Magic Luna luchará por la final de la séptima edición de 'Got Talent' en Telecinco, pero ella, en realidad, ya ha ganado una final: imponerse a los que la acosaron durante una década tratando de arruinarle la vida. "Cuando tenía seis años, una profesora de mi colegio católico nos encargó escribir una carta a Jesús y ese día lo tengo grabado: yo conté que me sentía sola y no entendía que las niñas se metiesen conmigo", detalla Cristina, el nombre real de esta maga y mentalista afincada en San Javier: una turística localidad del litoral de Murcia.
La docente instó a la alumna a salir a la pizarra para leer su misiva sobre Jesús a toda la clase, sin saber que era una carta donde narraba -desde la inocencia- el bullying que padecía en un colegio religioso de San Javier. "La profesora se quedó perpleja, guardó la carta, y estuvo más pendiente de mí, pero en los siguientes cursos me acosaron porque no cambié de compañeros". Cristina fue valiente siendo una niña y lo volvió a ser en su debut en el 'talent show', en horario de máxima audiencia, hizo público algo que solo sabían sus padres: sufrió bullying de Primaria a Secundaria.
"Agradezco a Telecinco y a 'Got Talent' que me hayan permitido dar visibilidad al acoso escolar, solo quería demostrar a las personas que lo padecen que de algo negativo se puede pasar a algo positivo", subraya Cristina, nacida hace 34 años en Grenoble, pero cuyo corazón pertenece a la Región de Murcia. "En el colegio me insultaban por haber vivido nueve meses en Francia porque mis padres trabajaron allí quince años, antes de regresar a San Javier a montar el Bar Parque".
De aquel negocio hostelero, donde le tocó trabajar duro con sus padres, recogiendo mesas, haciendo cafés o recargando cámaras frigoríficas, Cristina guarda mejores recuerdos que del centro educativo donde cursó Primaria y Secundaria. "Para mí ir al colegio era un suplicio: los domingos por la noche me ponía a llorar al pensar que el lunes regresaba a clase". Lo hacía en la intimidad, como muchos otros niños que ocultan a su familia el bullying por miedo a sufrir mayores represalias por parte de sus acosadores.
"Un grupo de diez compañeros, donde había chicos y chicas, se metían con mi aspecto físico, mi forma de vestir, mi pelo, mis raíces francesas, me llamaban 'franchute', 'bruja', y otras cosas que no quiero repetir: yo era una diana fácil porque sabían que me pondría a llorar o les contestaría". De hecho, las veces que lograba contener sus lágrimas, les respondía con ingenio, demostrando una inteligencia mayor que sus acosadores, y eso derivaba en una pelea en el patio.
"Yo me he pegado con otra niña y te duele pelearte, pero también te afecta que los compañeros de clase que hay a tu alrededor se estén riendo, sin hacer nada para defenderte, limitándose a mirar como si fuese un combate de boxeo". Cristina confiesa a EL ESPAÑOL que los recuerdos de su periplo educativo están manchados por las agresiones físicas, vejaciones verbales o psicológicas, consistentes en hacerle el vacío durante el recreo, impedirle participar en cualquier juego...
"Por diversión, me ponían 'calmantes': me daban un puñetazo en el brazo y me salían moratones del tamaño de una pelota de tenis", ejemplifica sobre el pasatiempos cruel del que fue objeto y cuyas secuelas ocultó a sus padres con camisetas de manga larga. "A veces me sentía como un saco de boxeo".
- ¿Qué ocurrió después de que usted desvelase en 'Got Talent' que había sufrido acoso escolar durante su infancia?
- Me han escrito muchas personas que sufren bullying en su centro educativo o mobbing en su trabajo. Ha habido gente que me lo ha agradecido diciendo que les he dado esperanza, pero también he recibido mensajes muy duros, de víctimas que lo están pasando muy mal: al borde del suicidio. Me he sentido bastante abrumada porque no he hecho nada importante, tan solo he hablado de mi experiencia, pero a todos los que me escriben les contesto. En mis números de magia de 'Got Talent' siempre trato de contar una historia con un punto de esperanza porque el acoso sigue estando a la orden del día.
Y así lo demostró durante la semifinal en su juego con relojes y una baraja de póker francesa. Primero, relató que de niña se obsesionó con el tiempo porque le ocurrieron cosas que le habría gustado cambiar, y después, tras clavar su predicción y dejar boquiabiertos a Risto Mejide, Edurne, y Dani Martínez, haciendo aparecer un siete de diamantes en el fondo de sus tazas, Magic Luna no dudó en dedicar ese número a todas aquellas personas que alguna vez se han sentido invisibles.
- ¿Por qué lanzó ese mensaje?
- Nadie puede dejar de pelear y de perseguir sus sueños. La gente no se puede dejar arrastrar por los malos porque alguien que es invisible también puede llegar muy lejos. Yo he logrado pasar de bruja a maga.
- ¿Qué consejo le daría a alguien que ahora mismo esté sufriendo bullying en el colegio o el instituto?
- Cada caso es un mundo. En función de mi experiencia, les diría que denuncien, que se lo cuenten a sus padres, que busquen otros círculos de amistades, que se aferren a su familia, y que se apunten a actividades para tener un 'hobby' que les haga felices y les permita desconectar. En los casos más duros, si pueden, que cambien de centro y vayan al psicólogo. Y a las personas que sepan que alguien de su entorno sufre acoso, les pido que no les dejen solos. Cuando crees que alguien es tu amigo y se aleja de ti por ser acosado, eso duele como un insulto o un puñetazo.
- ¿Usted sufrió sola el calvario del acoso?
