"Mis hijos estuvieron allí... y no pasa nada", cuenta hoy Susana. Su nombre es ficticio. El no pasa nada de Susana, contrariamente a lo que pudiera parecer, no es de ningún modo irónico: es una madre que protesta... por la intervención policial. Le resta importancia a que la fiesta a la que acudieron sus hijos menores tuviera que ser desalojada por incumplir todos los parámetros de seguridad frente al Covid-19.
Ha sido en Sevilla. El distrito sanitario que engloba a la capital se encuentra en Alerta Sanitaria nivel 1. La fiesta acogió a 2.000 menores de edad que ni guardaban distancia ni llevaban mascarilla.
Esta madre sevillana llevó a sus hijos a esta fiesta el mismo día en el que la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía notificaba 1.023 nuevos positivos en la provincia, y se quejó de la intervención policial el mismo día en el que la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía notificaba otros 672 positivos por PCR. En 48 horas, 1.625 positivos solo en Sevilla.
“Allí”, donde estuvieron sus hijos, es una nave, un recinto cerrado, en la calle Economía del Polígono Industrial Carretera Amarilla, en el distrito de Sevilla Este. Acoge una conocidísima sala de fiestas, una discoteca que se llama Music Sevilla. El evento, un concierto de reguetón disco light, se publicitó en redes sociales días atrás. Abrió sus puertas a las 17 horas del viernes.
Había ganas y la expectación era máxima. A las 16 horas ya había cola en la puerta. Cuatro horas más tarde en el interior había tal descontrol que hubo que desalojarla inmediatamente
La Policía Local entró y no dio crédito: miles de menores disfrutaban y bailaban reguetón desaforados sin guardar la más mínima norma de seguridad "en cuanto a la distancia de seguridad y mascarilla", refieren desde Emergencias de Sevilla.
"Dos dedos de frente"
Pero Susana, que no estuvo dentro, discrepa. Se fía de lo que le han contado sus niños. "En todo momento (los menores) estuvieron con sus mascarillas, y hay bastante control adentro de tanto como la seguridad" (sic). Y critica que la Policía Local haya actuado en una fiesta que no superó su aforo por 500 personas en plena sexta ola de Covid-19. "Por qué no se va (la Policía Local) al paseo Colón", se pregunta. El Paseo de Colón es una conocida zona de bares de la capital, junto al Guadalquivir. Porque allí "son adultos", los cuales, sostiene Susana "tenemos más de dos dedos de frente".
Cientos de padres, adultos como Susana, llevaron en coche a sus hijos de entre 14 y 17 años. La sala Music Sevilla está a 18 minutos, aproximadamente, del centro de Sevilla, y cercana a la zona de Nervión. Para llegar a las 17 horas a la fiesta era posible ir en autobús público, pero cientos de padres, como ella, se mostraron tan a favor de la misma que se prestaron a llevar y a recoger a sus hijos menores en coche.
Pese a las cancelaciones de almuerzos y cenas de Navidad por los disparados casos de contagios de los últimos días, todos, organizadores y padres siguieron adelante con ella. Había dos tipos de entrada, una normal, por 15 euros, y otra VIP por 20.
Hasta las 22,45 horas, los menores disfrutarían de dos conciertos de reguetón, barra libre sin alcohol y merienda "de chuches" y chocolatinas. La fiesta se anunciaba en sus redes sociales como "el mayor evento de año".
Fueron los agentes de la Unidad Línea Verde de la Policía Local de Sevilla, quienes realizaron una primera inspección del local. Para ello contactaron con los organizadores de la fiesta "para apercibirles de las limitaciones que se deben cumplir en el caso de menores de edad" respecto al consumo y exposición de alcohol y tabaco. "Y también se les apercibió del cumplimiento preceptivo de las medidas Covid".
Ya a primera hora de la tarde en las inmediaciones de la nave el lugar se concentraban muchos menores que esperaban para acceder al interior, así como muchos padres y madres que habían ido a acompañar a sus hijos.
Cuando faltaba poco para que terminara la fiesta, alrededor de las 22 horas de la noche, numerosos padres encendían los cuatro pilotos intermitentes de posición y ponían sus coches en parada, en las inmediaciones, esperando a recoger a sus hijos.
Fue entonces cuando la Policía Local realizó una segunda inspección en el interior. Pese a haber apercibido previamente a los responsables del local, unos 2.000 menores se encontraban en el interior “incumpliendo medidas de seguridad respecto a la distancia de seguridad y el uso de mascarilla”.
Fiestas en ‘caliente’
Habida cuenta de que en el exterior muchos adultos esperaban a sus hijos, y que por tanto, éstos no quedarían desatendidos, la Policía Local procedió al desalojar la sala y a incoar "los expedientes sancionadores" correspondientes.
Cabe destacar que la sala de fiestas había organizado un segundo concierto, ya para mayores de edad, a continuación de la fiesta organizada para los menores.
Una fiesta en ‘caliente’ puesto que tan pronto culminara una daría comienzo otra, prevista a partir de la medianoche y hasta las 7 de la mañana, con los mismos artistas del reguetón que en la fiesta anterior. Por ello, los agentes volvieron a realizar los apercibimientos respecto a las medidas de seguridad que deben cumplirse en cualquier establecimiento.
Pero poco antes del inicio de la segunda fiesta, el establecimiento anunció que la suspendía. La noticia motivó que se produjeran algunos altercados en la calle. Unos 300 jóvenes, como medida de protesta, empezaron a destrozar el local y sus inmediaciones.
Por ello, la Policía Nacional, con el apoyo de la Policía Local, se vio obligada a intervenir para frenar los desórdenes públicos. Fuentes de Policía Nacional detallan a El ESPAÑOL que "se actuó para disolverlos" y que "no se produjeron detenciones". Sobre las dos de la madrugada la calle quedó desierta.