La vida de Jesús Candel es ahora muy diferente a la que llevaba cuando se hizo famoso. Era el año 2016 cuando este médico granadino saltaba a los móviles de media España en forma de vídeos. Su objetivo era frenar la política sanitaria del PSOE en Andalucía y, sobre todo, la fusión hospitalaria que se planteó en su ciudad. Ahí nació Spiriman.

Candel logró movilizar a cientos de miles de personas en toda la comunidad autónoma, que hasta entonces no había conocido otro color político. Su estilo gamberro, desenfadado y sin pelos en la lengua lo convirtió en un referente de la oposición contra la entonces presidenta de la Junta de Andalucia, Susana Díaz.

Pero todo aquello pasó. El objetivo se consiguió (que Granada mantuviese sus dos hospitales) pero Candel recibió un golpe más duro, más que el desmantelamiento de la sanidad pública: le diagnosticaron cáncer.

“Uno muy jodido. Conseguí curarme pero he recaído. Ahora me han dicho que es terminal y que es inoperable”, cuenta en conversación con EL ESPAÑOL. Esa otra cara de la moneda, la de ser paciente y no doctor, es la que le ha llevado a hacer realidad su última locura.

Hace unas semanas abrió en la capital nazarí la primera Unidad de Apoyo a Pacientes Oncológicos (UAPO), impulsada por la asociación que Spiriman creó en 2012. Es un proyecto que nació en colaboración con la Universidad de Granada.

Allí, en unas instalaciones en el municipio de Peligros, a la entrada de Granada, se da un novedoso tratamiento que refuerza el sistema inmunitario de quienes padecen, como Candel, cáncer.

Ejercicio físico

“Trabajamos el fortalecimiento del cuerpo a través del ejercicio físico, el control del estrés y el de la alimentación”, explica Candel, a lo que añade que en ningún caso se suple los métodos tradicionales de quimioterapia y radioterapia. “Lo esencial es el ejercicio físico. Está inspirado en un montón de estudios y evidencias científicas. Sobre todo de la respuesta de deportistas de élite que también lo han sufrido y se han recuperado muy rápido y muy bien”, dice.

Candel no está sólo en esta aventura. Le acompañan psicólogos, nutricionistas, preparadores físicos, oncólogos, fisioterapeutas y enfermeros, todos trabajando de manera “interdisciplinar”, lo que significa que todo se pone en común cada mañana, paciente por paciente, para saber qué es lo mejor para cada uno de ellos.

Entre los nombres más destacados se encuentra el de la oncóloga Julia Ruiz Vozmediano, médica de familia en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves, en Granada. La doctora se ha formado a fondo en Oncología Integrativa para mejorar la vida de los enfermos de cáncer con estos tratamientos complementarios.

Además, Candel también cuenta con Sonia Conde, especialista en Ciencias del Deporte y experta en la Fisiología del Ejercicio por la Universidad de Lausanne en Suiza. Ella se ocupa del servicio de investigación.

Ejercicios físicos en UAPO, el centro de Jesús Candel 'Spiriman'.

Para poner el cuerpo a punto Candel ha contado con Javier Cánovas, otrora preparador del Atlético de Madrid, que se ha convertido en el director deportivo del centro y en “mano derecha de Spiriman. También, y esto es lo más importante, es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.

160 pacientes

Por ahora tiene 160 pacientes “y ya hay lista de espera”. En el UAPO entrenan, meditan, aprenden de alimentación y a controlar sus niveles de estrés. Todo durante hora y media por cada turno: “Buscamos hacer grupos equilibrados según la condición física de cada uno”.

Candel calcula que por paciente el tratamiento sale entre 1.200 y 1.500 euros. Pero allí ningún enfermo paga un euro. ¿Cómo? “Lo empezamos a costear con el dinero de los socios, que ahora son 8.000 pero hasta hace poco eran 5.000. Cada uno pone lo que puede, desde un euro en adelante”. Aquí se puede uno hacer socio: http://www.fundacionspiriman.org/uapo/colabora/ 

También colaboran empresas españolas muy conocidas aportando lo que buenamente quieren o comprando material: “La pista de fuera nos la ha dado Juan Roig, el de Mercadona”, explica Candel. En las instalaciones no falta de nada que no se pueda encontrar en un gimnasio.

Pero además ahora ha conseguido que el Sistema Andaluz de Salud (SAS) costee al personal sanitario. “Lo que no nos cubre son los preparadores físicos” además del personal de oficina “porque ninguno de ellos puede por ley tratar con pacientes”. 

Un día lo llamó José Repiso, director general de Cuidados Sociosanitarios en la Junta, y le comunicó que le iban a apoyar en todo. “Estamos a la espera de firmar unos convenios para que venga más personal”, dice Candel. La viceconsejera de Salud andaluza, Catalina García, “flipó con las instalaciones, le gusto todo mucho”. Parece que Spiriman ha hecho las paces con la clase política. Todo sea por una buena causa.

Candel sigue al pie de la letra lo que predica, y por eso entrena una hora y media por la mañana y nada cuando se va el sol. Pero no lo hace en el UAPO, él va a un gimnasio de la cadena O2: “Los compañeros me pidieron que no fuese porque los pacientes no paran de hablarme y de abrazarme, y no se concentran en los ejercicios”, afirma riéndose.

Pero los planes de Candel no acaban en Granada. Su idea es expandir estos centros por toda España, el próximo y que espera cerrar en pocos días estará en Madrid. Coincide que el se trató el cáncer en el Hospital 12 de Octubre “donde tienen un equipo impresionante”.

Estas navidades presten atención a los perfiles en redes sociales del médico de Granada. Se está cociendo una campaña con “famosos muy famosos” para apoyar iniciativas como la del UAPO nazarí para recaudar fondos para abrir muchos más.

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