- Yo estoy agradecida a una niña de quinto de Primaria que fue mi amiga. Cuando se metían conmigo, ella me hacía reír. No me dejó sola. La quiero con locura y todavía conservamos la amistad. Cuando te acosan, una persona a tu lado te da luz, y yo tuve esa luz gracias a esa amiga.
- ¿Y a los padres que les recomienda?
- Cuando te acosan, sientes vergüenza y no lo cuentas. Deben estar pendientes de los cambios de comportamiento de sus hijos, de sus reacciones, de su lenguaje corporal y de las notas para detectar si les pasa algo en clase. A veces, las calificaciones te bajan porque en vez de estar pensando en los deberes o en los éxamenes, le das vueltas a la cabeza a lo que le tendrías que haber contestado al acosador.
Cristina explica que su caso no se denunció porque no existían protocolos educativos contra el bullying. "Mi madre me ayudó a ser fuerte". El acoso la acompañó hasta cuarto de Educación Secundaria Obligatoria, cuando el cabeza de familia casi pierde la vida, a manos de un ladrón, que le cortó la yugular con una botella. "Solo me dejaron en paz, al final de la ESO, porque mi padre estuvo hospitalizado por una agresión".
Todo ocurrió en el Bar Parque, cuando un argelino trató de robar al hostelero la recaudación de una noche en la que su negocio se llenó por el clásico: Real Madrid - FC Barcelona. "Parece que no procedía acosarme porque le pasó algo grave a mi familia", ironiza. "Mi padre estuvo muchos meses en coma y actualmente tiene una gran incapacidad porque el oxígeno no le llegó al cerebro: no ha vuelto a ser el mismo".
- ¿Cómo le afectaron psicológicamente tantos años de acoso?
- Yo era empática y mostraba mis sentimientos, pero desde los 10 años hasta los 18 años, me volví distante, déspota, con un humor irónico y si me pegaban, yo también pegaba para defenderme. Me convertí en una persona fría, no quería llorar en público y no solté una lágrima ni siquiera cuando mi padre sufrió aquella terrible agresión. Era la mujer de hielo, no podía demostrar debilidad a mi adversario, pero cuando descubrí la magia se volvió a abrir la compuerta y ahora soy demasiado sentimental, como la versión femenina de David Bustamante (risas).
El culpable de eso es su mentor: el prestigioso mago e ilusionista Enrique de León, que ha actuado en teatros de toda España, en programas de televisión... "Con dieciocho años fui a ver a Enrique porque era el hermano de una amiga y al final de su espectáculo, me acerqué a decirle -en broma- que si alguna vez necesitaba una ayudante, que me llamase porque hice teatro de pequeña, y entonces, me preguntó si quería hacer la prueba para ser su ayudante", recuerda agradecida Cristina. "Comencé en la magia como partener: me metían en una caja y me atravesaban con una lanza".
- ¿Cuál ha sido la clave para evolucionar de ayudante a maga?
- Enrique de León hizo un número de escapismo típico de Houdini, en un baúl con cadenas, pero al salir se le rompió el pantalón. Entonces, una compañera tuvo que bailar mientrás él se cambiaba de ropa. Después de eso, como Enrique me había enseñado varios juegos y yo veía vídeos de magia, me preparé un número por si volvía a ocurrir algún percance. En 2015, en Huelva, yo estaba de ayudante con Enrique y decidió pegarme el empujón presentándome en medio de su espectáculo.
Tiene espectáculo: 'La Ilusionista'
De aquella primera actuación de cinco minutos, donde logró hacer desaparecer unos pompones de colores, convirtiéndolos en las plumas de un paraguas, Cristina pasó a hacer una gira nacional con el ilusionista Enrique de León, a actuar en solitario en centros culturales, bibliotecas y eventos, hasta que le llegó la oportunidad de hacer magia, cara a cara, con el miembro más temido del jurado de 'Got Talent: Risto Mejide.
Ahora se ha convertido en la concursante favorita de los murcianos para ganar el programa del 'prime time' de los viernes en Tele 5. La mejor muestra de ello es el cariño que está recibiendo en la Región de Murcia: Magic Luna se encargó de oficiar el encendio de las luces de Navidad en Lorquí, y este domingo, actuará en la Plaza del Ayuntamiento de San Javier, en su pueblo, con motivo de las fiestas patronales. Además, el 17 de octubre, en el Teatro Bernal de El Palmar, estrenó su primer espectáculo: 'La Ilusionista'.
"Próximamente actuaré en Tarragona, Madrid, Valencia y Murcia", avanza motivada esta maga, a la que antaño menospreciaban llamándola 'franchute', pero que ahora lleva una boina francesa en sus espectáculos para recordar a sus acosadores que no la han hundido. "Llevo la boina como guiño a Francia, para recordar mis raíces, porque no entendía que me insultasen por haber nacido en otro país, y también la escogí para mi 'look' de artista porque me lo regaló por mi cumpleaños mi amiga, Sara, de Almería".
- ¿De dónde viene su nombre artístico: Magic Luna?
- Buscaba un nombre con glamour para actuar, me gusta Cristina Ortega, pero imagino que me pasó como a Lady Gaga en su momento (risas). Siempre me ha fascinado la luna, por la atracción y el poder que ejerce sobre la Tierra, sobre las mareas, y cuando era niña, al escribir mi nombre, la 'c' parecía una luna. Entonces vi el camino para crear mi nombre artístico y registrarlo.
- ¿Qué es la magia para Magic Luna?
- Es un trabajo muy completo a nivel artístico y que exige de otras disciplinas, como interpretación, danza, música, poesía, puesta en escena, arquitectura para los aparatos grandes que tienes que diseñar para algunos números. La magia es el poder de la ilusión, de emocionar y de lograr que un adulto recupere la mirada de un niño. Si con mis juegos logro que alguien deje de sufrir bullying, o que lo denuncie, con eso me conformo.