zona de rentas, generalmente, bajas. Es decir, que lo ve con sus propios ojos. “Sería muy fácil decir que los profesores de Madrid somos los mejores. No, somos igual de válidos que los profesores de Andalucía”.
La suya es la única explicación posible a este fenómeno y, además, los datos avalan su teoría. A menor renta per cápita en una comunidad, mayor tasa de abandono escolar. Esto se puede ver claramente en los datos globales del informe del INE.
Esta evaluación del nivel de formación de la población de entre 16 y 64 años, muestra que el 45,3% de los madrileños han realizado estudios superiores. La comunidad capitalina solo es superada por el País Vasco.
La tasa de abandono escolar temprano en 2020 (últimos datos disponibles) se situó en el 16%, según los datos de la Encuesta de Población Activa. En menos de una década, España ha experimentado una mejora notable en este aspecto, ya que en 2011 era del 26,32%. Pero España sigue a la cola de Europa en esta clasificación. La media de los países comunitarios se sitúa en el 10%.
Cerca de 530.000 personas -343.000 hombres y 186.500 mujeres- abandonaron sus estudios en 2020. Las alumnas se acercan más a la tasa europea, con un 11,6% de abandono, frente a un 20,2% de los chicos.
Donde más personas abandonaron la educación secundaria en 2020 fue en Ceuta (25,5%), Melilla (22,8%), Andalucía (21,8%) y las Islas Baleares (21,3%). Por su parte, Castilla y León, la Comunidad Valenciana, Cataluña, Canarias, Extremadura, Murcia y Castilla-La Mancha obtuvieron tasas entre el 15% y el 20%. Pero si miramos la serie histórica, Extremadura sale claramente peor parada. Esto refleja, afortunadamente, que la situación se está revirtiendo.
A Daniel Olaya estos datos le han pillado por sorpresa. Dirige la academia de refuerzo Aprentex en Badajoz y considera que los problemas de la educación extremeña son los mismos que en el resto de España. “La principal carencia que muestran los chavales es la compresión. Eso es síntoma del sistema educativo. Son capaces de memorizar procedimientos, sobre todo en las asignaturas más científicas, pero les cuesta mucho comprender los procesos”, explica Olaya.
“Conozco a los equipos docentes de Badajoz y se parten los cuernos en su trabajo. Creo que es un problema de la administración”, asegura el profesor de refuerzo. Para él el problema principal de la educación es el ratio, es decir, demasiados alumnos por aula. Es por eso que en su academia solo hay cuatro alumnos por profesor.
De vuelta a los datos del año pasado, el análisis muestra una tendencia paradójica en España. Aunque la tasa de abandono escolar es de las más altas de la Unión Europea, la tasa de personas universitaria es claramente mayor. Concretamente, en 2020, el 44,8% de la población entre 30 y 34 años alcanzó el nivel de educación superior (FP de grado superior o estudios universitarios). Eso supone más de cuatro puntos porcentuales más que la media europea, que se sitúa en el 40,3%.
De nuevo, las mujeres salen mejor paradas que los hombres en este dato. Hasta un 50,9% de la muestra de población nombrada alcanzó estudios superiores, frente al 38,7% de los hombres.