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Qué tipos de jefes hay y cómo trabajar con ellos sin desfallecer: los consejos de Maribel Garben

Los hay autoritarios, carismáticos, inseguros... EL ESPAÑOL analiza todos estos perfiles con la experta de 'employer branding'.

11 diciembre, 2021 02:36

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Probablemente pases más tiempo en la oficina que con tu familia o tu pareja, así que no está nada mal procurarse un entorno agradable en el que desempeñar las tareas con satisfacción. Que exista ese buen rollo en la empresa depende en gran parte del jefe. A veces un mal responsable puede resultar determinante para que un empleado renuncie al empleo. Hasta el punto de que en el ámbito de los recursos humanos la experiencia dice que “la gente no deja el trabajo, deja a los jefes”.

Es más, por esa idea de jefe-pesadilla tan arraigada, el concepto se ha quedado un poco “antiguo” y ha adquirido connotaciones negativas por entenderse como alguien que básicamente da órdenes. Ahora avanza la figura del líder, alguien mucho más abierto, que motiva, escucha e inspira a sus empleados. Los trata más de igual a igual y no dentro de una jerarquía.

Aunque está claro que algunas personas nacen con habilidades para ser líderes, cualquier jefe puede convertirse en un líder si se lo propone. Para lograr este objetivo resulta prioritario trabajar el autoconocimiento y entender los distintos estilos relacionales, según explica Maribel Garben, conectora de employer branding y marca personal. Para esta experta “existen tanto tipos de jefes como personas”, pero distingue siete patrones (tal vez te identifiques más con uno o quizás con varios). Y por si no eres jefe, Garben da a EL ESPAÑOL algunas pistas de cómo trabajar con cada uno de ellos para crear un ambiente laboral mejor.

1. Líder autoritario: porque lo digo yo y punto

Con un comportamiento tiránico o dictatorial, es el típico jefe del ordeno y mando. Controla individualmente todas las decisiones y no acepta los consejos de su equipo. Al ser tan mandón y controlador, no deja espacio para la innovación ni la creatividad. “El autocrático es una persona desconfiada. Es difícil que delegue, que comparta, que escuche. Su prioridad son los resultados y no las personas. Suele tener bastantes dificultades para relacionarse con otros”. En este perfil encajan políticos como Trump, Hitler y Mao Tse-Tung.

El dictador Adolf Hitler.

El dictador Adolf Hitler.

Cómo trabajar con él: suele necesitar un feedback constante, que le pongas en copia en los emails, y quiere que se le informe de todo porque le cuesta mucho delegar la responsabilidad. Garben afirma que como se mueve por resultados, hay que darle muchas respuestas e información para que confíe, esté tranquilo y así no se provoque un conflicto con él. Por eso “es importante pedirle aquellos detalles con los cuales nosotros podemos ir trabajando sin que nos genere a nosotros dificultades para darle todo lo que necesita”.

2. Líder democrático: la gestión participativa

Es lo contrario al anterior patrón. Su lema sería el “¿tú qué piensas?”. Invita a todos los miembros del equipo a ser participativos, a que formen parte del proceso de la toma de decisiones. Y esto hace que los empleados se sientan más valorados, al tiempo que construye relaciones de equipo sólidas. “Es abierto, le gusta que la gente proponga ideas”. Ejemplos conocidos de este estilo de liderazgo serían Kennedy, Luther King, Lincoln y Kofi Annan.

El presidente estadounidense Abraham Lincoln.

El presidente estadounidense Abraham Lincoln.

Cómo trabajar con él: proponle ideas, aporta tu opinión, hazle preguntas y escúchale. Por su estilo que involucra al equipo, “es importante contarle cómo estamos, hacer que la comunicación fluya, proponerle que nos otorgue confianza para liderar o resolver nuevos proyectos y, sobre todo, comprometernos e implicarnos. Porque este tipo de líderes se motivan con un equipo que les respalda”.

3. Líder 'laissez-faire': transferencia de poder

Literalmente significa el que deja hacer. Es el colega, el amigo, el “vosotros decidís”. Así que la mayoría de las decisiones las toman los miembros del equipo. No es controlador, sino que los empleados tienen mucha libertad y resuelven los problemas. Esto puede ayudar a la innovación, pero también a evitar responsabilidades. “Como no está, no se encarga de nada. Solo está ahí en caso de absoluta necesidad, pasa del día a día. No es ni autoritario ni democrático, es más bien neutro y pasivo”. Gandhi y Roosevelt encajan en este tipo de jefe.

El líder de la independencia india, Mahatma Ghandi.

El líder de la independencia india, Mahatma Ghandi.

Como trabajar con él: como no está y son los miembros del equipo quienes resuelven los problemas, es necesario pedirle desde el principio que deje bien claros cuáles son nuestros objetivos, funciones y rol para evitar generar confusión. “Es importante que especifique bien qué se espera de nosotros y procurar que haya cierta cohesión entre los miembros del equipo para tratar de solventar cualquier tipo de vacío de liderazgo. Porque es la manera de fluir mejor”.

