Pablo Sierra es un chico modélico. "Un chico 10", dice su tía. 21 años, pelo moreno y flequillo rizado, mide 1.75 metros y tiene ojos marrones. Estudiante del grado de Matemáticas en la Universidad de Extremadura, el pasado jueves decidió salir con unos amigos antes de volver al pueblo, donde iba a pasar el puente con su familia.
El viernes, alrededor de las 02.00 horas, Pablo salió junto a un amigo del local en el que se encontraban, situado en la calle Zurbarán de Badajoz. Sus caminos se separaron poco tiempo después. Pablo decide marcharse a la residencia Residencia Universitaria de la Fundación CB (RUCAB). Su compañero vuelve al interior del local, sin saber que sería el último en verle antes de la desaparición.
A la mañana siguiente, Pablo debía volver a su pueblo natal, Zorita (Cáceres). Lo iba a hacer junto a sus hermanos. Uno de ellos, su gemelo, vive en la misma residencia y fue el primero en tratar de buscarle. Se le unió el otro hermano luego.
No dieron con el paradero de Pablo. Era viernes por la mañana y Pablo estaba desaparecido. Según El Confidencial, los hermanos le llamaron al teléfono para tratar de saber dónde estaba, que diera alguna pista de por qué no se encontraba dispuesto para ir a casa.
La respuesta no fue la esperada. Una voz de hombre apareció al otro lado de la línea. Era un ex Guardia Civil. Había encontrado el teléfono tirado en Las Crispitas, en la zona de El Pico, en la ribera del río Guadiana.
Del chico, ataviado con camisa azul, chaqueta de ese mismo color, vaqueros y deportes blancos, nada se supo. Y nada se sabe desde entonces. Han pasado seis días desde su desaparición y es la Policía Nacional quien centra las labores de búsqueda. Protección Civil y los voluntarios ya no continúan.
El aparato es la principal ayuda para los agentes. Reconstruir las últimas horas en las que fue visto Pablo es clave para la investigación. La Policía no da detalles para no interferir en la instrucción de un caso que está en manos del Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz. También es importante la declaración de la última persona que le vio con vida. Y, aunque la familia descarta su huida por voluntad propia, la Policía aún no puede descartar ninguna hipótesis.
Familia e hipótesis
Lo primero que se hizo para encontrar a Pablo fue publicar una foto suya en redes sociales y pegar carteles por la ciudad de Badajoz. Algunos de estos avisos se encuentran en la calle Zurbarán, donde fue visto el joven por última vez.
La Policía busca la colaboración ciudadana y quiere saber si alguien ha visto a Pablo en estos días.
SOS Desaparecidos también colabora para esclarecer lo ocurrido. Han difundido los datos y características de Pablo y del caso por las redes sociales, han publicado la búsqueda en los cajeros automáticos de Euronet y se han hecho cargo de las labores de contacto con la prensa.
La familia quiere descansar en la medida de lo posible y alejarse del foco mediático mientras la policía continúa con la búsqueda. La tía de Pablo aseguraba en televisión que descartaban la huida, ya que no había tenido nunca ningún problema con los padres ni con sus hermanos.
Desde SOS Desaparecidos aseguran que, a pesar de ello, la Policía ahora mismo no puede dejar atrás ninguna hipótesis. El caso no se cerrará hasta que no se encuentre a Pablo.
Aunque hasta ahora había un gran movimiento de voluntarios para conocer lo ocurrido y tratar de encontrarle, este martes se suspendieron las labores de búsqueda. Los voluntarios no saldrían a rastrear porque serían los operativos de la Policía Nacional quienes se encargarían del caso.
Muchos de los voluntarios partían de Zorita, la localidad natal de Pablo. Juan Francisco Ciudad Broncano, el alcalde de la localidad, comentaba a Hoy su incredulidad por lo ocurrido. "Tanto él como sus hermanos son buenos estudiantes, educados. Es ejemplar. No encaja con lo que ha pasado".
De su familia también destacaba Ciudad que son "buenas personas y han hecho muchos favores a los vecinos. Los apreciamos muchísimo, y a sus hijos. Estamos consternados". Los padres del desaparecido son médicos.
Tan conocidos y queridos son que algunos vecinos han acudido a buscar a Pablo incluso a Badajoz.
Aunque un compañero dijo que iba en busca de un taxi para volver a la residencia, desde el periódico señalado anteriormente advierten de otra posible versión que la Policía no da por segura: cogió un autobús urbano para volver a casa.
En ese caso, debió ser la línea 9 en la que se subió Pablo Sierra. Y se tenía que haber bajado a escasos metros de la puerta. Los agentes rastrearon la zona, pero no encontraron ninguna pista.
Las labores de búsqueda
La Policía ha rastreado ya gran parte de la localidad en la que desapareció Pablo. Se han llevado a cabo batidas por la ribera del río Guadiana, donde se han utilizado medios aéreos como drones y helicópteros.
Desde este miércoles, los agentes son los encargados de dirigir las operaciones en exclusiva. Los operativos disponibles se emplean en tratar de encontrar al joven, a la espera de que alguna pista logre desenvolver el caso para dar con el paradero de Pablo.
Por el momento se investigan todas las cámaras de seguridad de la localidad extremeña con el objetivo de saber qué hizo Pablo tras salir del local en el que se encontraba junto a sus amigos.
En las labores de búsqueda han intervenido hasta el momento Policía Nacional y Local, Guardia Civil, bomberos y Cruz Roja. Pocas pistas hay de su paradero 7 días después de su desaparición.
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