4. Líder carismático: la innovación por bandera

Inspirador, cargado de energía, innovador, “todo lo quiere hacer de alguna forma diferente”. Con ese magnetismo personal motivan y animan a los empleados para que rindan al máximo. Es un tipo comprometido con la empresa y con los trabajadores y tiene un carácter persuasivo que convence a los demás. Siempre ve lo positivo y saber ceder el control a otros. “Va a estar siempre pendiente de cualquier novedad que se pueda aplicar dentro del equipo y de la formación. Asume constantemente retos en el día a día. Es alguien que va por delante, como Steve Jobs, Elon Musk y Jeff Bezos”.

El fundador de Apple, Steve Jobs.

El fundador de Apple, Steve Jobs.

Como trabajar con él: necesita personas en su equipo cargadas de energía, así que sería recomendable que sus empleados estén muy preparados para afrontar cambios, nuevos proyectos e ideas innovadoras. “No es un líder fácil si no eres alguien que se adapta bien ante el cambio o cualquier innovación, ya no solo en el día a día, sino en la gestión interna. Con lo cual es importante entender qué es lo que puede conectarte con él”.

5. Líder inseguro: desconfía de él y de los demás

Está presente pero no tiene ni idea de cómo resolver las funciones de un jefe y no ejerce como tal. “Tiene muchísimas inseguridades, y puede volverse autoritario porque aplica el ordeno y mando como le dicen, pero se va diluyendo, porque como no tiene carácter, se va retrayendo”. Su falta de confianza la proyecta como desconfianza hacia los empleados. Es muy probable que no asuma su culpa, sino que se la endose a otros. Eso sí, se atribuirá el mérito por un buen trabajo. Le aterra ser visto como incompetente y puede llegar a provocar que sus empleados se sientan inútiles.

Cómo trabajar con él: intentar buscar espacios de diálogo, elogiar sus puntos fuertes, fomentar la comunicación siendo transparente para darle confianza. “Es importante ponerle en la situación de todo lo que pueda estar sucediendo para ayudarle a tomar decisiones. Contribuir de alguna manera a hacerle entender qué es lo que está pasando, qué necesidades tenemos cada uno en el equipo. Trasladarle una cierta tranquilidad para que tome decisiones y vaya empoderándose”. En definitiva, se trata de no propiciar su inseguridad, acercándose a él con una actitud colaborativa, y de que no se sienta amenazado por sus debilidades.

6. Líder transformador: entre democrático y carismático

Es un jefe innovador, aprende rápido, motiva al equipo buscando desafíos e intenta sacar lo mejor de todos. Es capaz de ver el potencial talento de los empleados y los insta continuamente a salir de la zona de confort. Predica con el ejemplo y se convierte en un modelo para el resto del equipo. “Transforma el proyecto a través de las personas, las inspira a través de retos, las motiva haciendo lo contrario que el autoritario, no es un ordena y mando, sino vamos a ver cómo podemos hacer esto de otra manera. Es una mezcla entre el democrático y el carismático”. Tony Hsieh, Mary Kay Ash y Richard Branson son algunos de los referentes en este estilo de liderazgo.

La empresaria estadounidense Mary Kay Ash, fundadora de Mary Kay Cosmetics.

La empresaria estadounidense Mary Kay Ash, fundadora de Mary Kay Cosmetics.

Como trabajar con él: potenciar el pensamiento crítico e innovador para aportar ideas nuevas constantemente. Esto le ayudará a liderar de una manera muchísimo más efectiva. “Sobre todo entendiendo que, como el carismático, va por delante, la innovación le motiva, pero en su caso lo hace a través del equipo”.

7. Líder 'coach': el jefe de tus sueños

Es el jefe facilitador. Acompaña al equipo con autoridad y libertad a partes iguales. “El líder ideal se parecería bastante a este porque el coach es alguien que te ayuda, que sabe sacar lo mejor de ti sin ordenártelo, sino a través de preguntas. Te guía, es alguien que te está acompañando en tu propio crecimiento. Te está liderando y, a la vez, potenciándote y ayudándote a desarrollarte dentro de lo que es el equipo y la compañía”.

Es alguien realmente efectivo en el cumplimiento de las funciones de lo que debería ser un líder. Maribel Garben resalta su habilidad para favorecer que los empleados crezcan dentro de la empresa, pero no de la misma manera que el transformador, que siempre está pinchando para salir de la zona de comodidad, sino “mirándose hacia dentro para potenciar el propio talento y entender de qué manera uno mismo brilla más”. En este estilo se encuadran líderes como Indra Krishnamurthy, Jack Welch y Zig Ziglar.

La empresaria estadounidense (de origen indio) Indra Krishnamurthy, que dirigió y presidió PepsiCo.

La empresaria estadounidense (de origen indio) Indra Krishnamurthy, que dirigió y presidió PepsiCo.

Cómo trabajar con él: Garben subraya que “es fácil ganárselo porque él va a estar ahí. Es importante abrirse porque a este tipo de personas les favorece que formes parte del camino. Si no vamos a compartir, a aportar, a escucharnos a nosotros mismos y a retarnos para responder a esas propias preguntas que nos puedan ayudar a crecer y a sacar el talento que el líder está viendo y nosotros no, pues va a ser difícil avanzar”.